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Potencialidades conservadas en el adulto mayor

Potencialidades conservadas en el adulto mayor

El proceso de envejecimiento tiene lugar en los distintos sistemas o estructuras del organismo y de la personalidad, desde el subsistema inmunológico y biológico de supervivencia La población mayor se constituye actualmente como un grupo emergente en la atención sociosanitaria, además de la idea de no asociar la vejez a enfermedad sino a fragilidad y vulnerabilidad.

Potencialidades conservadas en el adulto mayor

Autoras: Md. Karina Alexandra Cuadrado Martínez 1, Md. Esther Paola Conde Minga 2

1 Médica General y estudiante del Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja.

2 Médica General y estudiante del Postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja.

Universidad Nacional de Loja. Área de Talento Humano. Postgrado de Medicina Familiar

Resumen:

En cuanto a las características de los adultos mayores es difícil determinar en qué medida son consecuencia de deterioro neurológico y mental. La pérdida de facultades físicas que quizá obligue a aceptar el cuidado de otros; el fin de la vida laboral, el aislamiento, la pérdida de contacto social que da el trabajo y la viudez y la muerte de los amigos disminuyen la autoestima de los adultos mayores y provocan depresión. Así mismo es importante identificar factores que ayuden a conservar las potencialidades del adulto mayor lo cual lo se puede lograr iniciando un cambio cultural que signifique un mejor trato y valoración de los adultos mayores en la sociedad actual, lo que implica una percepción distinta sobre el envejecimiento y, alcanzar mejores niveles de calidad de vida para todos los adultos mayores, es decir se debe fortalecer la responsabilidad intergeneracional en la familia y la comunidad.

Palabras clave: envejecimiento, adulto mayor, familia.

INTRODUCCIÓN

El concepto de adulto mayor presenta un uso relativamente reciente, ya que ha aparecido como alternativa a los clásicos persona de la tercera edad y anciano. En tanto, un adulto mayor es aquel individuo que se encuentra en la última etapa de la vida, la que sigue tras la adultez y que antecede al fallecimiento de la persona. Porque es precisamente durante esta fase que el cuerpo y las facultades cognitivas de las personas se van deteriorando.(Universitario et al., 2011)

El proceso de envejecimiento tiene lugar en los distintos sistemas o estructuras del organismo y de la personalidad, desde el subsistema inmunológico y biológico de supervivencia hasta el sistema comportamental-adaptativo ante las amenazas y los nuevos estímulos, esto lleva a pensar que no se puede ver el mismo como un proceso simple o unitario, sino como un conjunto de procesos asociados entre sí. (Chackiel & Latinoamericano, 2000). En el camino hacia la vejez se van produciendo cambios en los órganos y sistemas que tienen su repercusión directa en todo el funcionamiento del organismo, como el envejecimiento de la pituitaria, las glándulas endocrinas, cambios en la función reproductora femenina, en el sistema renal, óseo, cardiovascular, y enfermedades como neoplasias, enfermedades vasculares y degenerativas que en muchos casos justifican la noción general de pérdida que predomina durante dicha etapa, en la sociedad.(Parra, Valencia, & Villamil, 2012).

Según los estudios demográficos de las Naciones Unidas, en el año 2000 el mundo contaba con 590 millones de personas de sesenta o más años de edad y en el año 2025 serán 1100 millones, con un aumento del 224 por 100 en relación con las cifras de 1975. Dicha población habitará tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.(Suárez & Pescetto, 2005). En Ecuador según datos censo del año 2010, las personas mayores de 60 años constituían el 6,5 % de la población total del país, y esta cifra aumentará en un 146% para el año 2025 subiendo a 10 % y para el año 2050 será el 16% de la población total.

Como se trata de un grupo poblacional progresivamente creciente y con una cada vez mayor demanda de necesidades, los médicos de familia contribuyen como uno de los actores principales en el escenario de su atención, ya que se trata de un grupo vulnerable, compatibilizándola en la actividad diaria que se realiza con el resto de las competencias.(Rubio Guerra & Guadalupe, 2012).

En base a lo anteriormente mencionado en Ecuador, en la provincia de Loja, la cual se encuentra ubicada al sur, cuenta con 16 cantones. Así, una de las parroquias rurales es Vilcabamba, más conocida como el Valle de la Longevidad o de los Ancianos, debido a que es famosa por las edades muy avanzadas que llega a vivir la gente. Se ha comprobado que el tiempo de vida de los habitantes de este hermoso pueblo es superior al del resto del mundo. Muchos sobrepasan los 100 años de edad y ello se atribuye a los bajos índices de enfermedades, la estabilidad del clima, la temperatura y el agua con propiedades especiales.(Hoteleras, 2014)

Desarrollo:

En América Latina y el Caribe la población de 60 años y más, muestra un incremento sustancial desde un 8% en el año 2000 a 14.1% en 2025 y a 22.6% en 2050. Cabe destacar que este porcentaje será más alto en las mujeres que en los hombres, particularmente en el área urbana, puesto que para el 2025, el 15.4% de las mujeres de la región tendrán 60 años o más, contra 12.6% de los hombres, y la diferencia en el área urbana (15.8% contra 12.5%) será mayor que en el área rural (13.6% contra 12.9%) (CELADE, 1999; Guzmán, 2010; Aranibar, 2012)

La población mayor se constituye actualmente como un grupo emergente en la atención sociosanitaria, tanto en la comunidad, como en el resto de los países del entorno Ecuatoriano, caracterizándose fundamentalmente por su progresiva vulnerabilidad.(Montenegro & Cuellar, 2012) .

Se tiene que partir, además de la idea de no asociar la vejez a enfermedad sino a fragilidad y vulnerabilidad y que en lo posible, no se debe medicalizar la intervención sobre este grupo de personas ya que un gran porcentaje de ellos son sanos y /o autónomos, y los médicos de familia en todo caso hay que posicionarse como profesionales de la “salud” y no sólo de la “enfermedad”, y abogar por el envejecimiento saludable, diseñando estrategias e intervenciones orientadas en este sentido.(Espinosa Almendro, Muñoz Cobos, & Portillo Strempel, 2011)

Con lo anteriormente mencionado exite la necesidad de tener que clasificar a las personas mayores. Las clasificaciones más simples pueden considerarse las sociológicas o, que consideran anciana a la persona mayor de 65 años (edad de la jubilación en el mundo occidental), pudiendo definirse entre ellos el grupo de “ancianos jóvenes” hasta los 75 años y los “muy ancianos” en los mayores de 80 u 85. (Carrasco et al., 2010). Otras clasificaciones son de orden sanitario: incapacitados, enfermos crónicos; etc. Desde la gerontología se aporta la clasificación de los