Las lesiones y problemas asistenciales que se presentan con mayor frecuencia en la práctica espeleológica son las sufridas por el propio impacto: politraumatismos, hipotermias, síndrome del arnés, quemaduras, síndrome por aplastamiento y en accidentes muy prolongados, síndrome del agotamiento. Más lo sobreañadido a la ansiedad, la incomunicación, la oscuridad (desorientación espacio-temporal) y la presión ambiental de espectadores, familiares y políticos.
Una vez tratada la urgencia vital de la víctima se procede a realizar un reconocimiento secundario desde la cabeza a los pies, de forma ordenada y sistematizada, basándonos en la inspección, palpación y auscultación. Concluyendo con la importante tarea del empaquetamiento y movilización en bloque del paciente hasta la zona del vivac de emergencia, “que es el área segura y de ambiente confortable en la que permanecerá el herido hasta el momento del inicio de la progresión hacia el exterior” (19). A la llegada a esta área las actuaciones sanitarias estarán encaminadas a:
ü Continuar con los cuidados para evitar la pérdida de calor
ü Iniciar medidas de recalentamiento
ü Vigilar las posibles complicaciones así como los parámetros biológicos
ü Valorar la necesidad de otros cuidados encaminados a lograr su estabilización
ü Registrar la historia clínica del paciente
Para realizar las tareas de toma de constantes vitales (Fig. 5) y emitir el informe clínico existen en la actualidad tecnología muy avanzada en este campo, destacando el ordenador portátil de bolsillo Palm Pc® (26) que además de permitir consultar el vademécum así como las recomendaciones establecidas en urgencias, da la opción de poder ordenar y exportar, cuando se salga al exterior, los datos recogidos del enfermo en un formato compatible con el programa del centro hospitalario útil al que será remitido, lo que permitirá agilizar la asistencia haciendo que los recursos disponibles queden a la espera del paciente.
Tras la posible estabilización del herido se procederá a su transporte al exterior, de ello se encargará el equipo de evacuación, que previamente habrá establecido una “ruta de evacuación” e instalado los montajes técnicos precisos en los sectores más dificultosos de la cavidad o sima.
La operación de socorro llega a su fin con el transporte adecuado del herido a su centro útil y la reactivación, así como su posterior verificación, de todos los materiales utilizados en el dispositivo de ESA.
4. CONSEJOS PARA UNA ADECUADA PRÁCTICA ESPELEOLÓGICA (27)
- Estar registrado en una federación
- Tener conocimientos y entrenamiento. Es importante destacar esta premisa: “el saber y la experiencia sin sentido común son ciegos y el sentido común sin saber y experiencia resulta vano”
- Dejar aviso del lugar al que se va a realizar la exploración, señalando las medidas a adoptar en caso de tardanza excesiva
- Ir siempre en grupo (más de dos miembros)
- Llevar ropa y calzado adecuado al tipo de cavidad así como una muda completa de ropa interior. ¡La mejor preparación física no puede evitar una hipotermia! si se produce una pérdida de calor excesiva
- Cuidar la alimentación e ingesta de líquidos antes y durante la actividad deportiva
- Evitar avanzar sin tener en cuenta el camino de retorno
- Prestar atención a la iluminación de reserva
- Evitar incidentes que puedan convertirse en accidentes
AGRADECIMIENTOS
A Juan Mayoral Valsera (Presidente del Grupo Espeleológico “Plutón” de Sevilla) por su colaboración e interés mostrado por este trabajo.
BIBLIOGRAFÍA
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