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Factores epidemiológicos del cáncer de cervix

  1. Screening y medidas preventivas

El cáncer de cérvix es uno de los cánceres prevenibles más frecuentes en la mujer, es el segundo tumor más común entre las mujeres y representa a nivel mundial el 15% de todos los cánceres originados en el aparato reproductor femenino. En la mayoría de los casos, el cáncer de cuello de útero puede ser detectado en estadíos iniciales mediante la realización periódica de citologías cervicales.

Existen controversias en cuanto a la efectividad del cribado, debido a los rangos de edad a los  que se oferta y el intervalo entre pruebas, pero se acepta, que son efectivos y que reducen la incidencia y mortalidad, ya que los programas de cribado han demostrado ser capaces de disminuir la incidencia del cáncer de cérvix en más del 80% (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. IARC.2005). Sin embargo, un resultado semejante sólo puede ser alcanzado en el contexto de protocolos organizados, con altos niveles de calidad en todas las fases del proceso y con suficiente cobertura.

Por el contrario, hay aspectos que limitan su coste-efectividad, como son, la alta dependencia de la iniciativa de cada mujer o de los profesionales sanitarios que la atienden; la inequidad, con un uso inadecuado de la citología, debida a sectores de mujeres que se criban con demasiada frecuencia, por ejemplo, un 20,7% de mujeres sin relaciones sexuales coitales se realizan citologías de forma frecuente, mientras otras no lo hacen con la frecuencia recomendada, o no disponer de un sistema de información y registro homogéneo. En resumen, una situación en la que podría existir un cierto desequilibrio y en la que se percibe que un sector importante de la población es sometido a un número de cribados superior a lo que sería justificable en base a la evidencia científica disponible.

La población diana consiste en mujeres de entre 25 y 65 años que cumplan los criterios de inclusión, mantener o haber mantenido relaciones sexuales, no presentar sintomatología sugestiva de patología ginecológica y no haberse realizado citologías previas o si éstas se han realizado y han transcurrido los intervalos previstos en el protocolo.

La citología cervicovaginal sigue siendo el método más útil por su eficacia y  eficiencia para el estudio de las lesiones escamosas preinvasoras de cérvix. Las técnicas de detección precoz se muestran especialmente eficaces por su alta especificidad, favoreciendo la oportunidad de prevenir o retrasar la evolución a cáncer cervical, siendo la sensibilidad del 29-56% en bajo grado y del 60-80% en alto grado. La US Preventive Services Task Force (USPSTF) considera el screening de cérvix mediante citología triple de Wied altamente recomendado en mujeres sexualmente activas.

La prueba de Papanicolau, la cual consiste en el examen citológico de una preparación de células obtenidas mediante raspado del cuello del útero, a pesar de su éxito, tiene limitaciones tanto en términos de coste como de eficacia.

Por otra parte,  los sistemas automáticos de lectura de muestras con nuevas tecnologías sirven para complementar o mejorar la efectividad del cribado, ofrecen la posibilidad de automatizar la lectura de la mayoría de test normales y ayuda en la valoración de test anormales. La citología de base líquida facilita la automatización de la lectura.

Ésta última es un método de preparación de especímenes para su examen citológico que consiste básicamente en preparar una suspensión celular en medio líquido a partir de la muestra obtenida del cérvix. El material obtenido se introduce en un medio fluido de conservación, posteriormente esta suspensión  se utiliza para obtener una preparación consistente en una capa extraordinariamente fina (monocapa) de células para su examen microscópico. La preparación obtenida es más representativa del espécimen, conserva  mejor las características celulares y está más libre de material contaminante.

Respecto a la periodicidad, la edad de inicio es los 25 años de edad o a los 3 años de inicio de las relaciones sexuales. El intervalo de repetición consiste en realizar 2 citologías de Papanicolau con un intervalo de un año. Si ambas son negativas se  recomienda realizarla  cada tres años hasta los  35 años y cada cinco años hasta los 65. El cribado finaliza a los 65 años con una última citología a toda mujer que haya tenido un cribado adecuado y con resultados negativos.

  1. Incidencia, prevalencia, mortalidad y tasas de supervivencia

El cáncer de cérvix es uno de los tumores más frecuente del tracto genital femenino. Las cifras estimadas para mujeres que ya han mantenido las primeras relaciones sexuales indican que actualmente hay 27 millones de mujeres con displasia de bajo grado, 1,5 millones con displasia de alto grado y 400.000 con carcinoma invasor de cuello.

Cada año se diagnostican unos 440.000 casos nuevos de cáncer de cérvix en el mundo. La edad promedio del carcinoma cervical es de 40 a 50 años. Aproximadamente el 47% de las mujeres con carcinoma invasivo de cérvix se diagnostica antes de los 35 años. Solo el 10% de los diagnósticos se hacen en mujeres mayores de 65 años. El tipo histológico más común es el carcinoma de células escamosas, que representa el 80% de todos los carcinomas invasivos de cérvix. La incidencia se ha mantenido constante en los últimos años, aunque analizando por edades, se observa un aumento para las mujeres entre los años 30-40.

Aproximadamente, la mitad de las pacientes diagnosticadas cada año fallecen a consecuencia de la enfermedad. Esto sucede fundamentalmente en países en vías de desarrollo, donde son diagnosticados el 83% de los cánceres de cérvix. Se debe a que los programas de screening no abarcan a todos los sectores de la población subdesarrollada, por lo tanto tenemos una supervivencia media tras el diagnóstico de 5 años en estos países, mientras que en los países desarrollados es de 10 años.

Incidencia

El cáncer de cuello uterino o cérvix es el séptimo cáncer más frecuente en mujeres a nivel europeo con una incidencia estimada de 10,9 x 100.000 habitantes. Además podemos aclarar que ocupa el puesto número dieciocho con respecto a todos los tipos de cánceres en hombres y mujeres con una incidencia estimada de 5,6 x 100.000 habitantes.

Gráfico 1. Incidencia estimada de cáncer en mujeres en la Unión Europea. Fuente: EUCAN: “International Agency for Research on Cancer”

Ver Tablas – Factores epidemiológicos del cáncer de cervix, al final del artículo

Gráfico 2. Incidencia estimada de cáncer en ambos sexos en la Unión