Inicio > Medicina Familiar y Atención Primaria > Caracterización de la automedicación en jóvenes universitarios de población multicultural

Caracterización de la automedicación en jóvenes universitarios de población multicultural

Caracterización de la automedicación en jóvenes universitarios de población multicultural

El presente, es un estudio que expone el perfil de automedicación en una población de jóvenes universitarios, con características de multiculturalidad y bajo índice de desarrollo humano. El porcentaje de automedicación en la población estudiada es alto (80%), aunque menor que el 95% encontrado en el estudio anteriormente realizado a población abierta en la misma zona  (Reyes-Guillén et al, 2015). Así también, es más bajo que el encontrado por Soto Roa (2004) en población universitaria del mismo país, México (96%).

Caracterización de la automedicación en jóvenes universitarios de población multicultural

1 Reyes-Guillén, Ivett

2 Morales Domínguez, Joel Iván

3 Ávila Solís, Francisco Javier

  1. Doctora en Ciencias, Recursos Naturales y Desarrollo Rural por El Colegio de la Frontera Sur. Docente-Investigador de la facultad de Ciencias Sociales UNACH, Líder del Grupo Colegiado “Historia, Ciencia y Desarrollo”. Perfil PRODEP 2014-2016. LGAC. 1) Análisis cognitivo para la interpretación de procesos sociales y desarrollo 2) Procesos organizacionales. 3) Historia y Ecología. Presidente de la REINVESAD, red de investigación en salud pública y atención a problemas del desarrollo.
  2. Maestro en Administración de los Servicios de Salud. Adscrito al Laboratorio Estatal de Salud Pública. Instituto de Salud del Estado de Chiapas. Miembro de la REINVESAD, red de investigación en salud pública y atención a problemas del desarrollo. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.
  3. Maestro Administración y políticas públicas por el Instituto de Administración Pública del Estado de Chiapas. Epidemiólogo del Centro de Salud de Huixtla. Gestor de calidad y subdirector matutino. Instituto de Salud del Estado de Chiapas. Centro de Salud Urbano Huixtla. Miembro de la REINVESAD, red de investigación en salud pública y atención a problemas del desarrollo. Motozintla km 1.

Autor corresponsal: Dra. Ivett Reyes Guillén. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chiapas, UNACH. San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

Palabras Clave: automedicación, salud pública, estudiantes universitarios

Resumen

El porcentaje de automedicación en jóvenes universitarios arrojado en este estudio, es alarmante, y los medicamentos que mayormente consumen, corresponden a la categoría de venta libre. De modo contrario a lo encontrado en otros estudios, el principal medicamento consumido es el paracetamol, seguido de antigripales. Es de suma importancia mencionar que consumen al paracetamol como analgésico, independientemente del tipo de analgésico y de su naturaleza antipirética.

La automedicación responsable y con conocimiento, podría ser útil para el primer nivel de atención en salud, pero la población no está preparada aún para evitar consecuencias por el uso no indicado e indiscriminado de medicamentos con consecuencias adversas para su salud.

Introducción

Al hablar de automedicación, podemos entenderlo en el sentido amplio del concepto como el autocuidado y se define como el conjunto de actividades realizadas por el individuo sin la asistencia de un profesional de la salud (OMS, 1985). No obstante, si nos referimos al autocuidado éste implica las acciones de prevención, dieta, práctica de ejercicio físico, consumo moderado de alcohol, evitar consumo de tabaco y el abuso de drogas. Posterior a estas acciones de autocuidado el paciente podría recurrir al uso de medicamentos de venta libre; paradójicamente es esto último en lo que se reduce actualmente el término. Estamos hablando de tres décadas posteriores a la definición hecha por la OMS y citada con antelación.

Aun cuando para la OMS la automedicación o autocuidado se refleja como una manera de fortalecer la cobertura en salud, lo cierto es que, ante la concepción de término en la población abierta, la automedicación se refleja como un grave problema de salud pública que necesita ser estudiado y atendido desde las diversas disciplinas. Dentro de las consecuencias comunes están las reacciones adversas, complicaciones para el diagnóstico oportuno y adecuado, y la drogorresistencia (López et al, 2009).

Lo anterior, se ve reforzado cuando analizamos que los medicamentos se diferencian entre los de venta libre y los de venta restringida, es decir, venta únicamente bajo receta médica. Esta diferenciación obedece a los riesgos por su uso, sin embargo, los medicamentos de venta libre no necesariamente carecen de impacto ante un uso inadecuado, frecuencia o sobredosis, y esto lo convierte en riesgo para las poblaciones. Es por ello, que el gobierno de cada país, debe garantizar la seguridad, calidad y eficacia de los medicamentos así como el monitoreo de su comercialización (FIP, 1996; Kregar y Filinger, 2005) y debiera pensarse también en un monitoreo frecuente del consumo y consecuencias a largo plazo.

Es precisamente la facilidad de la adquisición y el uso de los medicamentos sin control, donde radica lo delicado del problema, más aún en países con bajo desarrollo, ya que la población no tiene hábitos de autocuidado responsable, y se está lejos de lograrlo por el déficit en cuanto a la educación de la misma. Si a esta condición le sumamos las variables de cultura y relaciones multiculturales, entonces tenemos como resultado una población realmente vulnerable ante las consecuencias negativas del uso indiscriminado de medicamentos de venta libre e incluso de medicamentos de venta con receta médica, tal es el caso del uso de antibióticos, que en muchos países continúa siendo difícil su control y las consecuencias en cuanto a la drogorresistencia (DR), multidrogorresistencia (MDR) y que han culminado en complicados panoramas de extrema drogorresistencia (X-DR).

En países como México, se han realizado estudios que arrojan más del 94% de automedicación en la población  tanto de ciudades grandes como medias y en ambos casos se refleja como variable de interés las costumbres de atención médica tradicional prevaleciente en distintos grupos étnicos del país  (Soto y Roa 2004; Reyes-Guillén, 2015). Esto puede entenderse como el hábito de facilitar su autocuidado con el uso de plantas medicinales y otras técnicas alternativas, que son llevadas hacia el autocuidado con uso de medicamentos farmacéuticos, haciéndose evidente que no está garantizado el conocimiento de la dosis indicada, ni el conocimiento terapéutico completo, agreguemos entonces los factores idioma (lenguas indígenas, distintas al español) y alfabetismo. Mientras que el primero impide en un alto porcentaje la comunicación por desconocimiento de la lengua, el segundo, en caso de hablar el español, pocas veces son bilingües alfabetas.

Las cifras antes expuestas, pueden dimensionarse como de suma importancia si consideramos que a nivel mundial, existe un amplio porcentaje de la población que practica la automedicación, Venezuela arroja un 87% de estudiantes que