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Alergia alimentaria y los fenotipos de asma en la zona 7

Alergia alimentaria y los fenotipos de asma en la zona 7

Inés Guerrón Eras (1); José González Estrella (2) ; Cristina Aldaz Barreno (3)

Auspiciado por el Programa de Postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja, en convenio con el Ministerio de Salud Pública del Ecuador y financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo

Revisado por el Dr. Miguel Marín. Profesor de la Universidad Nacional de Loja.

  1. Médico General, R3 de la Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, del Área de la Salud, Universidad Nacional de Loja.
  2. Magíster en Desarrollo Sostenible, Docente Asesor de Investigación y Gestión en Salud del Programa de Especialización en Medicina Familiar y Comunitaria, Área de la Salud Humana, Universidad Nacional de Loja.
  3. Medica Especialista en Medicina Familiar, Docente de la especialización de Medicina Familiar, Área de salud Humana de la Universidad Nacional de Loja

Resumen

La investigación fue de tipo prospectivo, descriptivo, analítico-correlacional, se utilizó el muestreo aleatorio estratificado, la muestra estudiada fue de 423 niños y niñas de 12 a 47 meses de edad de los Centros Infantiles del Buen Vivir de la Zona 7 (CIBV). De la población de 5032 niños y niñas se extrajo la muestra, mediante el empleo del software EPI INFO versión 7; el análisis estadístico se realizó mediante el uso del software SPSS v.16 para Windows.

El análisis de la información recopilada determinó la prevalencia de las formas de presentación del asma en relación al diagnóstico clínico de alergia alimentaria, que es para el sibilante transitorio 66,7%, para el sibilante atópico de un 69,7% y para el sibilante no tópico de 57,6%; lo que demuestra que es más prevalente en el sibilante atópico. En conclusión, los fenotipos del asma están relacionados con el diagnóstico de alergia alimentaria como factor de riesgo en los niños y niñas de los CIBV de la zona 7.

Palabras clave: fenotipos del asma, alergia alimentaria, sibilante recurrente.

Introducción

El asma representa la primera enfermedad crónica de la infancia y constituye un problema de salud pública (1) (2) con un promedio del 21% en América Latina (3); en Cuba se encuentra entre las primeras 10 causas de morbilidad (4). La relación entre el asma y la atopia se muestran generalmente de manera concomitante en preescolares (5) (6). La prevalencia de alergias alimentarias en los primeros años de vida han incrementado en todos los países debido al consumo de aditivos y alimentos (7). La alergia alimentaria por lo general es la primera manifestación en niños, las mismas han desarrollado en los últimos años junto a la atopía o asma, factores como la lactancia materna, ablactación podrían interferir en la inmunidad (8); el incremento de estas enfermedades atópicas en las últimas décadas ha creado discusión debido a la prevención primordial entre las que se incluye evitar alérgenos alimentarios para la prevención de estas patologías (9). Mientras que la prevalencia del sibilante recurrente en los 3 primeros años es del 40% y de estos el 30% desarrollara asma (10). El asma del preescolar representa uno de los síndromes clínicos inflamatorios crónicos y heterogéneos más prevalentes en esta etapa (11) (12) (13); es esta una enfermedad autolimitada con ciertas peculiaridades que interferirán en la función pulmonar lo que tendrá influencia en el diagnóstico, evolución y tratamiento; pero su pronóstico favorable o no depende de la interacción con los factores protectores o de riesgo (14) (15). Fisiopatológicamente interaccionan factores ambientales, dietéticos y genéticos de atopia provocando disfunción en los mecanismos reguladores de la inmunidad, la intervención de sustancias como citocinas o interleucinas provocan hipertrofia consecuencia de la inflamación en la vía respiratoria con la posterior hiperreactividad bronquial, eliminación de moco con lo que se dará lugar a los diferentes síntomas (16) (17). Las sibilancias en lactantes y preescolares se presentan en aproximadamente el 50% de los menores de 3 años (18).

El diagnóstico de asma en preescolares se determina clínicamente mediante la presencia de 3 o más episodios de sibilancias, lo que se conoce como sibilante recurrente (19) (20) o síntomas broncoobstructivos como tos nocturna con o sin sibilancias, tos relacionada con la actividad física, aeroalérgenos, risa, junto a manifestaciones clínicas de alergia alimentaria o eccema atópico (21) (22) (23).Los fenotipos del asma descritos por primera vez en el estudio Tucson son un grupo de características clínicas similares con posibles etiologías diferentes y sirven para diferenciar a las formas de presentación del asma en preescolares de este modo encasillar adecuadamente e iniciar el tratamiento correcto (24) (25) (26). Se clasifican en 3 grupos los mismos que deben tener como característica principal ser sibilante respiratorio (3 o más episodios de sibilancias en 1 año) o tosedor crónico que no sea de origen infeccioso acompañado de un factor de riesgo, para el sibilante transitorio son hábito de fumar de la madre, varón, madres jóvenes, recién nacidos peso bajo o alimentación artificial; para las sibilancias atópicas tener antecedentes familiares de atopia, sensibilización a aeroalérgenos o manifestaciones atópicas como dermatitis atópicas o alergia alimentaria; y en el sibilante persistente no atópica haber tenido el antecedente de infecciones respiratorias virales o prematuridad (27) (28) (29) (30). La alergia alimentaria representan todas aquellas manifestaciones adversas tras la ingestión de diversos tipos de alimentos debido a las alteraciones en el sistema inmunológico (31).

En el estudio “Peanut, milk, and wheat intake during pregnancy is associated with reduced allergy and asthma in children” donde se menciona que la dieta materna durante el embarazo con alimentos que contienen alérgenos alimentarios como la leche, trigo, soja, o frutos secos como el maní se ha asociado con una disminución de alergia y asma en los niños tomando esto como medidas de prevención primaria, se evaluó a 1277 niños con relación a la alergia al maní, leche, trigo y huevo donde la madre respondió que su hijo presentaba síntomas de alergia a estos productos los cuales podrían presentarse como prurito o urticaria, anafilaxia, síntomas digestivos como diarreas o cardiovasculares, se determinó que existía una asociación positiva de la alergia a estos alimentos (32). La alimentación infantil desempeña un papel importante, ya que la maduración del sistema inmune inicia en los primeros años de vida, pues a nivel intestinal se ha encontrado una disminución de la microbiota intestinal en pacientes con atopia; el retraso de la ablactación, lactancia materna exclusiva e ingestión de alimentos alergénicos durante el embarazo parecen ser factores protectores (33). Es así que la introducción de alimentos alergénicos a edades tempranas tales como leche, aguacate, huevo y peces en los primeros años de vida produce una elevación de la IgE y las alergias ya que estos por motivos desconocidos se creen que inducen defectos alérgicos en el sistema inmunológico (34).

En el presente trabajo se evaluó la asociación de los fenotipos del asma entre los niños de los CIVB de la zona 7 del Ecuador y el antecedente de diagnóstico médico de alergia alimentaria.

Materiales y métodos

La población la constituyeron los niños de los CIBV de la zona 7 del Ecuador; se incluyeron niños de 1 a 3 años que acudieron a estos centros en los meses de enero a julio del 2016 y al azar mediante sorteo en tómbola se los seleccionó. El tipo de muestreo fue aleatorio estratificado.

El tamaño de muestra correspondió a 423 niños y niñas, de los cuales 163 son procedentes de la provincia de Loja, 170 de la provincia de El Oro y 90 de la provincia de Zamora. Este tamaño muestral se determinó mediante el uso del software EPI INFO versión 7, considerando una prevalencia del 15%, con un nivel de confianza del 95%, y una precisión absoluta de 5%.

En el análisis de los datos para caracterizar a los participantes e involucrados en el estudio se utilizó la estadística descriptiva (medidas de tendencia central y dispersión) e inferencial (IC, CHI2 V Cramer, OR). Los padres y madres debieron aportar suficiente información en una encuesta estructurada dirigida previamente validada (12) y los niños mediante examen físico para llegar al diagnóstico de sibilante recurrente.

Resultados

En referencia al análisis de las variables diagnóstico médico de alergia alimentaria con el sibilante transitorio, se puede manifestar que la presencia de diagnóstico médico de alergia alimentaria con lo sibilante es del 66,7% en relación a los que no presentan diagnóstico médico de alergia alimentaria con el 38,5% (Tabla 1). El cual presenta una razón de ventajas de 2,2 veces la probabilidad que los que son afirmativos en cuanto al diagnóstico médico de alergia alimentaria, constituyéndose en un factor de riesgo con un intervalo de confianza al 95% (1,5 a 6,78); de igual forma el resultado de la asociación entre las variables se ha calculado en un CHI2 de 10,032 a un 1 GL, lo cual es mayor al presentado en la tabla correspondiente y un valor de p < 0,05 (0,002) ubicándolo en la zona de rechazo de la Ho, interpretando estos resultado como que existe asociación entre las variables en estudio y una magnitud del efecto con el V de Cramer como de baja dependencia (0,154). Lo detallado nos permite decir que los fenotipos del asma SI SE RELACIONAN con la alergia alimentaria como factor de riesgo en los niños/as de los CIBV de la zona 7, en cuanto a los sibilantes transitorios.

En referencia al análisis de las variables diagnóstico médico de alergia alimentaria con la sibilancia atópico se puede manifestar que la presencia de diagnóstico médico de alergia alimentaria con lo sibilante es del 69.7% en relación a los que no presentan diagnóstico médico de alergia alimentaria con el 36,2% (Tabla 2). El cual presenta una razón de ventajas de 3,06 veces la probabilidad que los que son afirmativos en cuanto al diagnóstico médico de alergia alimentaria, constituyéndose en un factor de riesgo con un intervalo de confianza al 95% (1,87 a 8,77); de igual forma el resultado de la asociación entre las variables se ha calculado en un CHI2 de 14,42 a un 1 GL, lo cual es mayor al presentado en la tabla correspondiente y un valor de p < 0,05 (0,000) ubicándolo en la zona de rechazo de la Ho, interpretando estos resultado como que existe asociación entre las variables en estudio y una magnitud del efecto con el V de Cramer como de baja dependencia (0,185). Lo detallado nos permite decir que los fenotipos del asma SI SE RELACIONAN con la alergia alimentaria como factor de riesgo en los niños/as de los CIBV de la zona 7, en cuanto a los sibilantes atópicos.