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Educación para la salud en alimentos funcionales durante el periodo de gestación y posterior infancia

Educación para la salud en alimentos funcionales durante el periodo de gestación y posterior infancia

En el año 1999, el documento de consenso del proyecto Functional Food Science in Europe (FUFOSE) del Instituto Internacional de Ciencias de la Vida en Europa (ILSI-Europe) definía a un alimento funcional como aquel que ha demostrado que afecta de manera beneficiosa a una o más funciones del organismo, más allá de sus efectos nutricionales habituales, siendo esto relevante para la mejoría de la salud y el bienestar y/o la reducción del riesgo de enfermar. Dichos alimentos deben mostrar sus efectos cuando se consumen en cantidades habituales de la dieta y no deben sustituir a ningún alimento natural; es decir, deberían incorporarse a una dieta equilibrada y saludable.

Educación para la salud en alimentos funcionales durante el periodo de gestación y posterior infancia

La investigación en nutrición ha ido cambiando a lo largo de los años en relación a las necesidades del hombre. Originalmente estaba orientada a determinar el aporte de nutrientes para asegurar la supervivencia y aumentar la calidad de vida de los seres humanos.

Desde finales del siglo pasado ha cambiado la perspectiva de estudio, también se buscan nutrientes con propiedades extras en relación al crecimiento, desarrollo y, en algunos casos, a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles desde edades tempranas, e incluso desde la edad fetal.

A causa de esto, el desarrollo de alimentos funcionales destinados a la población infantil está en auge en los últimos años.

Por ello, es de gran importancia que el personal sanitario de atención primaria amplíe sus conocimientos en dicha materia para poder dar educación para la salud de calidad tanto a las futuras mamás que acuden a la consulta de embarazo como a aquellos padres que acuden con sus hijos a los programas de niño sano de sus correspondientes centros para que al menos éstos sean conocedores de la existencia y beneficios de esta clase de alimentos en la edad infantil.

AUTORAS

Noelia Murez Mojica. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

Arantza Mojica Blanco. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

Rosa Aragón Copete. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

INTRODUCCIÓN

Las líneas actuales de investigación de alimentos funcionales son diversas; dentro de ellas, el área de crecimiento y desarrollo es la que considera las adaptaciones maternas que se producen en el embarazo y la lactancia como las necesidades nutricionales de los niños durante el desarrollo (etapa fetal, neonato, lactante, y primera infancia). El uso de alimentos funcionales desde el desarrollo temprano puede contribuir a modular funciones relacionadas con el crecimiento y el desarrollo; es decir que no solo tendría una influencia a corto plazo sobre el crecimiento, la composición corporal y las funciones corporales sino que también pueden ejercerla a largo plazo. Algunas publicaciones, sugieren que el empleo de alimentos funcionales en los niños está destinado a mejorar el estado de salud y bienestar más que a la prevención de enfermedades. No obstante, es conocido que la patogénesis de algunas enfermedades así como de algunas disfunciones metabólicas del adulto relacionadas con la dieta, puede iniciarse en los primeros años de vida.

Diversos autores definen a los alimentos funcionales como aquellos que contienen compuestos que mejoran la salud y el bienestar y reducen el riesgo de enfermedad. En la población infantil, el propósito de la investigación en alimentos funcionales, es identificar el periodo crítico donde las funciones objetivo son susceptibles a una modificación por una intervención nutricional o dietaria.

Los tipos de alimentos funcionales son variados, y en la población infantil son diversas las formas de incluirlos, ya sea a través de alimentos naturales con componentes funcionales, como es el caso de la leche materna, o bien mediante la tecnología alimentaria, por adición o exclusión de ciertos compuestos como la eliminación de una proteína alérgena, el aumento o disminución de la concentración de algún nutriente como el hierro, calcio, acido fólico, fibra…, o incorporando agentes microbianos vivos, entre algunas opciones. La nutrición en las etapas iniciales de la vida se reconoce no sólo por su papel en mejorar la sobrevida neonatal, potenciar el crecimiento y desarrollo mental durante la infancia, sino también como factor condicionante de la salud del individuo a lo largo de su vida.

OBJETIVO

Los objetivos que queremos alcanzar con esta revisión bibliográfica son determinar los principales ingredientes funcionales involucrados en el proceso de crecimiento y desarrollo fetal, conocer los componentes funcionales de la leche materna como primer alimento funcional en la etapa neonatal e indagar sobre los ingredientes funcionales más empleados en alimentación infantil para poder adquirir unos conocimientos básicos y poder a su vez transmitirlos en las consultas de embarazo y niño sano.

METODOLOGÍA

Se ha realizado una revisión sistemática de la literatura científica existente en las bases de datos Dialnet, Scielo y Pubmed- Medline. Los descriptores de la salud utilizados son: Alimentos funcionales; Componentes fisiológicamente activos; Nutrición; Probiótico; Bifidobacterias; Prebiótico; Ácidos grasos.

EDUCACIÓN PARA LA SALUD

Actualmente, es escasa la evidencia científica avalada por estudios rigurosos y validos en niños. Los alimentos funcionales de mayor desarrollo e investigación científica y con efectos demostrados hasta el momento son los que pasamos a enumerar a continuación:

  • Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI-CL)

Así como se sabe que la restricción importante de calorías y proteínas durante el desarrollo fetal da lugar a distintas alteraciones de la placenta y el desarrollo fetal (afectando el peso y el número de células del cerebro); se reconoce también, que hay algunos nutrientes esenciales específicos sobre la maduración funcional del sistema nervioso y el desarrollo psicomotor.

La influencia de la dieta sobre la capacidad cognitiva cobra un interés considerable dentro de la salud pública, dado que una baja capacidad cognitiva conduce a un bajo nivel educativo con tendencia a seguir una trayectoria de baja posición socioeconómica, lo que se asocia con menos oportunidades y salud en la vida adulta. El crecimiento del cerebro se acelera durante la segunda mitad del embarazo y se mantiene elevado durante el primer año de vida y se hace continuo en los años siguientes. Durante este periodo hay algunos nutrientes que pueden condicionar tanto la estructura como la función del cerebro. La evidencia más fuerte respecto al efecto de la dieta, es el aporte de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga