Inicio > Enfermería > Canalización catéter umbilical venoso > Página 2

Canalización catéter umbilical venoso

Es preferible la colocación del catéter arterial en posición alta por presentar menor riesgo. En caso de no disponer de medio ni tiempo para la medición se puede optar por estas fórmulas:

    • Arterial: Peso X 3 + 9 (alta) //  peso X 3 + 7 (baja)
    • Venoso: Peso X 1.5 + 5.5

Colocar el cordonete (o seda) en la base del cordón, ajustada para minimizar la pérdida de sangre y floja para poder introducir con facilidad el catéter a través del vaso. Cortar el cordón umbilical con tijeras o bisturí, dejando en torno a 1cm desde la base. Por lo general el bisturí permite un corte más limpio, de modo que resulta más fácil visualizar los vasos.

Mantener el cordón umbilical erecto y estable (se puede utilizar el mosquito curvo), permitiendo visualizar la vena y arterias del mismo (un cordón normal tiene 2 arterias y una vena que suele ser de mayor calibre). Dilatar la arteria con pinzas de Adson (en caso de canalización arterial).

Introducir el catéter (previamente purgado) según la medida calculada, con ayuda de las pinzas. Ejercer ligera presión (en canalización venosa es menor). El catéter arterial se coloca de dos maneras. En el llamado “cateterismo bajo” la punta del catéter se localiza por debajo del nivel de L3 o L4. En el “cateterismo alto” la punta se localiza por arriba del diafragma en el nivel de D6 a D9. La posición correcta para el catéter venoso es con la punta del catéter a 0,5-1cm por arriba del diafragma.

Comprobar permeabilidad del vaso extrayendo una pequeña cantidad

Fijar el catéter según protocolo del servicio. Se puede realizar de forma convencional realizando un puente con cinta adhesiva, dicho puente permite el visualizar la zona del muñón umbilical y realizar los cuidados necesarios. Esta fijación se situara en torno a 1 cm de la base del cordón.

Otra fijación, se realizaría utilizando una seda de 3/0 y una cinta adhesiva enfrentada. Dicha técnica evita el contacto de cinta adhesiva con la piel del recién nacido; y se usará en prematuros con piel muy lábil o lesiones.

Realizar una radiografía de tórax y abdomen para verificar la posición correcta del catéter venoso.

Registro del procedimiento, calibre del catéter y centímetros introducidos.

En cuanto a los cuidados de Enfermería, hay que mantener la máxima asepsia posible en cada manipulación, mediante lavado de manos y uso de guantes estériles, desinfección de conexiones, cambios de circuitos cada 24 horas (comprobar el correcto funcionamiento del catéter y equipo de infusión), protección de las llaves con gasas o compresas estériles, disminuir el número de llaves de 3 luces.

Asegurar la correcta fijación y localización del catéter por turno, así como asegurar todas las conexiones y pinzar o cerrar la luz del catéter en las desconexiones.

Limpieza y desinfección diaria del muñón y controlar signos de infección como hiperemia en la piel y supuración. Valorar apósitos. Para evitar complicaciones retirar los catéteres lo antes posible.

Mientras el recién nacido sea portador del catéter no se colocará en decúbito prono, sino de manera, que la zona de inserción de los catéteres estén siempre visibles.

Vigilar periódicamente la coloración de las extremidades inferiores (palidez o cianosis) para detectar precozmente la aparición del posible vasoespasmo producido por el catéter arterial. Si esto sucediera, se procedería a envolver la extremidad contraria con compresas templadas, si no se observara mejoría retirar el catéter.

Entre las posibles complicaciones potenciales que se pueden presentar están: hemorragia, infección, trombosis renal o aórtica, vasoespasmo (puede llegar a producir la pérdida de una extremidad inferior, en el caso de una arteria umbilical, aunque no suele ser muy frecuente), perforación intestinal, embolia aérea, necrosis hepática (por enclavamiento del catéter en hígado), enterocolitis necrotizante, arritmias cardíacas producidas por introducir el catéter demasiado de modo que irrita las paredes del corazón.

Para evitar las complicaciones descritas los catéteres umbilicales se retirarán tempranamente, en caso de necesitar un acceso venoso prolongado se procederá a la canalización de un catéter epicutáneo antes de su retirada. La retirada de estos catéteres es un procedimiento realizado exclusivamente por Enfermería, por eso es importante el correcto conocimiento de su técnica.

CONCLUSIONES:

Para el personal sanitario de las unidades de intensivos neonatales la canalización umbilical es una técnica frecuente, por ello es muy importante que las enfermeras conozcan esta técnica y los correctos cuidados que precisa, con el fin de reconocer tempranamente las posibles complicaciones derivadas.

Los avances actuales en la canalización vascular del recién nacido han supuesto una gran ayuda en el incremento de su supervivencia. La canalización umbilical se ha convertido en el acceso venoso central de elección durante las primeras horas de vida del recién nacido.

Se trata de catéteres útiles en situaciones de urgencia y en recién nacidos de muy bajo peso durante los primeros días de vida en los que es preciso un control gasométrico y hemodinámico intensivo, pero es recomendable sustituirlos en cuanto sea posible por otro tipo de acceso vascular central evitando una permanencia prolongada, con lo que los beneficios prevalecerán sobre los riesgos en estos catéteres.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Cunha A, Manuel F, Mauad F, et al. Cordón umbilical y membranas. Capítulo 15: 177-180
  2. López VC, Mimón I, Ros R, et al. Protocolo de canalización y cuidados de Enfermería de catéteres umbilicales. Enfermeria integral. Valencia nº. 89, 2010: 8-11
  3. B.Fernández Colomer et al. Grupo de hospitales Castrillo. Estudio prospectivo sobre catéteres umbilicales en el recien nacido. Anales Españoles de pediatría. Vol.53, Nº5, 2000: 470-478.
  4. Sánchez C, Carbonell X, Esqué MT, Barjau M, Mingueza J, Giraldó L. Catéteres invasivos en el recién nacido. An Esp Pediatr 1999; 51: 382-388.
  5. Canalización de catéteres umbilicales. Disponible en: http://ylang-ylang.uninorte.edu.co:8080/perseo/images/guias/pediatria/CANALIZACION_DE_CATETERES_UMBILICALES.pdf
  6. Egan F. Revisando técnicas: canalización venosa y arterial umbilical. Revista de Enfermería. 13-16.
  7. C. Sánchez García-Vao, X. Carbonell Estrany, Mª T. Esqué Ruiz et al. Catéteres invasivos en el recién nacido. Medicina Fetal y Neonatología. VOL. 51 Nº 4, 1999: 382-388.
  8. Schlesinger A.E. Neonates and Umbilical Venous Catheters: Normal Appearance, Anomalous Positions, Complications, and Potential Aid to Diagnosis. AJR. 2003 April; 180:1147.