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Agua extracelular en cardiópatas valvulares operados con circulación extracorpórea

Los registros se realizaron en decúbito supino, sin almohada bajo la cabeza, sobre una superficie no conductora con los brazos separados del tórax y piernas sin contacto entre ellas; a los pacientes obesos se les colocó un paño no conductor entre los muslos; los electrodos se colocaron después de limpiar la piel con alcohol y se ubicaron según el método tetrapolaripsilateral derecho según lo recomendado por la National Institutes of HealthTechnologyAssessmentConferenceStatement (1994).

La segunda medición se realizó en el postoperatorio mediato, al séptimo día de la intervención, siguiendo los mismos pasos explicados anteriormente.

Con los resultados eléctricos se estimó el agua extracelular (AEC) en litros y porcentaje corporal, según las ecuaciones de Kotler [5 ].

Análisis estadístico

Las medidas de resumen utilizadas fueron la media aritmética y la desviación estándar; el tratamiento estadístico de los datos se llevó a cabo mediante el sistema estadístico SPSS 12.0. Todas las pruebas fueron realizadas con un nivel de significación de un 5%.

El valor promedio del volumen del agua extracelular pre y postoperatorio fue comparado entre sí y con el del intervalo de lo normal de una población supuestamente sana de referencia [6].

Para determinar si la variable estudiada sigue una distribución de probabilidades normal o de Gauss se aplicó la prueba de Kolgomorov-Smirnov para la Bondad del Ajuste.

La hipótesis de que el nivel medio de la variable fisiológica estudiada en los pacientes cardiópatas, antes y después de la intervención quirúrgica es el mismo que el de la población supuestamente sana, fue probada mediante la prueba estadística de la t de Student.

Para comprobar si existían cambios en el volumen de agua extracelular (AEC) fue utilizada la prueba de diferencias de medias apareadas entre las mediciones antes y al séptimo día de la intervención quirúrgica.

Los intervalos de lo “normal”, tomados como referencia para evaluar los valores, fuera de lo esperado, en una población de cardiópatas valvulares se conformaron según los percentiles 5 y 95.

Resultados

En los 58 cardiópatas valvulares estudiados el sexo predominante fue el masculino cuyo mayor número se encuentra en los grupos de edades de 30-39 años con 10 (28,6%) y 9 entre los 40-49 años (25,7%).

En cuanto a la variable edad el número de pacientes operados predomina en el grupo de edades entre 40-49 años con 19 pacientes (32,8%) entre ambos sexos. (Tabla 1).

La tabla 2 muestra la clasificación del estado nutricional el día de la intervención previo al acto quirúrgico según el índice de masa corporal, en la que se aprecia que predominan los pacientes en la categoría de normopeso con 38 casos (65,5%).

En la tabla 3 se observa que el valor promedio del agua extracelular (AEC) de los pacientes en el período preoperatorio y postoperatorio no exhibe diferencia estadísticamente significativa con el valor promedio del agua extracelular (AEC) de la población de referencia (p>0,05).

En la tabla 4 tenemos que el valor promedio del AEC en el estado postoperatorio es significativamente mayor, desde el punto de vista estadístico que el del preoperatorio (p<0.05).

Discusión

El predominio observado en el sexo masculino coinciden con lo descrito en la literatura donde se plantea que los hombres muestran una mayor tendencia a la exposición a factores de riesgo tales como el hábito de fumar y el consumo de bebidas alcohólicas y por otra parte, en sentido general, son más propensos a adoptar un estilo de vida que favorece el padecer esta enfermedad con mayor frecuencia que en la mujer [7].

En cuanto a la variable edad que exhibe una mayor frecuencia de los pacientes operados entre la tercera y quinta décadas de la vida constituye un resultado que se corresponde con lo reportado a nivel mundial [8,9,10].

Con referencia al estado nutricional coincidimos con la literatura revisada, la cual plantea que la mayoría de los pacientes que se operan electivamente están bien nutridos (Tabla 2) [11]. Sin embargo este planteamiento puede ser cuestionable si tenemos en cuenta que estos pacientes mantienen, por lo general, poca actividad física, lo cual es un factor de riesgo para el exceso de peso, también es cierto que tienen prescriptas restricciones dietéticas y tratamiento diurético que tienden a disminuir el peso corporal y por tanto favorecen que se mantenga dentro de límites adecuados.

A pesar de los resultados estadísticamente no significativos entre los pacientes en estudio y la población de referencia estudiada mostrados en la tabla 3, el sentido común nos dice que cabría esperar un aumento de los líquidos corporales en los cardiópatas valvulares debido a que la hipoxia tisular, que en menor o mayor grado, debe estar presente en estos pacientes, la cual desencadena en el organismo respuestas compensatorias encaminadas a la retención de líquido [12]..

Este resultado no esperado pudiera responder al hecho de que la mayoría de estos pacientes son tratados con diuréticos y particularmente en el período previo a la cirugía cardiovascular con circulación extracorpórea (CEC) reciben altas dosis de dicho medicamento, indicados con el objetivo de manejar bajos volúmenes circulatorios durante la técnica quirúrgica.

También tienen indicada una dieta hiposódica, lo que disminuye la retención líquida en el organismo y otro factor que no debemos descartar es que la mayor parte de los pacientes como se observa en la tabla 2 están evaluados de normopeso lo que supone un volumen de agua corporal adecuado [13].

En la tabla 4 se observa que el valor promedio de agua extracelular (AEC) en el estado postoperatorio es significativamente mayor que el del preoperatorio. Una explicación posible es la lisis de protoplasma que se produjo ante la lesión aguda dada por la pérdida de masa celular durante la cirugía trayendo por consecuencia que el contenido de la célula se vierta hacia el líquido extracelular contribuyendo así a su aumento en los primeros momentos de la convalecencia postoperatoria [14,15].

Por otro lado coincidimos con lo descrito por Sabiston–Spencer en 1983, cuando describe este aumento postquirúrgico del líquido extracelular (LEC) en relación con los procederes técnicos y soluciones sustitutivas que tienen lugar durante la circulación extracorpórea (CEC), los cuales conllevan a un desplazamiento de