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Abordaje quirúrgico sobre la patología valvular

Abordaje quirúrgico sobre la patología valvular

INTRODUCCIÓN

Se realizan miles de intervenciones cardíacas todos los días a consecuencia de la enfermedad cardiovascular (ECV).

Tan sólo en el año 2009, se realizaron casi 416.000 procedimientos de bypass coronario. Y aunque existe una escasez de órganos donados, en el año 2010 más de 2.300 personas recibieron trasplantes cardíacos.

Abordaje quirúrgico sobre la patología valvular

Manuel Luque Oliveros. Adscrito al Bloque Quirúrgico del AH Virgen Macarena

Las Sociedades Españolas de Cardiología (SEC) y de Cirugía Cardiovascular (SECCV), que están constituidas por la mayoría de los profesionales de la sanidad implicados en el tratamiento de los enfermos del corazón, han formado una Comisión  de carácter eminentemente científico que incluye a cardiólogos y cirujanos para estudiar y proponer unos criterios generales de ordenación temporal de las intervenciones en estos pacientes. Basándose en los estudios y ateniéndose a las premisas de su propio método de trabajo, la Comisión ha estructurado los siguientes criterios (1):

Patología valvular

Cirugía en patología valvular

Estenosis aórtica severa:

Edema de pulmón o hipotensión arterial – código 0

Insuficiencia cardiaca congestiva (a pesar del tratamiento) – código 1

Disfunción sistólica del ventrículo izquierdo, asintomática – código 2

Síncope repetido – código 2

Síncope aislado. Angina. Grado funcional III – código 3

Grado funcional II. Otras indicaciones – código 4

Insuficiencia valvular aórtica aguda:

Edema de pulmón o hipotensión arterial – código 0

Cierre precoz de la válvula mitral (por ecocardiograma) (presión telediastólica del ventrículo izquierdo – PTDVI>30 mmHg) – código 1

Severa, sin síntomas ni cierre precoz de la válvula mitral – código 2

Insuficiencia valvular aórtica crónica:

Grado funcional IV – código 2

Disfunción sistólica del ventrículo izquierdo – Grado funcional II-III – código 3

Disfunción sistólica del ventrículo izquierdo – Grado funcional I – código 4

Con función ventricular izquierda conservada – Grado funcional II-III – código 4

Estenosis mitral:

Edema de pulmón o hipotensión arterial – código 1

Grado funcional IV – código 2

Grado funcional III – código 4

Grado funcional II – código 5

Insuficiencia valvular mitral aguda:

Edema de pulmón o hipotensión arterial – código 1

Insuficiencia mitral severa bien tolerada – código 2

Insuficiencia valvular mitral crónica:

Grado funcional IV – código 2

Disfunción sistólica del ventrículo izquierdo – Grado funcional I, II, III – código 3

Con función ventricular izquierda conservada – Grado funcional III – código 3

Con función ventricular izquierda conservada – Grado funcional II – código 5

Polivalvulopatías (individualizar, valorando la lesión dominante y la función ventricular izquierda.

Edema de pulmón o hipotensión arterial – código 1

Grado funcional IV – código 2

Grado funcional III – código 4

Grado funcional II – código 5

Disfunción protésica aguda.

Deterioro clínico-hemodinámico manifiesto: edema pulmonar o hipotensión – código 0

Disfunción protésica crónica.

Anemia hemolítica grave resistente a la terapia de sustitución – código 2

Grado funcional III-IV – código 2

Grado funcional II – código 4

Infecciones valvulares (cuando la indicación es por causa infecciosa la premura depende de la agresividad del germen y del cuadro toxiinfeccioso)

Endocarditis infecciosa que produce disfunción valvular aguda con compromiso hemodinámico (válvula nativa o protésica) – código 0

Endocarditis precoz sobre prótesis – código 1

Endocarditis protésicas tardías sin compromiso hemodinámico – código 2

Claramente, el abordaje convencional y probado para la cirugía valvular aórtica, aislada o en combinación con cualquier otro procedimiento cardioquirúrgico, es la esternotomía media. Este abordaje, bien probado tanto en cirugía valvular como en todo procedimiento cardioquirúrgico que requiere el uso de la circulación extracorpórea, proporciona una amplia visualización de la patología aórtica y permite realizar maniobras quirúrgicas de alta complejidad, incluyendo re-operaciones, combinación con otros procedimientos como la revascularización coronaria, la cirugía mitral concomitante y la reconstrucción de patología extensa de la aorta ascendente y del arco aórtico (2)

Aunque generalmente es favorable el tratamiento quirúrgico, también lo es el farmacológico una vez finalizada la intervención (3), ya que dictamina su evolución.

La decisión de la intervención se toma antes de que se produzcan secuelas irreversibles sobre el propio corazón como la dilatación exagerada de las cámaras cardíacas, sobre todo el ventrículo izquierdo que puede conducir a la aparición de insuficiencia cardíaca crónica a pesar del tratamiento quirúrgico (4).