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Catéter translumbar para hemodiálisis. Presentación de un caso

Catéter translumbar para hemodiálisis. Presentación de un caso. Hospital «Julio Trigo López», 2012.

RESUMEN.

Se realizó un estudio prospectivo de corte longitudinal en el servicio de Hemodiálisis del Hospital «Julio Trigo López» año 2012, a paciente de 28 años de edad en tratamiento de Hemodiálisis, con el objetivo de valorar la vida útil del catéter translumbar, insertado por vía femoral hacia la vena cava central el 06 de junio del 2011, sus complicaciones e infecciones, iniciando su ingreso al programa de diálisis el 15 de diciembre del 2003.

La causa de la Insuficiencia Renal Crónica fue la nefroangiosclerosis. Como método de análisis se utilizó la descripción transversal de la información recopilada de la fuente primaria, la revisión documental de la historia clínica.

Catéter translumbar para hemodiálisis. Presentación de un caso. Hospital «Julio Trigo López», 2012.

MsC. Lic. Julio Antonio Feria Díaz

MsC. Lic. Norka Reloba Molina

MsC. Lic. Caridad Vega Rodríguez

Dr. Arney Sánchez Vega

Lic. Magdalena Méndez Romero

Profesora Asistente. FCM Julio Trigo López.

Hospital Docente «Julio Trigo López». La Habana – 2012

Se recopilaron los datos en el modelo de adecuación de hemodiálisis, así como entrevista a la paciente que constituyó la población objeto.

El resultado de la investigación constató que la vida útil del catéter translumbar sobrepaso las expectativas de vida, con un bajo índice de infestación y complicación. Se decide realizar el estudio por ser un caso inusual, infrecuente y reportándose en estos momentos un caso único en tratamiento de hemodiálisis en el hospital «Julio Trigo López»

Palabra Claves.

Insuficiencia Renal Crónica, Hemodiálisis, catéter translumbar,

Nefroangiosclerosis

INTRODUCCIÓN.

Las Fístulas arteriovenosas externas Descritas por Quinton en 1960, fueron el primer método de acceso vascular empleado con éxito para hemodiálisis crónica. La gran incidencia de trombosis e infecciones limita la duración media a unos 12 meses, y puede comprometer la creación ulterior de un acceso arteriovenoso. Las indicaciones del shunt externo en la actualidad son muy limitadas. Nuestro grupo, con experiencia en más de 6.000 intervenciones para construcción y mantenimiento de accesos vasculares, no ha colocado ninguno de estos accesos en los últimos 25 años. Quizá puedan ser necesarios en caso de severa coagulopatía que haga muy arriesgado un acceso venoso central percutáneo, o ante la imposibilidad de este acceso transvenoso. (1)

Los catéteres percutáneos en venas centrales primero se empleó la vía femoral con colocación del catéter en la vena cava inferior. Posteriormente Un acceso vascular permanente debiera ser considerado en el paciente renal con la suficiente antelación para permitir una adecuada evaluación del lecho vascular del paciente, si se considera necesario, y un tiempo de «maduración» (dilatación venosa necesaria para una fácil punción) suficiente para permitir una diálisis adecuada.

Esta evaluación debería comenzar en la consulta del nefrólogo, en la que debiera hacerse una somera exploración vascular de las extremidades superiores encaminada a determinar la adecuación de un acceso vascular autólogo, esto es, utilizando los propios vasos del paciente para la evaluación venosa es suficiente la palpación de una vena superficial, previa colocación de un compresor o torniquete en el brazo, desde la muñeca hasta el pliegue del codo. En pacientes con panículo adiposo abundante se puede palpar sobre la vena la onda de percusión ocasionada por el golpeteo de la vena cefálica en la muñeca, que siempre es superficial. Para la evaluación arterial, la palpación del pulso arterial y cubital es todo lo que se necesita. El test de Allen se ha mostrado irrelevante en la predicción del síndrome de robo después de la construcción de la fístula. En más de 1.200 fístulas radio cefálicas realizadas por nuestro grupo, los se usaron catéteres colocados por vía subclavia o a través de la canulación percutánea de la vena yugular interna derecha. (2) El uso de estos catéteres, colocados en venas intratorácica se asocia al desarrollo de estenosis venosas centrales, que pueden

afectar desde las puertas de entrada venosa hasta la vena cava superior y que imposibilitan o complican seriamente la creación de accesos arteriovenosos permanentes en las extremidades superiores, Los catéteres de doble luz colocados por vía femoral suelen proporcionar una diálisis eficaz. (3)

Los profesionales en la especialidad Nefrológica sabemos que el gran reto de las unidades de hemodiálisis son las vías de acceso vasculares. La primera y mejor opción de acceso vascular es la fístula arteriovenosa interna (4), cuando esta posibilidad se agota se recurre a la implantación de catéteres venosos profundo, temporales o permanentes, por venas de gran calibre como yugular, subclavia y femoral (5). En ocasiones estos vasos por determinadas patologías dejan de ser eficaces para el tratamiento de hemodiálisis, por lo que se hace necesario recurrir a unas de las ultimas alternativas de acceso vascular como es el catéter translumbar tunelizado en vena cava inferior (6).

El proceso de implantación se realiza bajo sedación en el transoperatorio, para ello se coloca al paciente en decúbito supino y se introduce a través de vena femoral una guía hasta llegar a la vena cava inferior, con el paciente en decúbito prono se realiza la punción percutánea en la zona derecha de la columna vertebral a nivel de L-4 y L-5, dependiendo de la altura del paciente y bajo control radiográfico se llega con la aguja de punción hasta donde está la guía señal, introduciendo a continuación el catéter para su posterior fijación externa (7).

Los accesos vasculares temporales por esta vía suelen usarse en pacientes con insuficiencia renal aguda para hemodiálisis temporal. Los pacientes con hemodiálisis crónica pueden necesitar estos angioaccesos en determinadas circunstancias como pacientes diagnosticados tardíamente de insuficiencia renal terminal que precisan diálisis antes de haber «madurado» el acceso vascular definitivo, diálisis peritoneal con complicaciones (fiebre de origen desconocido, peritonitis), complicaciones del acceso vascular ( infección, hematomas, trombosis), alteración de la coagulación (trombofilia, hematomas, trombosis), en el acceso vascular a repetición, insuficiencia cardiaca con descompensación hemodinámica, agotamiento de posibilidades de realizar fistula arteriovenosa e imposibilidad de punción cruenta (8). Todos estos factores conllevan a la implantación del catéter translumbar, que tiene como complicación hemorragias retroperitoneal, trombosis, infecciones, riesgo de estenosis y/o oclusión venosa, recirculación elevada, posibilidad de ruptura, flujo bajo en el