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La autoeficacia como predictor del estado nutricional en estudiantes universitarios del área de la salud

 La autoeficacia como predictor del estado nutricional en estudiantes universitarios del área de la salud

La obesidad es un serio problema de salud pública en el mundo y su incidencia sigue en aumento, siendo la alta ingesta de alimentos y la falta de actividad física los factores principales que la detonan (Téllez, 2010). En la actualidad, México se encuentra en el segundo lugar de prevalencia mundial con obesidad en adultos (30%); tan solo en el año 2012 se registraron 26 millones de adultos mexicanos con sobrepeso y 22 millones con obesidad (Barrera, Rodríguez y Molina, 2013).

La autoeficacia como predictor del estado nutricional en estudiantes universitarios del área de la salud

Luis Horacio Aguiar Palacios, Ana Gabriela Magallanes Rodríguez, Julio Román Martínez Alvarado, Agustín Jaime Negrete Cortés, María Luisa García Gomar, Alfonso Sámano Sánchez.

Universidad Autónoma de Baja California, Escuela de Ciencias de la Salud, Unidad Valle de las Palmas.

Correspondencia a: Luis Horacio Aguiar Palacios

Resumen:

Antecedentes: La obesidad es un serio problema de Salud Pública en el mundo y su incidencia sigue en aumento siendo la alta ingesta de alimentos y la falta de actividad física los factores principales que la causan. En la actualidad México ocupa el segundo lugar de prevalencia mundial con obesidad en adultos. Existe una relación importante entre la autoeficacia y las conductas de la salud en personas con obesidad, el ejercicio es el predictor más fuerte de pérdida de peso a largo plazo además de ser una de las principales estrategias para mejorar el estado nutricional. Aún así, se carece de evidencia teórica acerca de la relación entre la autoeficacia y las medidas antropométricas en población adulta mexicana.

Objetivo: comprobar si la autoeficacia percibida para el control de peso en estudiantes universitarios del área de la salud resulta ser un factor predictor de su estado nutricional basado en su IMC, PA e ÍCT.

Método: el estudio se realizó en 178 estudiantes mexicanos de la Escuela de Ciencias de la Salud (ECISALUD), Valle de las Palmas. El 72% fueron mujeres y 28% hombres, en un rango de edad entre los 21 y 47 años (M = 22.54, DT = ±3.16.). Se utilizó el coeficiente de correlación parcial basado en la autoeficacia de los participantes al analizar la correlación entre su nivel y los 3 índices examinados (IMC, PA e ÍCT). Asimismo se empleó una regresión multivariable con ajuste al nivel de autoeficacia.

Conclusión: El nivel de autoeficacia percibida para el control de peso es un fuerte predictor del estado nutricional de los estudiantes universitarios del área de la salud. El índice que mejor describe el nivel de autoeficacia percibida es el ÍCT.

Palabras clave: autoeficacia, sobrepeso, obesidad, IMC, PA e ÍCT.

Introducción:

De acuerdo al último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se calcula que un 30% de la población mexicana presenta obesidad y 70% sobrepeso, lo que convierte a este fenómeno en una epidemia en nuestro país, identificándose que dos de cada tres mexicanos tienen sobrepeso; además que una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres son obesos (Sassi, 2010; Rodríguez, 2010; Barquera, Campos, Hernández, Pedroza y Rivera, 2013).

La autoeficacia percibida es definida por Bandura como los juicios de cada individuo sobre sus capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo que le permitan alcanzar el rendimiento deseado (Bandura, 1987). También incluye la confianza percibida acerca de la capacidad para utilizar recursos personales de motivación, cognición y acción para completar una tarea determinada (Fisher y Al-Oballi, 2014). Hallazgos de diversos estudios han demostrado que las expectativas de autoeficacia son un fuerte predictor de la pérdida de peso (Olivari y Urra, 2007; Avendaño y Barra, 2008; Rojas, 2007).

De acuerdo a Olivari y Urra (2007), las creencias de eficacia influyen en cómo las personas sienten, piensan y actúan ante diversas situaciones; pueden ayudar a pronosticar y motivar comportamientos de cuidado. Se ha utilizado, por ejemplo, la autoeficacia percibida como factor para ayudar a pronosticar niveles de actividad física, la cual contribuye al control y al mantenimiento del peso en las personas (Bui y Kemp, 2011). Estudios previos han mostrado las relaciones entre autoeficacia y conductas de la salud en pacientes con sobrepeso y obesidad, como el realizado por Annesi (2011), donde se demuestra que el ejercicio es el predictor más fuerte de pérdida de peso a largo plazo; asimismo, otro estudio de Choo y Kang (2015) reportó que el aumento en el nivel de autoeficacia para el control de peso es una de las principales estrategias para mejorar el estado nutricional de las personas con sobrepeso y obesidad, además de asociar niveles altos de autoeficacia con la inclusión de otras conductas de salud como el aumento de actividad física cotidiana en lugar de tender hacia el sedentarismo, promover actividades recreativas sanas como la meditación y el deporte (Campos, Argüelles, Vázquez y Ortiz, 2014).

Los hallazgos del estudio realizado por Warziski y colaboradores (2008) fortalecen esta teoría que indica que el papel de la autoeficacia en la pérdida de peso influye tanto en hombres como en mujeres con obesidad, especialmente en la atapa de la adultez, de tal forma que la mayor pérdida de peso ocurre mientras aumenta el nivel de autoeficacia, donde también aumenta la autoconfianza, el refuerzo de la necesidad del control del peso y la adaptación al nuevo estilo alimenticio y de actividad física. Por lo tanto, se ha demostrado que existe una asociación negativa entre el grado de obesidad y la autoeficacia, es decir, que la obesidad y la autoeficacia tienen una relación inversa (Kim, Ham, Kang y Jun, 2014).

El estado nutricional se define por la Organización Nacional de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (1992) como la condición del organismo que resulta de la relación entre las necesidades nutritivas individuales y la ingestión, absorción y utilización de los nutrientes contenidos en los alimentos. En el ámbito clínico, las mediciones antropométricas tales como el Índice de Masa Corporal (IMC), el Perímetro Abdominal (PA) y el Índice de Cintura-Talla (ÍCT) se pueden utilizar convenientemente para evaluar el estado nutricional de las personas.

Aunque no todas estas mediciones funcionan de igual manera en las diferentes etapas de desarrollo del ser humano, por ejemplo, el estado nutricional de las personas adultas es obtenido con mayor precisión utilizando el IMC (Bombak, 2014). Cuando existe adiposidad en exceso obtenemos que un IMC (Kg/M2) mayor de 25 y menor de 30 se considera sobrepeso, de tal forma que el sobrepeso es el estado pre-mórbido de la obesidad (Magallanes, 2004).

En concordancia con la teoría de la autoeficacia, Annesi y Gorjala (2010) encontraron que las auto-percepciones de aptitud para superar tanto las barreras en la iniciación de la actividad física como la adecuada alimentación, juntos, explican una parte importante de la varianza en el cambio del IMC. Aún sabiendo esto, recientes estudios han demostrado que el ÍCT (PA/M) es un mejor predictor de los factores de riesgo cardiovascular y riesgo de distribución de grasa abdominal (Chul y Young, 2013). La medición del PA sirve para valorar el acumulo de grasa en el abdomen, por lo que un exceso en esta región implica la presencia de un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares tanto en hombres (≥ 90 cm) como en mujeres (≥ 80 cm) (Sherwood, 2011).

El interés para el presente estudio surge debido a la carencia de evidencia teórica acerca de la relación entre la autoeficacia y las medidas antropométricas en población adulta mexicana. Se trata de un estudio realizado con el objetivo es comprobar si la autoeficacia percibida para el control de peso en estudiantes universitarios del área de la salud resulta ser un factor predictor del estado nutricional basado en el IMC, PA e ÍCT.

Método:

Se estableció una muestra por conveniencia que comprendió 178 estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Salud (ECISALUD), Valle de las Palmas, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) en México. La muestra se conformó por 128 mujeres (72%) y 50 hombres (28%), en un rango entre los 21 y 47 años; el promedio de edad fue de 22.54 años con una desviación estándar de ±3.16. Todos los participantes firmaron un consentimiento informado y fueron trasladados en grupos de tres al consultorio médico de ECISALUD para ser pesados y obtener las medidas de estatura (M) y PA.

Se utilizaron tres básculas calibradas con estadimetro de las marcas “Nuevo León” y “Torino”, así como tres cintas métricas flexibles graduadas en centímetros. Las cintas métricas se colocaron siguiendo lo señalado en la Norma Oficial Mexicana para el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad NOM-008-SSA3-2010 (Secretaría de Salud, 2010), donde se establece que debe ubicarse la cinta en un punto central entre la cresta iliaca y la decimosegunda costilla flotante de ambos lados del cuerpo de los estudiantes para obtener el PA.

Se respetan los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que clasifican el peso normal con un IMC de 18.5 a 24.9 kg/m2, el sobrepeso de 25 a 29.9 kg/m2 y la obesidad comprende a un valor igual o mayor a 30 kg/m2 (Lutz y Rutherford, 2011). El ÍCT fue calculado utilizando las medidas del PA y de estatura en metros (PA/M). Las características de los participantes se indican en la Tabla 1.

Para la medición de la autoeficacia se utilizó el inventario AP-CP que está conformado por 37 ítems redactados en afirmaciones que se refieren a posibles conductas del propio lector. Su categoriza en 3 niveles de autoeficacia y cada ítem se responde por medio de una escala tipo Likert que va del 1 al 4, siendo las siguientes posibles respuestas: “totalmente en desacuerdo” (1), “en desacuerdo” (2), “de acuerdo” (3) y “totalmente de acuerdo” (4). El AP-CP fue validado y estandarizado en población universitaria mexicana con alta precisión (Landeros, Salazar y López, 2015).

Finalmente, para la identificación del nivel de autoeficiacia para el control del peso, se realiza una sumatoria del total de los ítems y se obtienen los cuartiles de las puntuaciones totales, tomando en cuenta la puntuación mínima (37) y máxima (148). Los cuartiles determinan el intervalo en el que se encuentra la puntuación total de cada alumno y establecen si el nivel resulta bajo (cuartil 1, 37.75), medio (cuartil 2, 74.5) o alto (cuartil 3, 111.25) (Román, Díaz, Cárdenas y Lugli, 2007).

Análisis estadístico

Se utilizó el coeficiente de correlación parcial basado en la autoeficacia de los participantes al analizar la correlación entre su nivel y los 3 índices examinados (IMC, PA e ÍCT). Además, para evaluar la fuerza relativa de estas asociaciones, se realizó un análisis de regresión multivariable con ajuste al nivel de autoeficacia. La significación estadística se estableció en un α < 0.05 utilizando la paquetería estadística SPSS versión 19 expresando los resultados en promedios y desviación estándar.

Resultados:

Los datos principales de la distribución de la muestra por sexo y edad se encuentran en la Tabla 1. Mientras que los perfiles correspondientes al programa educativo cursado son Medicina (40.4%), Psicología (29.2%), Odontología (23.6%) y Enfermería (6.7%). Todos los estudiantes se encontraban en la etapa terminal de sus estudios.

El estado civil de la población se distribuyó con predominancia de soltería (92.1%), el 5.6% casados y divorciado como el estado menos frecuente (0.6%). Al explorar los hábitos respecto al consumo de tabaco se refleja que sólo el 14% afirma utilizarlo (68% mujeres, 32% hombres). Por otra parte, respecto a la ingesta de alcohol, el 60.1% de la muestra reporta un consumo positivo (69% mujeres, 31% hombres).

Posterior a la obtención de medidas y peso se clasificó a los estudiantes de acuerdo a los tabuladores establecidos por la OMS para IMC ubicándose el 58.4% con peso normal, el 23.0% con sobrepeso, el 16.9% con obesidad y el 1.7% con malnutrición.