Inicio > Bioética. Ética médica. Ética en Enfermería > Capítulo III. Presupuestos teóricos referenciales. Noema religioso del abusador sexual infantil en el contexto de la consejería cristiana > Página 11

Capítulo III. Presupuestos teóricos referenciales. Noema religioso del abusador sexual infantil en el contexto de la consejería cristiana

O sea, podemos comportarnos como otra persona en tanto que nos es posible asumir también sus constructos. Construir los constructos de otra persona es lo que hacemos de manera rutinaria. Comportarnos de manera que le agrade a la otra persona. (48)

ABORDAJE BÍBLICO DEL ABUSADOR SEXUAL:

Es un abordaje porque implica un acercamiento, una toma de contacto con otro ser humano a lo largo de un tiempo dado, este tiempo es fundamental y particular en cada individuo. Es bíblico porque las escrituras ocupan el lugar principal y otorgan los principios sanos y espirituales y aunque las ciencias nos ofrecen herramientas valiosas, es la biblia la fuente de referencia en donde podemos encontrar como quiere Dios que el hombre viva. Y es inteligente por la necesidad de utilizar nuestra capacidad mental y cognitiva en lo que se refiere al uso de la Palabra y técnicas. En realidad el Espíritu Santo nos capacita inteligentemente para el uso adecuado de las escrituras y esto implica tiempo y esfuerzo ya que la misma nos ha sido dada para estudiarla y vivirla. (9)

La biblia habla de que todo creyente debe madurar, completarse, crecer en su vida tanto emocional como espiritual; 2 de Timoteo 3: 16, 17 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que todo hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. (34)

Parafraseando a Guillermo Feo García (26), el sentido auténtico de la acción clínica es el de acompañar al otro en un viaje de exploración y descubrimiento, iniciándose en el mismo momento del primer contacto, dentro del contexto terapéutico, progresando por novedosos y sorpresivos caminos, en la complejidad del ser humano, hasta que ese otro sea capaz de reconocer sus propias y únicas potencialidades anestesiadas, despertarlas y utilizarlas para la creación de un nuevo modelo, a la meta del modelo por excelencia: nuestro Señor Jesucristo.

Los momentos de toda tarea pastoral los podríamos clasificar en tres: Entrevistas diagnósticas, Pastoral propiamente dicha y Finalización.

En las Entrevistas diagnósticas se inicia el proceso de consejería y la finalidad es la recopilación de material y conocer todos los aspectos de la vida que puedan ayudarnos a comprender al abusador sexual. El consejero o facilitador se ofrece como una persona dispuesta a ayudar. Debemos mirar, observar y vivenciar todo lo que le sucede a esta persona, controlando la situación, pero a la vez permitiendo que el abusador manifieste su sentir y contradicciones trayendo los temas que el desee. Hacemos la presentación, identificamos sus motivaciones y su historia personal.

La Pastoral propiamente dicha consta de dos partes: La identificación del problema o situación que lo lleva a actuar como abusador y la reconstrucción de su historia sobre todo la familiar y sexual. Para poner en foco una zona de concentración de exploración que le haga consciente de su conducta enferma, usando las técnicas de consejería más pertinente. Leer pasajes de las escrituras oportunos y terapéuticos y se recomiendo que nuestro facilitado pueda leer también. Las Escrituras son altamente terapéuticas cuando son utilizadas en el momento oportuno, bajo la guía del espíritu Santo, y cuando ayudan a clarificar las conductas enfermas, como lo es el abuso sexual en niños, y a madurar al facilitado.

La finalización de la Pastoral se refiere al término de la consejería por mutuo acuerdo. Si el abusador ha comprendido y esclarecido gran parte de su problemática, y esto no significa que no tenga dificultades, sino que ha de enfrentarlas bajo otra perspectiva: la de Dios y la de su palabra. Es cuando, aunque tenga algunos síntomas, la misma estructura de su personalidad abusiva ha cambiado, su vida ha cambiado, posee la libertad para crecer, madurar y servir, está más cerca de Dios, le ama más y le sirve más. (9)

Todo lo anterior no excluye el abordaje legal y el hecho de que el abusador es responsable por lo que hizo.

Para Young Ed (1) es posible liberarse de la adicción sexual como la de ser abusador infantil, pero el camino para lograrlo se basa en la entrega y que sometamos nuestra voluntad a un poder más elevado, y ese poder es Jesucristo. Los pasos que puede dar el abusador para optar en convertir su vida en un templo y purificarse, basados en la Segunda Carta a Timoteo 2:21, “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, consagrado y útil para el Señor, preparado para toda buena obra.” Si el abusador reflexiona puede optar por seguir encadenado o por apartarse de esa conducta. Jesucristo puede, milagrosamente, cambiarlo y reconducir su vida, él le otorgará el poder para producir ese cambio. Identifíquese con las personas de Dios. Rodéese de amigos piadosos. Si está consciente de que hoy necesita liberarse de su adicción sexual, no puede hacerlo solo; es necesario que Cristo entre a su vida y enfrente ese monstruo del abuso. Él venció al pecado y a la muerte. Puede vencer la adicción sexual.

Stamateas B. (49) recomienda La pastoral al victimario:

– Llevarlo a Cristo.

– Hacerse plenamente responsable de sus hechos.

– Pedir perdón a la víctima DE RODILLAS.

– Ayudar a ambos padres a reconocer el grado en que están involucrados como pareja responsable en el cuidado de los hijos.

– Realizar sí o sí un tratamiento profesional.

– Mantenerlos alejados de los niños de la iglesia.

Citando un extracto de la entrevista realizada el 23 de Enero de 1989, por el Dr. James Dobson a Ted Bundy,(50), un multiasesino y violador de menores y adultos, convicto a ser ejecutado un día después, le preguntaba sobre su experiencia de haber recibido el mensaje bíblico y el respondió: “con la ayuda de Dios he tratado de experimentar el dolor de mis víctimas, esas preciosas niñas y la de sus familiares, me siento responsable, aunque sea tarde y en Dios he tratado de olvidar esas experiencias, aunque no he podido. Sé que ese tipo de perdón solo lo da Dios y me siento como en un valle de soledad y le confieso no quiero morir”. Para Dobson, incluso un convicto condenado a morir, entre otros delitos, por ser un abusador sexual y asesino de niñas, puede ofrecérsele el mensaje de Dios y su acción perdonadora.

El mensaje le ayudo a ser consciente de su situación, responsabilidad, del daño causado, a como verse en el espejo de Dios y en su misericordia. Es un ejemplo de lo que El Señor Jesucristo tiene aun para personas como estas y discípulos dispuestos a llevar su palabra en circunstancias como esta.