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La relación entre la cognición social y la esquizofrenia

aspecto externo, problemas preexistente, hábitos de alimentación y de sueño, rasgos de personalidad, redes de apoyo familiar y social, intensidad y extensión de la afectación personal del trastorno, grado de aceptación o de rechazo del problema, reacciones de los demás ante el paciente, grado de sufrimiento y nivel de desadaptación generados, preocupaciones y miedos colaterales, motivación para el tratamiento y adherencia terapéutica, respuesta al tratamiento inicial y riesgo de recaídas, posición que ocupa la familia como factor de riesgo, indiferente o de apoyo, creencias sobre el trastorno, actitudes, atribuciones causales, sensación de control sobre los síntomas, expectativas de curación) (Ibáñez y Echeburúa 2015).

La cognición social y la esquizofrenia.

Karasu (1995) citado por Semerari (2002) afirma que al tener una conciencia de los propios procesos psicológicos aunado a un dominio cognitivo de las dificultades, determina una mejor adaptación social protegiendo al paciente de recaídas.

Semerari (2002) menciona que la función metacognitiva es primordial como factor terapéutico debido a que un déficit en esta función es determinante para la comprensión y tratamiento de trastornos como la esquizofrenia.

De esta manera la definición que hace Semerari (2002) de la metacognición es la de una capacidad autoreflexiva sobre los propios procesos mentales y de la comprensión de la mente ajena y de afrontar el propio estado y los propios procesos psicológicos, elaborando estrategias para resolver una dificultad.

Es por ello ser humano debe ser capaz de integrar las funciones cognitivas, las emociones y la conducta dentro de un marco interpersonal significativo para evitar un deterioro como se presenta en muchas de las patologías mentales (Semerari, 2002).

Una de las características fundamentales de la esquizofrenia es el deterioro de la comunicación, interfiriendo en la calidad de vida del paciente y el de sus familiares (Rodríguez y otros, 2013).

Se ha encontrado que la cognición social es un factor asociado a la funcionalidad, por ejemplo la percepción social y el comportamiento social; entre la resolución de problemas sociales y funcionamiento en la comunidad; y entre la percepción emocional y funcionamiento de la comunidad (Rodríguez y otros, 2013).

Leonhard y Corrigan (2001) citado por Rodríguez y Touriño (2010) afirman las dificultades que el paciente esquizofrénico presenta en relación al procesamiento emocional que tienen que ver con la familiaridad y complejidad de la situación, la abstracción y el procesamiento semántico.

El paciente desestima el contexto social al procesar los estímulos sociales presentando problemas al entender la información que requiere un proceso de abstracción (Rodríguez y Touriño, 2010).

Conclusiones.

La cognición social ha sido objeto de muchas investigaciones en diferentes áreas de la psicología, tales como la psicología evolutiva, la social, la cognitiva, la neuropsicología, la organizacional, etc.

A saber, está dividida en componentes tales como el procesamiento emocional, la percepción social, la teoría de la mente, los esquemas sociales y el estilo atribucional, todos ellos con una influencia en la interacción social.

La esquizofrenia como un trastorno que afecta al paciente y a la familia con un desgaste emocional, cognitivo y social sin embargo existe un pronóstico de recuperación importante a través de fortalecer las diferentes áreas en la que está dividida la cognición social como el procesamiento emocional y la percepción social.

Como resultado de este artículo presentado es posible concluir que existe una relación entre los procesos cognitivos subyacentes en la interacción social y en la recuperación del paciente grave.

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