Inicio > Endocrinología y Nutrición > Alergia e intolerancia a la lactosa > Página 3

Alergia e intolerancia a la lactosa

científicas en las que nos fundamentamos ha sido:

– Bases de datos: Pubmed.

– MeSH: Allergy to cow´s milk, Lactose intolerance.

– Operador boleano: ”AND”.

– Palabras clave utilizadas: Allergy to cow´s milk, Lactose intolerance, Hypersensitivity, Dairy products and derivatives.

Además se ha realizado una búsqueda manual de literatura publicada hasta la fecha enfocada en el tema de estudio.

DIAGNÓSTICO:

A- Para realizar el diagnostico del síndrome se requiere:

– HISTORIA DIETÉTICA:

Que relacione la ingesta de leche y derivados con la aparición de síntomas. Nos orienta para realizar pruebas complementarias que lo confirmen.

– RESTRICCIÓN EN LA DIETA DE LACTOSA: (Comprobar si desaparecen los síntomas)

TEST tolerancia a la lactosa:

Consiste en ingerir 50 gramos de lactosa en 400 ml de agua y determinar los niveles de glucosa en sangre. Se toman muestra de sangre a los 0,30,60 y 120 min. En situación normal, la glucemia aumenta en 30 mg/dl del nivel basal de glucosa en sangre a las 2 horas, una ausencia de este incremento glucémico sugiere una deficiencia de la enzima lactasa. Esta prueba es bastante inespecífica debido a que ciertas patologías pueden invalidar el resultado de este test (diabetes, síndrome de malabsorción…)

– TEST hidrógeno en la respiración:

Determina la presencia de protones en el aliento o aumento de hidrógeno en la respiración tras la ingesta de lactosa (indica “mala digestión”).Este test es un método rápido y bastante fiable.

– TEST de acidez de las heces:

Aumento de acidez debido a intolerancia a la lactosa. Usado para diagnosticar la intolerancia en niños pequeños, pues otro tipo de métodos son arriesgados o poco prácticos. (8)

– BIOPSIA intestino delgado, se extrae una muestra de tejido del intestino delgado para examinar, mediante microscopio, posibles alteraciones que puedan afectar a la mucosa intestinal. Con ello se comprueba la presencia o no de lactasa en la mucosa intestinal.

B- En alergia a proteínas de leche de vaca:

– HISTORIA CLÍNICA:

Es el factor más importante, donde se realizará una anamnesis detallada sobre el momento de introducción de leche, comienzo de sintomatología, tipo de fórmulas utilizadas, alimentación materna…son datos importantes para nuestra orientación.

– PRUEBAS CUTÁNEAS (+): (Prick test a la leche y sus fracciones.)Nos muestran la presencia de IgE específica frente a los antígenos lácteos. Aparición de maculo-pápula tras punción en antebrazo previa colocación de gota con extracto de la proteína.

 -PRUEBA DEL PARCHE (+): Basada en un principio semejante a la anterior.

– DETERMINACIÓN SANGUÍNEA DE IgE ESPECÍFICA A LAS DISTINTAS PROTEÍNAS: Conocida como RAST(+). Tienen gran valor para evidenciar el mecanismo inmunológico en la reacción adversa.

– EXPOSICIÓN CONTROLADA: Pruebas de eliminación-provocación, hay una mejoría clínica tras la eliminación de la leche vacuna en la dieta y una recaída de la sintomatología tras su reintroducción.

MANEJO DE LA INTOLERANCIA Y ALERGIA A LA LACTOSA:

El tratamiento consiste, básicamente, en un seguimiento dietético con la finalidad de suprimir la lactosa de la alimentación.

Los casos con intolerancia a la lactosa no supone una amenaza adicional para la salud de las personas, pero sí consiste en minimizar la incidencia y severidad de los síntomas.

Berdanier y Hargrove reconocieron cuatro principios generales:

1* Evitar la lactosa en la dieta (aquellos alimentos que provocan los síntomas). Se deben restringir o eliminar el consumo de lácteos y derivados teniendo especial cuidado con aditivos e incluso medicamentos que contienen lactosa como excipiente.

Hay personas que pueden tolerar esos productos pero siempre que la cantidad no sea excesiva (más de 12 gramos de lactosa), se debe repartir el consumo a lo largo del día o facilitar su asimilación con la ingesta de enzimas. En el caso de los niños pequeños, la leche es un alimento básico, y deberemos recurrir a su sustitución por fórmulas especializadas de hidrolizados o de proteínas de soja.

2* Regular el consumo de calcio. Es muy importante evitar las deficiencias de calcio debidas a la supresión de sus principales fuentes alimentarias en niños pequeños. Si la intolerancia es importante, conviene vigilar el estado nutricional y administrar suplemento (calcio, vitamina D). Una persona adulta necesita de 1000-1500 mg de calcio para mantener un correcto estado de salud ósea.

Hay fuentes alternativas:

            – De calcio: sardinas, salmón, tofú, gambas, col, espinacas.

            – De Vitamina D: Aunque la crea el propio organismo con la exposición solar, una fuente rica es el hígado de bacalao.

3* Sustituir para mantener el consumo de nutrientes. La industria láctea ha creado productos de calidad, bajos en lactosa o libres de lactosa para reemplazar la leche normal. El proceso para eliminar la lactosa consiste en hacer pasar la leche por la enzima lactasa unida a un transportador inerte: una vez que la molécula de lactosa es separada no hay síntomas ocasionados por ésta, otro de los métodos es la separación cromatográfica patentado por Valio, para eliminar la lactosa.

4* Usar un sustitutivo de la enzima. Cuando no se puede evitar la lactosa, o en ocasiones cuando una persona escoge consumir tales alimentos, entonces deben usarse suplementos de la enzima. (9 10)

La enzima lactasa similar a aquella producida en el intestino delgado de los humanos es producida industrialmente por hongos del género aspergillus. La enzima B-galactosidasa está disponible en forma de tabletas masticables o cápsulas en una variedad de dosis.

Estos suplementos quizás no puedan aportar la cantidad exacta de lactasa necesaria para digerir adecuadamente la lactosa contenida en los productos lácteos, lo cual podría producir síntomas similares a los existentes en la intolerancia.

La enzima funciona en ambientes muy ácidos, como ocurre en el intestino humano pero demasiado ácido puede desnaturalizarla. (11)

La enzima es inefectiva si no alcanza el intestino delgado en el momento en el que el alimento problemático lo alcance.

La suplementación con la enzima lactasa supone una ventaja ya que evita suprimir los productos lácteos, y no se necesita aportar una fuente alternativa para el consumo adecuado de calcio, especialmente en niños. (12)

ALTERNATIVAS EN INTOLERANTES A LA LECHE DE VACA

Es bien conocida que la mejor forma de alimentar a un recién nacido o lactante es administrando la leche de su propia madre, pero en ocasiones esto no es posible y el bebé debe ser alimentado con