Inicio > Gestión Sanitaria > Calidad del Servicio de Mamografía del Hospital Materno Este

Calidad del Servicio de Mamografía del Hospital Materno Este

Calidad del Servicio de Mamografía del Hospital Materno Este

Introducción

El descubrimiento de los rayos X comienza con los experimentos del científico británico William Crookes, que investigó en el siglo XIX los efectos de ciertos gases al aplicarles descargas de energía. Estos experimentos se desarrollaban en un tubo vacío y electrodos para generar corrientes de alto voltaje. Él lo llamó tubo de Crookes.

Posteriormente, el 8 de noviembre de 1895 el físico Wilhelm Conrad Roentgen realizó experimentos con dicho tubo. En su búsqueda, analizaba las propiedades de los rayos catódicos para evitar la fluorescencia violeta que estos producían. Dándole seguimiento a estos estudios descubrió que los rayos producidos eran muy penetrantes pero invisibles, y que atravesaban grandes capas de papel y metal menos densos que el plomo.

Calidad del Servicio de Mamografía del Hospital Materno Este

Lic. Ángel G. Infante Pineda

Lic. Aylin de la Caridad Aguilar Tur

Lic. Héctor Parra Caboverde

Lic. Nelson Escalona Cuñat

MSc. Aurelio Mustelier Lescaille

Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Santiago de Cuba

Esta investigación la aplicó en el campo de la fotografía, donde obtuvo un nuevo descubrimiento: las placas fotográficas que empleó habían sido velada por estos rayos, a los que llamó “rayos X” por desconocer su origen. Fue así como percibió la acción de esta radiación sobre la emulsión fotográfica y continuó realizando experimentos con varios objetos para comprobar lo observado.

El 22 de diciembre decidió practicar la primera prueba con humanos, pidiéndole a su esposa que colocase la mano sobre la placa durante quince minutos. Al revelar la placa de cristal, aparecieron los huesos de la mano de Berta con el anillo flotando sobre estos. Así nace una nueva rama de la medicina: la Radiología. [1]

La magnitud del descubrimiento de estos rayos fue tan notable que a los pocos meses del anuncio, ya se realizaban en el mundo exámenes radiográficos con fines médicos. En el caso de la mamografía (llamada también senografía o mastografía) durante muchas décadas y por condicionamientos puramente técnicos estuvo desacreditada como método diagnóstico.

Sus inicios como método radiológico se remontan a 1913 cuando Albert Salomón (Berlín) radiografiaba piezas de mastectomía para determinar la extensión del tumor, describiendo los signos radiológicos del cáncer de mama y de su afectación axilar.

En 1949 Raúl Leborgne de Uruguay le daba impulso al método y caracterizaba la presencia de microcalcificaciones en el 30% de los cánceres de mama. Reconoce la importancia de la compresión para aumentar la calidad de la imagen, con conos de compresión en áreas de interés y en 1951 describe la diferencia entre las calcificaciones benignas y malignas y la semiología radiológica de las enfermedades de la mama.

Posteriormente en 1960 Robert L. Egan describe el alto miliamperage –bajo kilovoltaje usando películas industriales y en 1963 el Programa sobre el Control de la enfermedad del Cáncer en EEUU, informa de la utilidad y la reproductividad de la mamografía. Para 1965 Charles Gros (Estrasburgo) junto con la Compañía General de Radiología (CGR) diseña el primer prototipo de senógrafo con ánodo de molibdeno que produce radiación de baja energía que da un mejor contraste a las estructuras de la glándula mamaria y en 1969, la Compañía General de Radiología (CGR) saca al mercado el CGR Senographe con ánodo de molibdeno, cono de compresión y columna giratoria que es el precursor de los mamógrafos actuales.

De 1963 a 1966 el Health Insurance Plan (HIP) patrocina en Nueva York el primer screening de cáncer de mama combinando la mamografía y la palpación, viendo así como bajaba la mortalidad por cáncer de mama comparando con el grupo control. Luego de 1981 a 1982 empieza el screening de cáncer de mama en Suecia utilizando una sola proyección radiológica, la mediolateral oblicua.

Ya en los años 90 se desarrolla la mamografía digital y en el año 2000 la Food and Drug Administration: Agencia de Alimentos y Medicamentos o Agencia de Drogas y Alimentos (FDA) aprueba el primer mamógrafo de campo completo. [2]

En todo el mundo, la mamografía por radiación X es la imagen estándar usada para diagnosticar cáncer de mama, y constituye el método más aceptado para la detección precoz de dicho carcinoma. Esta tecnología se ha desarrollado hasta el punto extremo en que imágenes del busto se obtienen a través de su compresión, un proceso doloroso y poco decoroso. A favor debemos decir que estas tecnologías tienen alta resolución espacial, buena resolución de contraste, pero no contienen suficiente información diagnóstica para desarrollar dictámenes específicos; sin importar lo bien entrenado que este el médico radiólogo. [3]

En la mamografía de rayos X se registran las imágenes sobre una placa plana con una emulsión, en escala de grises. Dado que las imágenes anatómicas varían formidablemente entre las mujeres, las placas son difíciles de leer y lo que puede considerarse normal en un paciente puede indicar un alerta en otro paciente. A esto se suma que este estudio radiográfico implica un nivel de dosis glandular que puede o no sobrepasar los límites permisibles según la regulación vigente en cada país.

En Cuba el cáncer de mama es la localización más frecuente de las neoplasias malignas en la mujer. En 1999 el número de defunciones por esta enfermedad fue de 1079, para una tasa de mortalidad de 19.4 por cada 100 000 habitantes (teniendo en cuenta sólo la población femenina). Así como en otros países, el nuestro cuenta con un Programa Nacional de Detección Precoz de Cáncer de Mama desde 1991 que incluye el cribado de mujeres asintomáticas, por el cual se le realiza este tipo de exámenes a todas las mujeres comprendidas en el grupo de 40 a 64 años. [4] A disposición de este programa se encuentran instalados a lo largo de todo el territorio nacional equipos de mamografía, una parte de los cuales están situados en unidades móviles y el resto en centros hospitalarios. La mayoría de estos equipos corresponden con el modelo Mammomat 2 de la firma Siemens de Alemania.

Desde el año 1992, con la creación del Centro de Control Estatal de Equipos Médicos (CCEEM), el Ministerio de Salud de Cuba (MINSAP) se propuso un Programa Nacional en la esfera del radiodiagnóstico, incluyendo la mamografía, con proyectos