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Características psicoemocionales de los pacientes del hogar geriátrico San Vicente de Paul

Cabe destacar que dentro de las Características del Adulto Mayor; Coll C., (2008) describe, Permanecer físicamente saludable y ajustarse a las limitaciones, mantener un ingreso adecuado y medios de sostenimiento, ajustarse a nuevos roles de trabajo, establecer condiciones adecuadas de vivienda y vida, mantener la identidad y el estatus social, encontrar compañía y amistad, Aprender a usar el tiempo libre de manera placentera, Establecer nuevos roles en la familia, Lograr la integridad mediante la aceptación de la propia vida.

En consecuencia, “La edad adulta ha de verse como una realidad no estática o inmóvil, sino en devenir”, según Coll C., (2008), dentro de esta se producen cambios y también crisis, a menudo dependientes de acontecimientos externos o ajenos al comportamiento de la persona. En la vida adulta, en el curso de su desarrollo aparece con entera claridad que, bajo condiciones normales, las personas son relativamente dueñas de su propio destino, de sus circunstancias, aunque también están determinadas por estas.

Es por esto, que pasar de ser adulto mayor a ser de la tercera edad, el mismo autor define como un proceso de cambios, donde se evidencian amenazas y circunstancias de diferentes naturalezas, ya sea físico, social o psicológico. Se hace necesario resaltar, que cuando se habla de envejecimiento, se debe aclarar dos definiciones de gran importancia, como lo son, la edad cronológica y la edad biológica, la primera se refiere a la edad de la persona en relación al tiempo transcurrido desde su nacimiento. Por otra parte, la segunda se refiere al estado funcional de los órganos comparados con patrones estándares para tal edad. Por lo tanto, no precisamente la edad cronológica está relacionada con los cambios biológicos; es decir, la edad biológica, es un concepto fisiológico que determina el envejecimiento real de un individuo.

Las diferencias principales respecto a la edad adulta seguramente residen en los estados de ánimo prevalecientes. Lanchman, (1989) citado por Coll C., (2008). A menudo una profunda melancolía, pero no por fuerza amargura o desesperanza, por el contrario aparecen cambios en estilos de afrontamiento, estilos de defensa, actitudes y valores, autoestima y autoconcepto, motivación de logro, aspiraciones y variables afectivas, como ansiedad y depresión.

Necesidades Socioafectivas

El Adulto Mayor posee múltiples necesidades, que se interrelacionan e interactúan; el nivel de satisfacción de cada necesidad va en directa relación con las posibilidades de este grupo de acceder a satisfactores. Cabe resaltar que las necesidades pueden satisfacerse a niveles diferentes, con distintas intensidades y en tres contextos: en relación con uno mismo, con el grupo social, y con el medio ambiente, de acuerdo a las posibilidades de acceder a los satisfactores y bienes económicos requeridos, así lo destaca Espinoza, P. (2005).

A nivel mundial los países desarrollados mantienen programas de atención al anciano que permite la oferta de atención integral, tal es el caso de la Unión Europea en donde, según lo reporta la Comisión Europea para la atención de los Enfermos Crónico (1992), citado por Flores E., Molina L., Guzmán Y. (2007) las instituciones de atención al anciano demuestran preocupación por los cuidados que se ofertan permitiéndoles el contacto con los familiares, amigos dentro del entorno donde interactúan, así como también la satisfacción de las necesidades básicas de supervivencia.

En América Latina no se conoce con exactitud la labor de los diferentes países en pro de la atención de esta población, sin embargo en lo que respecta a Cuba, Couso C., Zamora M., Fernández C., y Díaz S., (1998) también citados por Flores E., Molina L., Guzmán Y., (2007) explican que el programa de atención al adulto mayor en Santiago de Cuba busca la satisfacción de las necesidades presentes en esta población, haciendo énfasis en lo relacionado a la educación del anciano, al apoyo y comprensión, al reforzamiento de la estima y la garantía de mantener un nivel de actividad acorde con su situación personal.

Espinoza, P. (2005) resalta que el desarrollo humano y la calidad de vida están determinados por las posibilidades que las personas tengan de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas. Por su parte Okumura, A. (2012) agrega que es fundamental saber aspectos cognitivos, si es que se quiere estudiar o saber sobre el adulto mayor. Ortega, M. (2007) define la cognición como el estudio de los procesos mentales, tales como la percepción, atención, memoria, lenguaje, razonamiento y solución de problemas, conceptos y categorías, representaciones, desarrollo cognitivo, aprendizaje y conciencia. Su objetivo central es el de comprender como se desarrollan estos procesos en los seres humanos, tratando de explicar lo que pasa en su mundo interior.

Por otro lado Cancela, J., Pariente, S., Iglesias, C. (2008) citan a Yanguas, J., Sancho, M. y Leturia, F. (2004) explican que las funciones cognitivas establecen procesos por los que el individuo recibe, almacena y utiliza la información de la realidad y de sí mismo. En consecuencia, si con la edad se producen cambios relacionados con las funciones anteriores, estos afectarán al conjunto de procesos, funciones y capacidades psicológicas fundamentales para la vida. Además agregan que los problemas relacionados con la memoria provocan en las personas mayores sentimientos de pérdida de control sobre el medio y el propio comportamiento, atribuyéndolos frecuentemente a la edad.

Otra característica importante de estudiar es la Dependencia que suelen crear los ancianos; El Consejo de Europa (1998) citado por Flores, E., Rivas, E., Seguel, F. (2012) la define como «un estado en el que se encuentran las personas que por razones ligadas a la falta o pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria». Flores, E., Rivas, E., Seguel, F. (2012) también hacen referencia al Servicio Nacional del Adulto Mayor (2010), el cual estipula que las definiciones de dependencia se enmarcan «dentro de las limitaciones o incapacidad para efectuar las actividades de la vida diaria». Aguilar, R., Alemán, A., Martínez. M., Vega, M., Quevedo, M., Gutiérrez, G. (2007) destacan que los adultos mayores prefieren ser independientes y capaces de cuidar de sí mismos porque mantienen su autoestima, que es fundamental para el