Inicio > Medicina Laboral > El acoso moral como parte de la violencia psicológica en el trabajo. Su protección jurídica > Página 11

El acoso moral como parte de la violencia psicológica en el trabajo. Su protección jurídica

integridad moral, el honor y la mentalidad del propio individuo, sobre los llamados “derechos inespecíficos” que muchos olvidan y que es necesario tener siempre presentes.

La violencia psicológica es la manifestación de la violencia en el trabajo que nos interesa someter a análisis y conducir a la reflexión y al debate a los investigadores y estudiosos que compartan el interés por este fenómeno.

Aunque es intangible, la violencia psicológica ocasiona daños irreparables a la persona, tratándose del daño como lesión de carácter físico y psíquico, porque no debemos seguir siendo manipulados por conceptos y doctrinas envejecidas que dicen que para el derecho es necesario separar las consecuencias físicas y psíquicas que ocasiona la violencia sobre el ser humano.

Es imposible dividir al hombre como una unidad biopsicosocial porque sobre ella influyen diferentes factores y el derecho debe tutelar desde la integridad física hasta la moral. Y a veces el daño comienza siendo psíquico y pasa a físico cuando ya imposibilitado de enfrentamiento y cansado de la manipulación, el hombre se inflige lesiones que pueden llegar a la muerte por suicidio. Al respecto hay suficiente información de Suecia, España, y otros países de la Unión Europea sobre la tasa de suicidios y entre ellos, los ocasionados por influencia de la situación laboral sobre el hombre.

Y viceversa, el daño físico puede llegar a ocasionar un daño moral a una persona otrora equilibrada y mentalmente apta para asumir tareas y obligaciones y que producto de las limitaciones físicas resultantes del daño causado a su organismo que puede consistir en una discapacidad permanente, puede dejar huellas en su carácter y en su personalidad para toda una vida.

Al derecho como parte de la superestructura, le interesa ser un componente de avanzada para asumir posiciones de respuesta a los diferentes fenómenos del desarrollo y no mantenerse anquilosado ni ser sujeto de posiciones escolásticas.

La violencia en el trabajo afecta tanto a los trabajadores por su influencia sobre la integridad y dignidad humana, así como sobre la calidad de vida, como a las empresas y a la sociedad por los costos que asumen ambos en la seguridad y salud del trabajo (*).

*: La violencia en el trabajo. OIT. CINTERFOR. En www.cinterfor.org..

Abarca variedad de comportamientos, tanto relativos al maltrato físico como al psicológico y por eso cuando se habla de violencia en el trabajo hay que entender tanto las agresiones físicas que dejan huellas visibles en las personas identificables a simple vista por otras personas o por los facultativos en sus revisiones a pacientes, producto del uso de armas de fuego o armas blancas y otros agentes materiales, como también sustancias alucinógenas, sicotrópicas, alcohólicas, químicas y biológicas, hasta desembocar en la violencia psicológicas, cuyas huellas a veces no son perceptibles excepto por el estado anímico del paciente o de la víctima que aún no se ha convertido en paciente de un facultativo, y cuando son perceptibles tratan de ser atribuidas a la imaginación, a la salud mental del individuo que dice padecerlo y entonces surge la fobia, la ansiedad, las cefaleas, las neurosis, que acaban por lacerar la salud y hasta causar la muerte muchas veces por suicidio.

Estos resultados son provocados por la repetición de un comportamiento inaceptable y se mencionan el acoso sexual, el acoso moral, la intimidación, la coacción (*)y muchas veces se enmascaran tras el estrés y el burnout.

*: La violencia en el trabajo. OIT. CINTERFOR. En www.cinterfor.org.

Los trabajadores más vulnerables son los que están en contacto con la custodia de bienes materiales y recursos financieros, en la atención al público, en actividades de control, inspección y aduanas, los que trabajan con enfermos, alcohólicos y personas potencialmente violentas, en trabajos nocturnos y en solitario, y los que son discriminados por sexo, raza, color de la piel, procedencia nacional, social, carga familiar, factores culturales, étnicos, creencia religiosa y discapacidades físicas y mentales (*).

*: Podemos mencionar a los cajeros, transportistas, personal de bancos y oficinas postales, personal de seguridad, viajantes, taxistas, trabajadores del e-trabajo y las nuevas tecnologías, los enfermeros, médicos de urgencia y ambulancias, los gastronómicos de bares y clubes nocturnos, los oficiales de prisiones, controladores de tránsito, inspectores de pasajes y peajes y otros.

Para la OIT la violencia es provocada por la situación económica y crisis que afectan al mundo y no hay país ajeno a su influencia, algunos en menor o en mayor medida, pero todos sienten la impronta de la globalización neoliberal con su discurso privatizador y sus secuelas de desregulación, desprotección, desempleo, pobreza extrema, miseria, inseguridad social, carrera por la competitividad a expensas del hombre a partir de la reducción de los costos y el crecimiento de la productividad, la desigualdad en la distribución de las riquezas, la informalidad y precariedad de las relaciones laborales y otros que apuntan hacia la pérdida del carácter protector de las leyes y normas laborales y a favor de una desenfrenada deslaboralización de las relaciones laborales, desnaturalizando el contenido de esta relación.

La violencia en el trabajo debe estudiarse y somos del criterio de que hay que aplicar una legislación, tanto penal, civil, como laboral que enfrente las diferentes manifestaciones de su presentación y desde múltiples lugares. La violencia en el trabajo requiere ser investigada desde el punto de vista psicológico, social, médico, económico y jurídico porque afecta el plano individual de los derechos humanos, el plano económico – empresarial y el de la seguridad social y la salud, con lo que toca el plano gubernamental en la tutela legal de los derechos de los