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Alveolitis. Efectividad de la tintura de Propóleo

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Puesto que el tratamiento etiológico no existe en la actualidad. Por ello, la mejor opción de que disponemos es la prevención, motivo por el cual se han hecho importantes esfuerzos en conseguir métodos y protocolos efectivos y eficaces en este aspecto. (10,11)

 1.8 Historia de la medicina natural

La medicina natural es la práctica terapéutica que pretende conseguir el alivio o curación de las enfermedades por medio de los productos provenientes directamente de la naturaleza, sin síntesis y con escasa o nula manipulación. La medicina natural utiliza, principalmente, productos vegetales y minerales, los cuales, bien usados directamente o mediante preparación previa, en uso tópico o por ingestión, permiten suministrar al organismo sustancias útiles en el tratamiento de las enfermedades.

 En todas las épocas, la medicina ha gozado de una gran tendencia naturista, imprimida por los fundadores de cada escuela como figura prima en el desarrollo de esta ciencia a lo largo de los años. El origen de la Medicina Natural y Tradicional está muy ligado al de la humanidad, y a la historia del hombre por su supervivencia. (3)

La medicina natural, o naturismo, es un método curativo que utiliza múltiples medios naturales para permitir que el individuo pueda adquirir un nivel máximo de salud.

 Si bien es cierto que la definición data de finales del siglo XIX, las raíces de la filosofía de la medicina natural son milenarias. La medicina natural se basa en la sabiduría de muchos países, entre los cuales está la India (Yajur-veda), China (Taoísmo) y Grecia (Hipócritas).

El naturismo siguió los vaivenes que los acontecimientos históricos imprimieron a los pueblos, alcanzando su máximo esplendor en la Grecia y Roma antiguas.

En la Edad Media, los médicos se apartan de los sanos preceptos hipocráticos y se entregan a una terapéutica absurda, sin base científica, llena de supercherías y prejuicios. Pasando rápidamente encima de los siglos, llegamos al resurgimiento de la medicina natural, que se inicia en el siglo XVIII para continuar en el XIX.

Es necesario destacar aquí que no son precisamente los académicos ni los médicos los que tomaron parte en ese movimiento renovador. No podían serlo porque lo aprendido en las universidades bastaba para cerrar su inteligencia a toda idea nueva, manteniéndolos fosilizados en el error. Los precursores del naturismo contemporáneo han sido en su mayoría personas humildes, a veces sin instrucción, simples artesanos o campesinos. Tenían en cambio grandes dotes de observación, cosa esencial en la medicina. Como su mente no estaba oscurecida por los prejuicios de la escolástica, podían discurrir libremente en presencia de los fenómenos naturales.

Es tan importante el crecimiento de la medicina natural, que los más importantes laboratorios de especialidades medicinales han creado otras divisiones de productos naturales, en la rama de la salud y cosmética.

Muchas de las empresas dedicadas a las ventas de medicina naturista utilizan una muy buena promoción que poco a poco atraen a más consumidores.

Algunos de las empresas señalan que la medicina naturista ayuda a prevenir el cáncer, a evitar el envejecimiento, las arrugas, la celulitis, la pérdida de el cabello y claro está no podía faltar el devolverle a el hombre la potencia sexual. Cosas que la medicina tradicional nunca podría alegar en un solo producto.

Desde la década de los ochenta, la Medicina Natural, ha ganado mucho terreno, igual que la alimentación y cosmética biológica. La mayoría de los usuarios de las terapias y medicinas alternativas, se han volcado a ellas, por que se han sentido desengañados con la medicina ortodoxa o alopática. En la Comunidad Europa, la seguridad social de los países miembros, es muy buena con relación a otros países como EE.UU. o Sudamérica y Centro América.

 La tradición europea de las “curas de salud”, que consisten en tomar las aguas en balnearios o establecimientos de aguas termales, ya popular en Estados Unidos a mediados del siglo XVIII; esto significa que los habitantes de aquel país se volvieron muy pronto receptivos hacia la medicina natural y, entre los padres promotores de este método encontramos a Sebastián Kneipp. Este sacerdote que sufría tuberculosis, atribuyó su cura a los baños que tomó en las aguas del río Danubio.

El doctor Benedict Lust fue otro pionero de la medicina natural que estudió en la casa de salud fundada en Europa por Kneipp. Lust llegó a Estados Unidos en la década de los años 1890 y empezó a hablar de la medicina natural, que practicaba de manera muy ecléctica, ya que su método era una mezcla de diversos procedimientos curativos.

En el año 1902, Lust fundó la primera escuela de medicina natural norteamericana en la ciudad de Nueva York. El sistema que se enseñaba era una combinación de los mejores tratamientos sobre nutrición conocidos en aquellos momentos, como ahora la dieta naturista, los remedios a base de hierbas, la homeopatía, las manipulaciones vertebrales, el ejercicio físico, la hidroterapia, la reducción del estrés y otros.

El sistema naturalista para curar enfermedades se basa en el retorno a la naturaleza para regular la dieta, la respiración, el ejercicio y los baños, y a saber utilizar las fuerzas que eliminan todos los productos nocivos que se acumulan, por tal de recuperar la vitalidad y adquirir un nivel de salud adecuado.

El programa de cura naturista.

  1. ELIMINACIÓN DE HÁBITOS NOCIVOS. Como ahora un consumo excesivo de comida, bebidas alcohólicas, drogas, café y cacao, que contienen sustancias perjudiciales, los horarios fuera de lo normal, el abuso de las fuerzas vitales y las preocupaciones.
  2. HÁBITOS CORRECTIVOS. Respiración y ejercicios correctos y una actitud mental adecuada. Deseo moderado de bienestar y riqueza.
  3. NUEVOS PRINCIPIOS DE VIDA. Ayuno correcto, selección de alimentos, baños de luz y de aire, baños de barro, etc.

En realidad solo hay una fuerza curativa y se encuentra en la naturaleza misma: se trata del poder restaurador del organismo para sobreponerse a la enfermedad. Así pues, nos hace falta adivinar si este poder se ha de buscar y ejercitar mediante métodos extrínsecos o intrínsecos. Para decirlo de otra manera, hemos de aprender si nos conviene luchar contra las enfermedades con agentes irritantes, o bien si nos más adecuadas las terapias naturales, poco agresivas por si mismas.