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Cáncer cérvico-uterino detección oportuna desde la atención primaria

demostrado que los programas de pesquisas bien planeados, organizados y con una gran cobertura pueden reducir significativamente el número de casos nuevos de cáncer cervical y los índices de mortalidad asociados con él. De los métodos de detección utilizados en el mundo, con la citología orgánica se tiene la experiencia más extensa y de más largo tiempo, pues se ha usado en numerosos países desde 1950. Las pesquisas basadas en la citología y los programas de tratamiento han reducido la incidencia del cáncer cervical y su mortalidad hasta el 80% en Canadá, los Estados Unidos y algunos países nórdicos y entre el 50-60% en otros países europeos. Las pruebas basadas en la determinación y tipificación del virus del papiloma humano (en lo adelante VPH) están disponibles comercialmente, pero tienen desventajas, entre las que se incluyen la necesidad de facilidades de laboratorios sofisticados y un alto costo. (Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la Organización Mundial de la Salud, 2007; Sankaranayanan, Mandhukar, & Rajkumar, 2001)

El virus del papiloma virus (VPH) es un grupo de virus, los que una vez contraídos pueden causar cáncer cervical en algunas mujeres y verrugas genitales tanto en hombres como en mujeres, muchos de estos virus se diseminan por contacto sexual, existen aproximadamente 120 tipos de estos virus pero las cepas 16 y 18 son las responsables del 70% de los cáncer cervical aunque existen otros tipos que pueden también causarlo entre los que sobresalen el 31,33,39,35,39,45,51,52,56,58,59,68 y 69,entre otros. (Center for Disease Control and Prevention (CDC), 2006) El VPH es bastante común y tanto hombres como mujeres son portadoras del mismo, todavía queda mucho por estudiar sobre este, pero según el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC, por sus siglas en inglés) la única manera de evitar el contagio es la de abstenerse del contacto sexual, y es la prueba de Papanicolaou la mejor manera para detectar la enfermedad que se recomienda hacerse anual en pacientes sexualmente activas de más de 25 años de edad. (Ibid, 2008)Tener muchas parejas sexuales es un factor de riesgo para la infección por VPH. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas sin anormalidad, la infección por los virus de VPH de alto riesgo aumentan la posibilidad de que lesiones leves se conviertan en más graves o en cáncer cervical. Sin embargo entre las mujeres que sufren cambios anormales en las células por un tipo de VPH, solo un pequeño porcentaje presentarían cáncer cervical de no extirpar las células anormales. (Franco, Duarte_Franco, & Ferenczy, 2001)

Los estudios sugieren que el  hecho de que una mujer padezca cáncer cervical depende de una variedad de factores que actúan junto con los VPH de alto riesgo. Los factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer cervical en mujeres infectadas con el VPH incluyen fumar y tener muchos hijos. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, se han derivados del tabaco contra el cáncer en el moco cervical, lo que produce alteraciones en el ácido desoxirribonucleico (ADN) que producen algún tipo de modificación celular. (American Cancer Society, 2006) (11)

Se deduce que la mujer con mayor cantidad de compañeros sexuales tiene más probabilidades de desarrollar la infección como ocurre con todas las infecciones de transmisión sexual incluida la del virus del herpes simple tipo 2, que pudiera actuar como cofactor del VPH produciendo una acción sinérgica que motive los cambios celulares cervicales. (Center for Disease Control and Prevention (CDC), 2006)

Es imprescindible considerar la influencia del hombre en la génesis del cáncer uterino y sobre todo en el varón de riesgo o promiscuo que mantiene relaciones sexuales sin protección de barrera como el condón, este tiene una probabilidad más alta de desarrollar una infección de transmisión sexual (ITS) y por tanto, una contaminación en su plasma seminal, la cual tiene un importante papel en la infección por el VPH. Al producirse la eyaculación intravaginal, los espermatozoides ascienden rápidamente a través del canal endocervical, una buena cantidad de ellos se deposita en los pliegues mucosos de las glándulas cervicales cercanas a la unión escamo cilíndrica donde precisamente se desarrolla el mayor número de neoplasias. El plasma seminal constituye el 90 % del líquido eyaculable que contiene componentes inmunosupresores que afectan las funciones de diferentes células del sistema inmune como los linfocitos T y B, macrófagos y anticuerpos del sistema de complemento. En presencia de carcinógenos este efecto inmunológico local puede constituir un cofactor que acelera o contribuye al desarrollo de neoplasias y por eso se le atribuye al plasma seminal una gran importancia en la génesis del cáncer de cuello. Es por esto, que los tres cofactores mencionados (varón de riesgo, ITS y esperma) tienen una relación muy íntima en la aparición de las lesiones cervicales. (Microsoft Encarta, 2007)

La probabilidad de que las mujeres sean portadoras del VPH y el riesgo de padecer de cáncer de cérvix se ha relacionado con la presencia de ADN viral en el pene o la uretra de su pareja sexual. (Hernández, Lazcano, Ruiz, & Romieu , 2006)

La manera más segura de eliminar el riesgo de una de una infección genital por VPH es evitar cualquier tipo de contacto genital con otro individuo. Para aquellas personas que optan por ser activas sexualmente, una relación a largo plazo mutuamente monógama con una pareja no infectada es la estrategia con más probabilidades de prevenir la infección. (Soriano Garcia, y otros, 2004) (14,15)

Se exponen también (Larrondo Morqueria, Gonzalea Angulo, Hernandez Garcia, & Larrondo Lamadrid, 2005) los factores de riesgo epidemiológicos o cofactores relacionados con la aparición de las lesiones intraepiteliales como son la edad al primer coito o cohabitarquia antes de los 20 y de manera marcada antes de los 18 años es uno de los cofactores importantes en la aparición del carcinoma del cuello según reportan numerosos autores nacionales y extranjeros. (Cabezas Cruz, Conducta a seguir ante la NIC, 2005)

El pico de incidencia del cáncer de cérvix ocurre entre la tercera y la quinta décadas de la vida, su incidencia se incrementa con la promiscuidad tanto de la mujer como del hombre así como con el inicio precoz de las relaciones sexuales siendo la infección por el VPH el factor de riesgo más importante. (Puig-Tintoré, y otros, 2006)