Inicio > Medicina Forense y Legal > La autopsia psicológica en la investigación criminal

La autopsia psicológica en la investigación criminal

La autopsia psicológica en la investigación criminal

Hace algún tiempo, cuando nos iniciábamos en este apasionante mundo de la investigación criminal, leímos las consideraciones de LeMoyne Snyder acerca de lo engañoso de la determinación del suicidio y sus planteamientos de que «generalmente lo que falta es el conocimiento del factor determinante, es decir, lo que acontecía en la víctima contemporalmente con la hora de su muerte» (1) y que «un fallecimiento no debe ser clasificado como suicidio hasta que se haya descartado cualquiera otra posibilidad que lo explique» (1) nos hicieron reflexionar en torno a la relevancia de la exploración psicopatológica del occiso.

La autopsia psicológica en la investigación criminal

Lic. Michel Hernández Fernández

MsC. Silvia Esther Fernández Perez

CUBA

Desde la década de los 60 investigadores norteamericanos con estas mismas preocupaciones en relación a las muertes equívocas o dudosas establecieron los principios generales para la realización de la autopsia psicológica (273,4), su objetivo era descartar o afirmar la hipótesis del suicidio en base a un estudio psicológico postmortem.

La caracterización retrospectiva de la personalidad y la vida de una persona ya fallecida recibe el nombre de autopsia psicológica, es un método indirecto e inferencial que tiene por objetivo la reconstrucción sociopsicopatológica del occiso.

Previa revisión de toda la literatura especializada disponible (5,6,7,8,9,10,11) diseñamos nuestra propia metodología (12) la cual, a diferencia de todos nuestros antecesores, se encuentra totalmente estructurada y sistematizada, disminuyendo a un mínimo el margen de sesgo. Tanto el MAP‑I (Modelo de Autopsia Psicológica para suicidas) como el MAP‑II (Modelo de Autopsia Psicológica para víctimas de homicidio) son instrumentos con posibilidad de respuesta cerrada, mientras que todos los revisados eran abiertos o semiestructurados, dejando margen a la interpretación subjetiva de los exploradores. Ambos modelos fueron validados mediante investigaciones de absoluto rigor científico (12,13).

Además de esta ventaja ofrecida por el propio diseño del modelo, nuestro estilo de trabajo para la conformación de la autopsia psicológica es sustancialmente diferente, los norteamericanos parten de la revisión de documentos y entrevistas realizadas tiempo después del hecho, nosotros comenzamos desde la propia escena de la muerte. El psiquiatra tiene acceso al lugar del hecho junto al médico legista, el criminalista, el instructor y el investigador policial y esto constituye otra gran ventaja, no nos imaginamos la escena, la vemos, y allí la víctima además de huellas físicas deja huellas psicopatológicas grabadas en los espacios que ocupó hasta los últimos instantes.

Lo principal en este trabajo es el proceso en sí mismo, además de entrevistar a los familiares, conviventes y allegados del occiso, nos nutrimos de la inspección de la escena de la muerte, la revisión del expediente médico‑legal y policial, así como de documentos personales, cartas, notas, diarios, fotografías, obras de arte, etc) de la víctima.

Una vez conformada la autopsia psicológica se integra al resto de la investigación criminal, constituyendo en ocasiones la pieza clave para el esclarecimiento de un hecho, ¿cómo definimos si se trata de un suicidio, un accidente o un homicidio a través de esta técnica?

  1. Valorando los factores de riesgo al suicidio, de riesgo heteroagresivo o de riesgo a la accidentalidad.
  2. Valorando el estilo de vida del occiso.
  3. Determinando el estado mental en el momento de la muerte.
  4. Estableciendo las áreas de conflicto y motivacionales.
  5. Estableciendo el perfil de personalidad del occiso.
  6. Determinando si existían señales de aviso pre‑suicidas.
  7. Determinando si existía un estado pre‑suicida.

El informe de la autopsia psicológica se realiza siempre en forma probabilística por tratarse de conclusiones inferenciales e indirectas cuyo valor consiste en completar precisamente la investigación en casos donde establecer la caracterización de la víctima resulta un elemento imprescindible.

También como parte de la investigación criminal la autopsia psicológica le ofrece a los investigadores policiales una valoración probabilística de los autores, al caracterizar a la víctima con su estilo de vida, sus intereses, aspiraciones, motivaciones y conflictos se realiza un análisis operativo de quienes tendrían interés en vincularse a ella, es como si les dijera: para tal víctima busca tal victimario, esto contribuye a estrechar el círculo de sospechosos y por tanto a economizar los recursos disponibles para la investigación.

Finalmente queríamos comentar algunos casos trabajados donde la autopsia psicológica ha sido decisiva para la investigación criminal:

Caso # 1:

Se trata de la muerte equívoca de un joven de 27 anos después de precipitarse de un edificio en horas de la madrugada, se manejaba la posibilidad de un suicidio por tratarse de un individuo con trastornos nerviosos referidos por los vecinos al instructor, se hablaba de accidente por el antecedente de ingestión de bebidas alcohólicas, pero también se pensaba en el homicidio por el antecedente de discusiones recientes con un vecino. La autopsia psicológica pudo establecer que se trataba de un retrasado mental ligero con conducta sociopática y una adicción al alcohol y drogas, así como también descartamos cualquier elemento de un síndrome presuicida. Dadas las dificultades en las relaciones