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Afirmaciones erróneas en publicaciones médicas mejicanas (VII)

Afirmaciones erróneas en publicaciones médicas mejicanas (VII)

Introducción

Cuando se compara lo dicho en algunas publicaciones médicas mejicanas con lo expresado sobre el mismo tema en publicaciones extranjeras, se encuentran contradicciones llamativas que es conveniente resaltar, por motivos puramente de ejercicio académico; lo anterior ha dado pie a la publicación de seis escritos previos (1,2,3,4,5,6), y el hallazgo de nuevos casos, motiva el siguiente comunicado.

Afirmaciones erróneas en publicaciones médicas mejicanas (VII)

Guillermo Murillo-Godínez. Medicina Interna

Casos            

En el 2010, ¿Aún se desconocía el mecanismo de acción de la sulfsalazina en la artritis reumatoide?

En una publicación mejicana del año 2010, respecto al mecanismo de acción de la sulfsalazina en los casos de artritis reumatoide, dice: «…Su mecanismo de acción es desconocido. La sulfsalazina se desdobla en el intestino en ácido 5-amino salicílico y sulfapiridina. Al parecer, esta última molécula muestra efecto terapéutico; sin embargo, la participación de su contraparte no se excluye…» (7). Pero, desde 14 años antes, se había ya publicado que el mecanismo de acción de la sulfasalazina, está en relación con la adenosina (8).

Los ácidos grasos omega 6, ¿Son cardioprotectores?

En una publicación mejicana, dice: «… Los ácidos grasos omega… 6… Se han denominado cardioprotectores…», pero, dos párrafos más adelante, dice: «…Los ácidos grasos omega 6… tienden a reducir ambos tipos de colesterol (LDL y HDL)…» (9).

Sin embargo, en relación con las lipoproteínas de alta densidad (HDL), se sabe que «su efecto global es antiaterogénico» (10).

Luego entonces, si los ácidos grasos omega 6, tienden a reducir el colesterol HDL, no se pueden considerar cardioprotectores.

¿Cuando se empezó a usar el uroscopio?

En el prólogo de un libro mejicano, dice: «… el precursor del laboratorio clínico fue un pequeño recipiente de vidrio en forma de pera, conocido como el uroscopio, que empezó a usarse en el siglo XIII…» (11).

Sin embargo, se sabe que Gilles de Corbeil, en el siglo XII, describió el uso del frasco de orina, un recipiente con forma de vejiga para el estudio de la partición de los colores y sustancias de la orina como representantes de las partes enfermas del cuerpo (12).

Los edulcorantes artificiales como el aspartame, la sacarina, y la sucralosa, ¿Son teratogénicos, o cancerígenos?

Los edulcorantes artificiales como el aspartame, la sacarina, y la sucralosa, también son llamados «edulcorantes intensos» (13); en una publicación de la Secretaría de Salud de Méjico (14), dice: «…Evitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas (refrescos), pues el aspartame, uno de los endulzantes artificiales más comunes, genera desde defectos de nacimiento hasta cáncer. Otros endulzadores, como la sucralosa y la sacarina también favorecen la aparición de este mal, ya que los azúcares suben los niveles de insulina con rapidez y alimentan las células cancerosas…».

Sin embargo, en un consenso mejicano en donde se habla de los edulcorantes no calóricos (15), dice con respecto al aspartame : «… Estudios clínicos en humanos con dosis diarias de 75 mg/kg de peso/día (más de 15 veces del consumo promedio diario y 1.5 veces de la IDA) de aspartame por 24 semanas, no se asoció a cambios significativos en parámetros clínicos de reproducción o gestación…»; por otra parte, con respecto a la sacarina, el mismo consenso citado dice: «… No se le conocen efectos metabólicos ni tóxicos a los niveles de seguridad recomendados…»; y con respecto a la sucralosa, dice: «… La JECFA evaluó y concluyó con base en 110 estudios toxicológicos a corto y largo plazo en animales y seres humanos que su consumo no representa un riesgo para la salud, ni es carcinogénico…».

Por lo anterior, parece ser pues que, la autora del artículo en cuestión de la Secretaría mejicana, confundió el azúcar, con el aspartame, la sacarina, y la sucralosa.

En el 2009, ¿Aún se desconocía el mecanismo de acción de la melatonina?

En un texto de psicofarmacología editado en Méjico, en el 2009, dice: «… El mecanismo de acción de la melatonina, ya sea endógena como exógena, se desconoce…» (16).

Sin embargo, en la bibliografía de 12 años antes se puede encontrar que: la melatonina ejerce sus acciones farmacológicas mediante dos receptores principalmente: MT1 y MT2. El primero se distingue por ser un receptor de alta afinidad y el MT2 es de baja afinidad. Ambos receptores se encuentran en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, aunque también se encuentran en ciertos tejidos, como el intestino, el endotelio de vasos sanguíneos y los ovarios. Ambos forman parte de la familia de receptores acoplados a proteínas G que inhiben la adenilato ciclasa. La acción en el receptor MT1 genera el efecto promotor de sueño. Por otro lado, a la acción en los receptores MT2 se le atribuyen propiedades cronobióticas, es decir, la capacidad de modificar la fase o periodo del ciclo circadiano (17).

¿Cuál es la dosis, como antiagregante plaquetario, del ácido acetilsalicílico?

En un texto médico editado en Méjico, dice: «… Antiagregantes plaquetarios… Ácido acetilsalicílico o aspirina (véanse las páginas 340 a 341)…», y en la página 340, dice: «… Ácido acetilsalicílico o aspirina… Dosis y administración. Para adultos, de 0.5 a 5 g/día…» (18). En una nueva edición, editada 5 años después, del mismo texto, del mismo autor, dice prácticamente lo mismo, o sea: «… Antiagregantes plaquetarios… Ácido acetilsalicílico o aspirina (véanse las páginas 347 a 348)…», y en la página 347, dice: «… Ácido acetilsalicílico o aspirina… Dosis y administración. Para adultos, de 0.5 a 5