“El profesor desinteresado, o sea el profesor cuyo mensaje cuando un estudiante acude con un problema es «Explícalo a alguien para que se ocupe de ello». Este tipo de profesor hace mucho tiempo que trabaja con desgana, utiliza el ridículo como una herramienta de control y recurre al cinismo tanto en las relaciones dentro del aula como fuera de ella. Aunque la escuela puede tener una política en la que se anima a los estudiantes a hablar con los profesores cuando hay un problema, no todos los profesores se adhieren a esta política y se permiten que hagan las cosas a su manera y mantengan sus propias idiosincrasias. Este tipo de profesor básicamente no permite que se le moleste y probablemente piensa que los estudiantes deberían solucionar ellos mismos sus propios asuntos.
El profesor permisivo, que permite que se produzca el acoso escolar por culpa de su desinterés, por falta de observación, por sus respuestas no meditadas ante el comportamiento de los estudiantes, por no interesarse por que algún estudiante esta triste y subestimando las pintadas y otras indicaciones de una cultura insegura. Mientras que el profesor interesado se esconde tras el cinismos, el permisivo tiene una clase donde todo vale, prefiere el compromiso a la adopción de una postura moral, de mensajes poco claros que permiten a los estudiantes justificar la intimidación y otros comportamientos antisociales, como “bromas pesadas”, “un poco de diversión” o “una lección de supervivencia”. Prefieren la popularidad a la responsabilidad”
Ya para concluir, refiriéndonos a los datos recogidos por Peter Smith (3) “La mayoría de los estudios sobre la prevalencia del fenómeno de la violencia escolar y sobretodo del acoso escolar, muestran que la violencia se mantiene con frecuencia escondida y no porque ésta sea la voluntad de los alumnos sino por falta de vigilancia. Esto genera un sentimiento de impunidad para los agresores y un sentimiento de falta de reconocimiento y de abandono para las víctimas”. Además “Cuando los adultos se enteran de lo que acontece, a veces lo consideran como parte del proceso de desarrollo del individuo durante la adolescencia. Además se concentran los esfuerzos sobre las víctimas o los agresores sin tener en cuenta que el acoso escolar es también una dinámica de grupo y que los testigos, aunque no sean participantes activos, siempre son participantes pasivos.
El malestar de los docentes puede generar las condiciones para que se desarrolle un clima escolar difícil. Por esta razón es necesario que reciban formación específica, puesto que se ha demostrado que su capacitación supone uno de los factores de protección más eficaz contra la violencia escolar.
Los estudios comparativos muestran que tener en cuenta los problemas de violencia y dedicar tiempo a escuchar los problemas de los alumnos o de los adultos de los centros educativos son factores que dependen de la cultura impulsada por la dirección de los centros, pero también del estatuto y del papel de los docentes”
CONCLUSIÓN
Podemos determinar que el hecho de que el acosado sea diferente al acosador, mejor que él, el sentimiento de liderazgo que siente el acosador mientras todos sus amigos le alaban sus actuaciones, el miedo del acosado, el entorno familiar de agresor y víctima es lo que lleva al agresor a acosar.
A un niño acosado le lleva a no confesar esa agresión el miedo a las represalias del acosador, la falta de comunicación con la familia, no querer preocupar a la familia, vergüenza.
Ante esta situación se puede observar que las familias actúan de diferentes formas dependiendo de su situación, aquí destaca la mediación con los profesores y psicólogos, el guardar silencio por miedo al escándalo público, las diferentes formas de abordar el tema por cada miembro de la familia, discusiones de las figuras paternas y falta de comunicación por falta de tiempo. Padres que fomentan la violencia.
Los agresores utilizan los móviles, el correo electrónico para intimidar a las víctimas. También se usan los foros para obtener información sobre el acoso y entrar en contacto con otras personas que sufren acoso.
Como medidas preventivas se utilizan recursos externos al centro, charlas informativas y psicólogos. Pero los profesores no prestan la suficiente atención a los sucesos, incluso ignoran el tema y no quieren escándalos.
La figura de los amigos es un papel importante ya que apoyan al agresor y sin ellos las agresiones no se llevarían a cabo, ya que los aplausos de éstos son lo que incita a continuar al agresor.
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