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Autocuidado de la salud de las profesionales de Enfermería

por la exposición a condiciones patogénicas continúan azotando a la población laboral.

De este modo, afirma que la salud y la vida de la mayoría de esta población laboral se mantiene en condiciones precarias, expresadas por jornadas de trabajo extensivas, bajos salarios, exposición a todo tipo de riesgos que en la mayoría de los casos tienen poco control, limitadas acciones de prevención y protección de la salud. “Los accidentes del trabajo, con altas tasas de mortalidad, superan hasta en doce veces las registradas en los países desarrollados. Es interesante observar como en los últimos años, en algunos grupos y sectores la formación de recursos humanos, la investigación y la prestación de servicios de salud han incorporado al trabajo como un elemento de referencia para entender de manera integral el proceso salud-enfermedad.

El trabajo, uno de los aspectos más importantes de la vida, ha permitido la existencia de los seres humanos y el desarrollo de la sociedad hasta llegar a niveles de conquista del espacio. Por medio del trabajo se transforma la naturaleza y se obtienen los bienes necesarios para la reproducción del ser humano, permitiendo el desarrollo de múltiples capacidades físicas y mentales. El trabajo no es solamente una cualidad biológica, sino una característica del hombre como ser social que se encuentra relacionado con el proceso de transformación y dominio de la naturaleza.

El trabajo es algo inseparable del ser humano, se impregna en las veinte y cuatro horas del, incide tanto en lo que sucede durante la jornada laboral como en los otros momentos de la vida del trabajador. Al decir que el trabajo es una actividad con dimensión particular y colectiva se está reconociendo que las leyes que rigen a la sociedad determinan las características del mismo y de la salud. Para tener una visión integral de la salud laboral es necesario considerar las características espaciales y temporales del trabajo, los aspectos económicos y técnicos, las manifestaciones subjetivas, culturales y étnicas, las razones o determinaciones de esas peculiaridades. Con estas bases, las acciones encaminadas a estudiar e intentar resolver los problemas de salud de los trabajadores adquieren mayor coherencia y solidez.

Múltiples molestias, lesiones y enfermedades perfectamente estructurales tienen su origen en las condiciones de trabajo. La exposición a substancias químicas y a procesos de tipo físico, posiciones inadecuadas, medios de trabajo peligrosos, jornadas y ritmos de trabajo extenuantes, procedimientos inadecuados, relaciones jerárquicas en los centros de trabajo, tensiones psíquicas, entre otros, algunos de los procesos que llevan a la enfermedad o muerte de los seres humanos.

En el mismo orden de ideas, Betancourt, O. (1995) considera la salud-enfermedad como un proceso complejo, coexisten de manera inseparable y sin límites precisos. El estado de salud absoluta es indefinible y el estado de enfermedad absoluta no existe, este sería la muerte. Por otro lado, la salud-enfermedad como una de las expresiones de la vida del ser humano no resulta de la acción de uno o dos factores aislados. Surge de la manera como vive, trabaja, se organiza, actúa y piensa en la sociedad; corresponde con las características del grupo social al que pertenece y con las particularidades de su individualidad.

El proceso salud-enfermedad, a pesar de que se expresa de manera concreta en los individuos, se corresponde a la manera como trabajan, viven, se alimentan, se educan, descansan, se recrean, se organizan los grupos humanos a los que pertenece dicho individuo. Por lo tanto, las expresiones concretas de salud de los trabajadores y sus determinantes no podemos encontrarlos tan solo en la corporeidad del ser, ni exclusivamente en las cuatro paredes de su centro laboral. Tampoco se puede soslayar la importancia de las expresiones surgidas en la dimensión singular del ser, porque a pesar de que se corresponda con una colectividad, tendrá características personales que le hagan diferente a los demás. Por eso la importancia de recuperar la subjetividad de los trabajadores al momento de abordar la relación salud-trabajo. En esto, las técnicas cualitativas introducidas últimamente en el estudio de la salud de los trabajadores, cobran alta significación.

Del mismo modo, Ruiz-Frutos, C. (2007) la Salud Laboral, en los términos en que comúnmente se interpreta, refiere el estado o las circunstancias de seguridad física, mental y social en que se encuentran los trabajadores en sus puestos de trabajo, con la final de prever medidas de control dirigidos a fomentar el bienestar y reducir o eliminar los riesgos de enfermedades o accidentes. De esta manera, la “Salud Laboral” o “Salud en el trabajo” se convirtió en una especialidad de la medicina conocida también como “Medicina del trabajo”, pero es a la vez, “un elemento más del concepto de salud integral de la persona” señalado por Fernández, A. y cols. (2006)

Así mismo, Nieto (2000) aclara que en toda situación de trabajo existen variables, características de la misma, capaces de producir o contribuir a producir entre otros, daños a la salud de los trabajadores. Los trabajadores de la salud de la ciudad de Buenos Aires no somos una excepción a lo planteado, expresa. Para comprender la interacción de esas variables con el sujeto es necesario conocer el concepto de condiciones y medio ambiente de trabajo. Esta concepción, impulsada por la OIT (Programa Internacional para el mejoramiento de las Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo- PIACT), propone una visión integral de la situación vivida por el trabajador en la situación de trabajo, que abarca por un lado la seguridad e higiene del trabajo y pro otro las condiciones generales de trabajo. El caso de los trabajadores de la salud merece idéntico enfoque.

Desde esta concepción se estudian las siguientes variables:

  • El tiempo de trabajo: jornada de trabajo, horas extras, turnos rotativos, vacaciones y descansos.
  • Las formas de remuneración: salario mínimo, formas de fijación del salario, premios de producción, ausentismo o insalubridad, remuneración por tiempo, entre otros.
  • Organización y contenido del trabajo: altos ritmos de producción, fragmentación, trabajo con situaciones vitales límites.
  • Higiene y seguridad en el trabajo y ergonomía: riesgos físicos, químicos, mecánicos, biológicos, ergonómicos.
  • Servicios de bienestar y sociales: servicios de alimentación, de transporte, de salud.
  • Sistemas de relaciones laborales: participación, régimen de premios y castigos, desarrollo de carrera laboral, capacitación.
  • Factores del trabajador y su entorno: edad, sexo, estado de salud, calificación, expectativas personales, necesidades, antecedentes culturales.
  • Contexto económico, político y social.
  • Situación práctica y jurídica del trabajador como empleado.