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Bruxismo del sueño. ¿Atención Primaria de Salud?

facetas, durante el tiempo establecido para la educación en el trabajo, como parte de la formación profesional de internos de Estomatología, hemos tenido la oportunidad de interactuar y dar atención estomatológica a un grupo de personas quienes muchas de estas no tenían conocimiento que presentaran bruxismo, el cual diagnosticamos, haciéndose en muchos casos necesaria la interconsulta con el equipo multidisciplinario pertinente, motivados por la presencia repetida de este fenómeno en nuestra población, considerando el deber de guardianes de la salud, y por la importancia de un diagnóstico temprano nos propusimos realizar este trabajo ante la oportunidad de llevarlo a presentación en jornada científica, y proponer una estrategia interceptiva de tratamiento en el nivel primario de atención que permita detener esta enfermedad, minimizar sus daños, y en consecuencia evitar el deterioro de las estructuras bucales y la pérdida de la salud bucal.

Objetivos:

General: identificar la presencia de bruxismo relacionado al sueño en pacientes de la comunidad de Managua. Septiembre 2012 a marzo 2013.

Específicos:

1)            Determinar la prevalencia del bruxismo del sueño según edad y sexo.

2)            Identificar los principales signos y síntomas según edad y sexo.

3)            Establecer una propuesta de estrategia interceptiva de atención primaria de salud.

Métodos:

Diseño del estudio: observacional descriptivo de corte transversal en el servicio estomatológico del Policlínico Docente Universitario Managua, del municipio Arroyo Naranjo, en la Habana, durante los meses de Septiembre 2012 a Marzo 2013

El universo lo conformaron todos los pacientes de las familias asignadas, que acudieron en el tiempo establecido para su atención durante la educación en el trabajo de estudiantes de 5to año, que cumplieron con los criterios de inclusión(200), obteniendo una muestra de 62 pacientes.

Se Incluyeron: Pacientes que desconocían ser portadores de signos y síntomas de bruxismo y que desearon formar parte del estudio.(en el caso de los niños se solicitó la aprobación del adulto responsable)

Se excluyeron: aquellos que refirieron conocer que sufrían de apretamiento dentario y sus síntomas oro-faciales, así como los que no desearon formar parte del estudio.

Ética: se le explicó a cada paciente el objetivo del trabajo y los pasos que se seguirían para su realización,. Se les informó a todos los pacientes que su colaboración era a través del interrogatorio y el examen físico, solicitándoseles el consentimiento informado

Recogida de los datos: A cada paciente se le realizó una entrevista como parte del interrogatorio y además el examen físico facial y bucal, que permitió el llenado de un formulario diseñado para la recogida de datos. En el caso de los niños se interrogó a su acompañante y familiar previo al examen bucal.

Variables analizadas: Edad, sexo, presencia de bruxismo, signos y síntomas y clasificación según agresividad. Procesamiento estadístico: se confeccionó una base de datos con el programa estadístico informatizado (Excel SPSS), obteniéndose los valores absolutos y relativos (razones y porcentajes) Se utilizó como medida de resumen el porciento y finalmente se confeccionaron tablas que facilitaron la presentación de los resultados.

Resultados: (ver tablas 1, 2, 3 y 4 en archivo anexo, al final del artículo)

Tabla 1: Distribución de la población estudiada según edad, sexo y diagnóstico establecido.

Tabla 2: Distribución de la población estudiada según edad, signos y síntomas presentados.

Tabla 3: Distribución de la población estudiada según sexo, signos y síntomas presentados.

Tabla 4: Distribución de la población estudiada según sexo, grado de agresividad y establecimiento del bruxismo.

Comentario: se mostró la presencia de bruxismo en las diferentes edades, podemos darnos cuenta que aquellos que constituyeron el grupo de 36 a 59 años fueron los más afectados, y su frecuencia alcanzo el 29%.

Así también que las hembras lo manifestaron más. En el mundo no se ha establecido formalmente una diferencia en cuanto al sexo, epidemiológicamente se conoce que afecta por igual ambos sexos, pero en nuestro estudio encontramos más afectado al sexo femenino pudiendo inferir el grado de estrés sostenido que enfrentan las mismas en la actualidad, en estos casos nos referimos a aquellos que presentan un bruxismo nocturno y que solo es detectado por sus manifestaciones bucales, la Infractura del esmalte, atrición dentaria, y el rechinamiento nocturno se expresan más frecuentemente, por lo que guardan relación directa con la enfermedad, y vemos que los adultos jóvenes están más afectados destacándose el grupo de 36 a 59 años, advirtiendo también que niños y adolescente se encuentran sensibilizados.

Además, la presencia de cefalea referida como síntoma general está presente en la mayoría de los casos o en todos ellos así como las facetas de desgaste dentario independientemente de su magnitud, siendo la primera el 69,3% y la segunda el 67,7% de todos los estudiados. Al clasificar el bruxismo prestamos vital atención a los grados I y II, en estos es permisible la reversibilidad de la afectación, en el caso del grado I donde todavía no se ha establecido, los daños pueden ser imperceptibles e incluso puede no estar presente la ansiedad, la educación para la salud tiene gran repercusión.

En el caso del grado II aun siendo visibles los daños y /o afectaciones de las estructuras bucales el paciente tratado responde bien al tratamiento, pero de no ser diagnosticado y/o tratado en el tiempo preciso avanza hacia el grado III donde trae gran deterioro de estructuras y no responde satisfactoriamente a los tratamientos, recogimos como se manifestaron los tres grados, el grado II es más frecuente en esta población representando un 83,8%, y son las hembras las más afectadas de manera predictiva podemos inferir que una adecuada estrategia permitirá la erradicación de esta enfermedad y/o su control desde la atención primaria para los grados I y II, así mismo no podemos descuidar la presencia del grado III, y a los afectados brindarle rehabilitación y trabajar en base a reducir los efectos sobre el complejo maxilofacial.