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Código hipotermia en emergencias

Código hipotermia en emergencias

RESUMEN

A pesar de las recomendaciones nacionales e internacionales de los beneficios de la hipotermia terapéutica postparada cardíaca, la práctica de ella es relativamente escasa entre los servicios de urgencias extra hospitalarios.

La actuación rápida y protocolizada entre mediante la activación de un código hipotermia al centro coordinador será clave para la supervivencia y calidad de vida de los pacientes que sobreviven a una PCR. El objetivo del siguiente trabajo es promover un protocolo de actuación conjunta entre DCCU-Hospital con el fin de que se generalice y difunda esta técnica tan poco aplicada en nuestro contexto.

Código hipotermia en emergencias

Villarejo Aguilar, Luis. Enfermero del Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias.

Palabras clave: hipotermia inducida, parada cardiaca, hipoxia cerebral, adulto, hipotermia.

HYPOTHERMIA CODE EMERGENCY

ABSTRACT

Despite the national and international recommendations of the benefits of therapeutic hypothermia postparada heart, the practice of it is relatively low among Extra hospital emergency departments. The quick action and formalized between by activating a code hypothermia coordination center will be key to the survival and quality of life of patients who survive a PCR. The aim of this work is to promote joint action protocol DCCU-Hospital in order to generalize and disseminate this technique so little applied in our context.

Keywords: induced hypothermia, cardiac arrest, brain hypoxia, adult hypothermia

INTRODUCCIÓN

La parada cardiaca es un gran problema sanitario en los países desarrollados (en España, 40.000/año), por su alta mortalidad, y también, por las secuelas neurológicas derivadas de la hipoxia. En España se produce una parada cardiaca cada 20 minutos aproximadamente. Las paradas cardiacas ocasionan cada año en España cuatro veces más muertos que los accidentes de tráfico. La parada cardiaca (PC) es, pues, un problema de primera magnitud para la salud pública.

A lo largo de estos últimos años se ha reconocido cada vez más la importancia a la denominada cadena de supervivencia ya que sólo un 1,4% de los supervivientes de una parada cardiorrespiratoria (PCR) extrahospitalaria queda totalmente libre de alteraciones neurológicas y hasta un 64% puede presentar secuelas graves. El primer eslabón sería la alerta precoz (reconocimiento de signos precoces de alarma y activación del Sistema Médico de Emergencia), la reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediata y básica por testigos, la desfibrilación temprana y eslabón final de la cadena de supervivencia el soporte vital avanzado y los cuidados postresucitación eficaces cuyo objetivo serían preservar particularmente la función del corazón y cerebro. Una de las complicaciones más graves de los sobrevinientes a una parada cardiorrespiratoria (PCR) es la denominada encefalopatía anóxica que es un cuadro neurológico grave que provoca gran discapacidad y genera importantes costes médicos y sociales.

La Hipotermia Terapéutica (HT) es una de las intervenciones terapéuticas y efectivas para reducir el daño cerebral post parada cardíaca. Datos en animales y humanos indican que la hipotermia ligera es neuroprotectora y mejora el pronóstico tras un periodo de hipoxia-isquemia cerebral global. Esta técnica consistiría en descender la temperatura central del paciente hasta los 32- 34ºC. El enfriamiento se realizaría en los primeros momentos (de minutos a horas) tras la recuperación de la circulación espontánea y se mantendría durante 12-24 horas. Los mecanismos mediante los cuales se evita el daño cerebral con esta técnica no son claramente conocidos, pero al disminuir el metabolismo se inhiben los radicales libres destructivos y los mecanismos oxidativos que provocarían muerte neuronal.

A pesar de que existen numerosos estudios multicéntricos y revisiones sistemáticas que avalan la efectividad de esta técnica, existe a día de hoy poco uso de este procedimiento. En España apenas unos pocos Hospitales lo realizan como Hospital de Cruces, Castrejón, Royo Villanova, 12 de Octubre, San Carlos, La Paz, Gregorio Marañón, Fundación Jiménez Díaz y Ramón y Cajal. En el ámbito prehospitalario son menos los servicios (SAMUR, 061, Emergentziak-Osakidetza) que están implicados en ofrecer esta técnica y disponen de protocolos conjuntos con el Hospital de referencia para la aplicación de la hipotermia terapéutica dentro de los cuidados post resucitación.

El objetivo principal del presente trabajo es difundir un protocolo de actuación conjunta DCCU- Hospital de referencia para promover y generalizar la práctica de la hipotermia terapéutica. Como objetivos específicos se identificaran los criterios para la utilización de la hipotermia terapéutica extrahospitalaria.

METODOLOGÍA

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en bases de datos electrónicas: Pubmed, Elsevier, Cinalh, Scielo y Dialnet, con las palabras clave: hipotermia inducida, parada cardiaca, hipoxia cerebral, adulto e hipotermia. Posteriormente se ha analizado la información relevante y se ha diseñado una guía de actuación para nuestro contexto en atención extrahospitalaria.

RESULTADOS

Del análisis de la búsqueda bibliográfica podemos afirmar que existe evidencia científica suficiente para recomendar y promover la hipotermia terapéutica en el medio extrahospitalario: La inducción de hipotermia leve o moderada (32-34 ºC) durante 12-24 horas debe ser aplicada a todo paciente que tras recuperar el pulso después de una parada cardíaca causada por un ritmo desfibrilable (FV/TVSP) persiste con un bajo nivel de conciencia. En aquellos pacientes inconscientes, con circulación espontanea, en los que la parada cardíaca no se debió a un ritmo desfibrilable (asistolia/ actividad eléctrica sin pulso), el uso de la hipotermia también parece ser beneficioso, por lo que se sugiere su aplicación. Recomiendan comenzar con la Hipotermia Terapéutica (HT) “lo antes posible” (idealmente en las primeras 6 horas tras la recuperación del pulso).Para los servicios prehospitalarios es recomendable iniciarla antes de los 15 minutos después de recuperarse la función cardiaca aumentando la probabilidad de sufrir deterioro neurológico un 30% por cada hora que se retrase la inducción a hipotermia. La temperatura corporal a conseguir estarían en torno a los 32-34ºC, habitualmente a un ritmo de disminución de 1-1,3ºC por hora, y se mantendría durante 12 a 24 horas. No se debe enfriar por debajo de los 32ºC, ya que el sobre-enfriamiento puede conllevar peores resultados.

Se pueden utilizar técnicas de enfriamiento externas y/o internas para iniciar el enfriamiento. La administración de fluidos intravenosos fríos (generalmente 30–40 ml/kg de fisiológico al 0,9% o solución de lactato sódico compuesta, enfriados a 4ºC), por su sencillez y rapidez de aplicación es la técnica más utilizada por los dispositivos de emergencias extrahospitalarios y los servicios de