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Competencias genéricas y comportamiento humano del profesional de Enfermería con funciones docentes

y conocimientos adquiridos. Las competencias representan un rasgo de unión entre las características individuales y las cualidades requeridas para conducir las misiones profesionales prefijadas (p. 97).

Las competencias de las enfermeras docentes resultan de los conocimientos y acción activa en los diferentes programas de atención en salud; de sus comportamientos profesionales, requeridos para el cumplimiento de las diferentes actividades que le corresponde realizar a fin de propiciar medidas para la promoción y el fomento de la salud, basándose en habilidades cognitivas que le faciliten tanto la comprensión como la aplicación del conocimiento en el desarrollo de su función docente.

Orientación para la Comprensión

En la práctica educativa es preciso plantearse cómo se da la relación educador-educando en Enfermería, existe un interés cognoscitivo por una comprensión recíproca, referida a la comprensión de sí y del otro, buscando siempre un terreno común, de beneficio mutuo, de aprendizaje, de educación para el futuro, mediada por la comprensión humana. De acuerdo con Morín, (2000), educar para comprender “…cualquier disciplina es una cosa, educar para comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad” (p. 99) Más allá de las consideraciones citadas, la comprensión en el ámbito de la educación, basada en la perspectiva cognitiva disciplinar de Enfermería, estaría orientada al desarrollo de habilidades donde el aprendizaje sea más significativo, mediante la comprensión interpretativa, concebida como la capacidad del profesional de Enfermería para entender verdaderamente el sentido que tiene, la explicación de conceptos básicos, exploración de temas inherentes a Enfermería y su aplicación en la vida profesional, así como la construcción de conceptos a través de la consulta y la investigación.

La comprensión argumentativa, entendida como las razones que el profesional de Enfermería pone de manifiesto al exponer con argumentos sólidos una situación o problema y la competencia propositiva inherente al establecimiento de conjeturas, el profesional de Enfermería puede formular posibles deducciones hasta proponer alternativas viables para la solución de los problemas en el ámbito de los servicios. Estas estrategias metodológicas para la comprensión conlleva al desarrollo de habilidades de pensamiento sobre la base de estructuras cognitivas, como bien lo plantea Perkins (1999), “Para mejorar la capacidad de comprensión se deben enseñar otras cosas diferentes a las que estamos enseñando” (p. 81); pues el comprender implica poder dar explicaciones, encontrar pruebas y ejemplos, generalizar, aplicar, analogizar, representar el tópico de una nueva forma, con preguntas que remitan al por qué, a cómo se comparan, qué pasaría sí…(Moreno, 2003; p. 14).

Aplicación del Conocimiento

La evolución del concepto de competencias ocurre en tres dimensiones distintas, los conocimientos, las habilidades y las actitudes. Tal concepto engloba los aspectos cognitivos, técnicos, sociales y afectivos presentes en una actividad laboral (Ruthes y Kowal, 2008). A lo interior, muestran qué competencias tienen que ver con el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes interdependientes y necesarias para la ejecución de una determinada tarea. En este orden de ideas, el conocimiento como dimensión de las competencias se corresponde con una serie de informaciones asimiladas y estructuradas por las enfermeras que le permiten entender su mundo profesional, y la habilidad se corresponde a la capacidad de aplicar y hacer uso del conocimiento adquirido en la consecución de un propósito o acción determinada como resolución de problemas, toma de decisiones y trabajo en equipo.

La resolución de problemas, es una capacidad que puede aprenderse aplicando el pensamiento crítico, este entendido como el proceso intelectualmente disciplinado de conceptualizar, analizar, sintetizar y/o evaluar de forma activa y experta la información recogida o generada por la observación, la experiencia, la reflexión, el razonamiento y la comunicación como guía para la creencia y la acción (Scriven y Paul, 2004). La resolución de problemas puede entenderse en el marco de la Enfermería como una respuesta consciente y orientada a la acción en la cual el profesional utiliza sus habilidades cognitivas para hacer frente a la situación mediante una valoración realista del problema, para posteriormente elegir el curso de acción más eficaz para la solución del problema identificado, aplicando la habilidad perceptiva, el razonamiento conceptual y la construcción de consenso en colaboración con otros miembros del equipo profesional.

En cuanto a la toma de decisiones, es un proceso de elegir la mejor acción particular para alcanzar la meta deseada. En la toma decisiones deben prevaler tres condiciones: libertad, racionalidad y voluntariedad (Schaefer, 2004). Asimismo, la toma decisiones incluye dos tipos de razonamiento: inductivo y deductivo. El razonamiento inductivo, permite hacer generalizaciones desde un conjunto de hechos u observaciones, el destalle de la información sugiere interpretación particular. En el razonamiento deductivo, por lo contrario, se parte de lo general para llegar a lo específico (Kozier, Erb. , Blais y Wilkinson, 2005)La toma de decisiones se basa en el proceso científico de resolución de problemas: identificación del problema, análisis de la situación, exploración de alternativas y consideración de sus consecuencias, elección de la alternativa más deseable, aplicación de la decisión y evaluación de los resultados. Las decisiones pueden ser individuales y grupales. En toda organización llámese de salud, si un profesional de Enfermería toma una decisión, otros miembros del equipo de Enfermería participará en su ejecución, manifestándose que el compromiso con la decisión es importante para su aplicación (Huber, 2006).

Habilidades Afectivas

Las habilidades afectivas de las enfermeras, son sin duda un componente importante en la acción profesional, de relación y comunicación entre las personas que se traduce, según Mompart y Durán (2001), en “trato individual, personalización, respeto a los valores, opiniones y creencias” (p. 348). En este abanico de posibilidades, la actuación afectiva de las enfermeras docentes, tiene un peso importante en la relación que establece con sus pares. En este orden de ideas, las competencias afectivas encuentran sus raíces en un saber afectivo –saber ser- un estado de ánimo, en tanto que disposición de vida relacional afectiva, para desarrollar de manera humana y resolutiva la acción profesional, que le permitan a la enfermera docente un saber ser, para lograr correspondencia y armonía entre lo que señala Gómez, (1999), “Ser persona y ser enfermero, entre el ejercicio de la profesión y la propia realización como persona” (p. 114).

En efecto, las competencias afectivas confieren una dimensión humana a la relación de la enfermera docente, basada en el dominio de las emociones, vinculadas a los sentimientos, el carácter y los impulsos morales, manejando de manera adecuada las relaciones. El tema de la afectividad es una magnifica puerta de entrada, para