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Competencias genéricas y comportamiento humano del profesional de Enfermería con funciones docentes

apoyándose en el enfoque Biopsicosocial; Callista Roy, citada por Griffith y Christensen (1993), sustenta su Modelo de Adaptación en “La hipótesis de que los individuos son seres biopsicosociales que interactúan con un ambiente dinámico. . . ” (p. 16). Punto de vista compartido por la autora, puesto que la enfermera docente, debe caracterizar su hacer en una atención integral, considerando al individuo en sus dimensiones biológicas, psicológicas y sociales sin perder de vista el medio ambiente en el que vive. Las enfermeras como miembros natos del equipo de salud, participan de forma individual y en equipo en la ejecución de funciones y actividades para resolver de modo integral los problemas de salud de la población, dando atención integral al niño, al escolar, adolescentes, la mujer, los adultos, los ancianos, lógicamente, la atención a grupos especiales requiere la puesta en práctica de competencias profesionales específicas.

Las conceptualizaciones de la formación de Enfermería en Venezuela han manejado dos aspectos fundamentales un enfoque teórico, que no siempre ha sido de Enfermería, y un enfoque pragmático que busca responder a las necesidades de Salud y de los Servicios, ajustado a concepciones propias de Enfermería a través del manejo de las teorías de necesidades, bienestar, cuidados holísticos, cuidado de Enfermería, salud, entre otras; que proveen a los profesionales de un cuerpo de conocimientos y de orientación científica para construir las competencias adecuadas al área de desempeño, como por ejemplo, las requeridas por el profesional de Enfermería, en el cumplimiento de funciones docentes establecidas para la sistematización de la atención, la misma requiere de la enfermera docente capacidad para forjar actitudes e inducir prácticas de salud, ese hacer, ese enseñar, se adscribe a la concepción de las competencias como instancias integradoras de las actitudes, el saber conceptual, el saber afectivo, el saber procedimental. Las competencias genéricas son entendidas como: Capacidades complejas que deben ser desarrolladas /adquiridas /practicadas y que incluyen saberes y herramientas de diverso tipo para poder desempeñarse en la satisfacción de necesidades, en la resolución de problemas y en la anticipación de soluciones, en algún área del saber y del quehacer (Fainholc ,1997 p. 52).

Este punto de vista es compartido, porque la enfermera docente en su quehacer profesional, busca cumplir actividades, para promover, prevenir enfermedades, u ofreciendo cuidados específicos, mostrando competencias para la resolución de problemas. Competencia es un término de actualidad, pero complejo en su esencia, que como dicen diferentes autores, se presta a múltiples interpretaciones. Levy-Leboyer, (1997), menciona seis grandes acepciones, sustentadoras en su conjunto de la anfibiología del término. Tales acepciones expresan, la idea de:

Competencia como autoridad. Suele aparecer cuando se decide qué asuntos y cometidos quedan bajo la competencia directa de un profesional concreto o de una figura profesional. . . Competencia como capacitación la utilizan. . . para destacar el grado de preparación, saber hacer, los conocimientos y pericia de una persona como consecuencia del aprendizaje. . . Competencia como competición. Suelen destacarla los directivos de departamentos. . . a la hora de fijar determinadas estrategias de explotación y venta de productos y servicios. . . Competencia como cualificación. Suele aparecer en el área de los recursos humanos. . . al aludir a los programas de formación que brindan la competencia característica de un título profesional. Competencia como incumbencia. Suelen utilizarla. . . los agentes sociales a la hora de acotar las tareas y funciones de las cuales son responsables unos empleados. Competencia como suficiencia. . . se acotan las realizaciones, resultados, experiencias, logros que un titular debe sobrepasar para mantener satisfactoriamente en una ocupación con garantía de solución y profesionalidad (p. 8-10).

El análisis de tales acepciones en el marco de las competencias profesionales de la enfermera docente, permite interpretar el término competencia como un concepto polisémico, en tanto que está sujeto a diferentes interpretaciones y matices, una pluralidad de significados, puesto que el papel de la enfermera docente es dinámico, cambia y crece a medida que suple las necesidades de la sociedad, en términos de atención en salud suministrada a comunidades, grupos, familias e individuos, mediante actividades específicas de educación, promoción de la salud, detección y prevención de enfermedades.

Dicho término competencias, funciona en el discurso escrito u oral como un concepto teórico, debido a que cambia de formas o ideas, acomodándose al discernimiento y a los propósitos de la audiencia en un momento dado, así mismo, el término Enfermería, hace referencia a las enfermeras que trabajan con la comunidad, tales como: enfermeras de ambulatorios, enfermeras escolares, enfermeras visitadoras, enfermeras de atención primaria, que en su acción cotidiana aplican un enfoque holístico de la salud en la atención del cliente, la familia, los grupos o de la comunidad como un todo. Adicional a lo descrito, las competencias de las enfermeras docentes, formadas con experiencias son susceptibles de constituir ocasiones de aprendizajes, saberes, conocimientos con una visión científica y profesional de la Enfermería.

Habilidades Cognitivas

El desarrollo de la teoría cognitiva considera al organismo como un ser activo, capaz de elaborar información y de generar conductas por motivaciones internas. Pérez, (1989), hace referencia a Piaget, quien afirma: “La conducta es un intercambio funcional con el medio, un intercambio adaptativo con las dimensiones fundamentales e indisociables en la realidad: dimensión estructurante cognitiva, y dimensión energético afectiva” (p. 45). La dimensión cognitiva de la conducta es el resultado de una permanente construcción a partir de las experiencias y procesos de aprendizaje lo cual se conjuga con la conducta profesional –de la enfermera Docente– que construye a través de sus experiencias y aprendizajes competencias cognoscitivas, traducidas en conocimientos, creencias concretas, plena concienciación de las capacidades, puesto que como lo señalan diferentes autores descriptores de competencias, ninguna capacidad existe en estado puro y toda capacidad se manifiesta a través de la aplicación de los contenidos aprendidos, como aquellos referidos al programa salud escolar, donde las competencias se ponen de manifiesto en realización de actividades específicas y determinadas, de la Enfermería docente.

En el marco de la aproximación cognitiva contemporánea, Mischel (1990), identificado con la teoría del aprendizaje cognoscitivo social, al analizar el comportamiento humano, consideró entre otras variables, las competencias del individuo, señalando: Las competencias no son conocimiento estático acerca de las cosas, más bien son procesos activos que la gente puede emplear en cualquier situación que confronta. . . diversas personas tienen distintos tipos de competencias y difieren también en el grado de su competencia en cualquier área (p. 134)         Dentro de este marco se puede considerar los planteamientos de Alles,M. (1999), quien dice:

Las competencias son una lista de comportamientos. . . observables en la realidad cotidiana del trabajo. Son indicios integrales de aptitudes, rasgos de personalidad