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Funcionalidad Familiar y su relación con conductas sexuales de riesgo en adolescentes de bachillerato

sexuales

Un estudio en la Universidad de Oviedo España los resultados en cuanto al número de parejas sexuales declararon haber tenido una sola pareja sexual el 38,4% de la muestra (49,6% de chicas, 27,3% de chicos), mientras que un 58,8% declaró haber tenido dos o más parejas sexuales, de los cuales un 14,1% dijo haber tenido cinco o más (18,8% de los chicos, frente a un 9,4% de las chicas). La media de parejas sexuales fue de 2,27 (2,02 para las chicas y 2,51 para los chicos). (García Vega et al., 2012)

Según CERCA el 48.97% de los adolescentes sexualmente activos han tenido una pareja sexual, el 22.49% dos parejas y el 28.54% más de tres parejas. (Lewandowski, 2015)

Uso del preservativo

En Brasil se observó que Casi el 12,6% de los adolescentes que habían experimentado relaciones homo / bisexuales rara vez utilizan preservativos durante las relaciones sexuales y el 38,7 % nunca usa protección. (Assis, Gomes, & Pires, 2014), las causas para el no uso de un método anticonceptivo son un 51,3% por no disfrutar tanto con él puesto , un 41,9% por no parar a tiempo una relación (“Calenton”), un 40,2% por no haber tenido prevista la relación, un 37,6% por tener pareja estable, estar bajo los efectos del alcohol un 33,3%, un 31,6% su pareja no quiso usarlo, un 23,1% por usar otros anticonceptivos, y un 29,1% por no pensar en los posibles riesgos de no usarlo. (García Vega et al., 2012)

En el Ecuador el mayor uso de métodos anticonceptivos de mujeres con respecto a los hombres. Alrededor de 7 de cada 10 mujeres sexualmente activas que no se encuentran casadas o unidas, utilizan anticonceptivos. (INEC, 2012)

Relaciones sexuales bajo el consumo de alcohol y grogas

En México los resultados mostraron que existen diferencias entre hombres y mujeres en la conducta sexual y el consumo de alcohol. Para el total de los adolescentes, los que han consumido alcohol muestran mayor frecuencia de relaciones sexuales, usan menos el condón y tienen más parejas sexuales. El consumo de alcohol se asoció con la edad de la primera relación sexual, la frecuencia de las relaciones sexuales y con el número de parejas sexuales. El uso del condón no se asoció con el consumo de alcohol (Palos, 2007) además se determinó que las mujeres que consumen alcohol eran más propensos a tener múltiples parejas y conductas sexuales de riesgo (Zeevaart et al., 2009) lo que se confirma en el estudio Binge drinking: conductas sexuales de riesgo y drogas facilitadoras del asalto sexual en jóvenes españoles (Folgar, Rivera, Sierra, & Vallejo-Medina, 2015)

En Colombia se evidencio que consumir alcohol u otras drogas y tener prácticas sexuales presenta una asociación ya que él 62,4 % de los adolescentes que han consumido una sustancia psicoactiva, han tenido relaciones sexuales, frente a un 29,4 % que habiendo consumido alcohol y otras drogas, no lo han hecho. De los adolescentes que tienen prácticas sexuales bajo el efecto de las drogas, el 12,47 % no han usado métodos de protección, y las consecuencias más significativas han sido las infecciones de trasmisión sexual (2,0 %) y el embarazo no deseado (2,8 %). (Castaño Pérez, Arango Tobón, Morales Mesa, Rodríguez Bustamante, & Montoya Montoya, 2013)

En la presente nos ocuparemos de estudiar sobre Relación de las Conductas Sexuales de Riesgo y la Funcionalidad Familiar

En el estudio Funcionalidad familiar y conducta de riesgo en estudiantes de nivel medio superior Jonuta, Tabasco 2011, De los 45 estudiantes que ya han iniciado relaciones sexuales el 44.4% se encuentran dentro de Familias Moderadamente Funcional, 28.9% en Disfuncional y el resto 26.7% en familias Funcionales, pero sin embargo destaca el hecho de que en las familias disfuncionales y severamente disfuncionales las conductas de riesgo fueron menores. (Hernández L, Cargill N, & Gutiérrez G, 2012)

En México se determinó que las características de las familias como el nivel de comunicación entre sus miembros, el nivel del control y monitoreo de la conducta la calidez y la cercanía desempeñan un papel muy importante como promotores o protectores de las conductas sexuales de riesgo de los adolescentes. Estos aspectos influyen en el comportamiento sexual del adolescente porque afectan su salud emocional. (Sotomayor, pilar. jimenez, fanianel. Vázquez, Arturo, Aguirre, María. Castillo, Martha. Vega, 2014)

En las encuestas realizadas por CERCA en Ecuador se encontró que el 7.2% de los adolescentes encuestados no vivió con su mama los últimos 3 años y el 31.1% no vivió con su papá durante este periodo. El vivir con su mamá o papá al menos 3 años fue un factor protector del inicio de relaciones sexuales. (Lewandowski, 2015)

El 21.4% de los adolescentes encuestados fueron hijos de madres adolescentes, según los resultados CERCA esta situación aumenta las posibilidades del inicio temprano de relaciones sexuales en sus hijos. CERCA encontró en el análisis pre intervención que 27 mujeres estaban o están embarazadas y 22 hombres habían embarazado a una mujer. El riesgo de que un adolescente se embarace o embarazar a alguien es mayor si es hijo/a de una madre adolescente, de igual manera el riesgo de embarazarse aumenta si un hermano o hermana de él o la adolescente se embarazó (Lewandowski, 2015)

En adolescentes peruanos el 30% de los varones, y 13% de las mujeres han tenido relaciones sexuales de los cuales la mayoría tienen una lengua materna indígena, estudiaron en escuelas públicas, tienen un puntaje relativamente bajo en las preguntas de relación con sus padres y residen en zonas rurales. En estos resultados se observa que la presencia de ambos padres y una mejor relación con ellos tiene efectos determinantes en el uso de preservativo especialmente en los adolescentes entre 12 a 15 años, más no en el inicio de las relaciones sexuales, mientras que la percepción de exclusión por parte de los amigos aumenta la probabilidad de incurrir en una conducta de riesgo. (Cueto, Santiago. Saldarriga, Victor. Muñoz, 2014)

El vivir con al menos un padre biológico es un factor protector de importancia en lo que se refiere a salud sexual, especialmente para los adolescentes más jóvenes, además la relación entre los padres y los hijos en términos de confianza y comunicación se asocia con retraso de la primera experiencia sexual y la puesta de conductas sexuales positivas como es el uso del preservativo, también la vigilancia de los padres tiene un impacto positivo pues se asocia a mayor probabilidad de abstinencia sexual y si ya se empezó con actividad sexual con el comportamiento sexual positivo como el uso del condón (McPherson et al., 2013) resultados que se asimilan con el estudio Parental Monitoring, Parent-Adolescent Communication about Sex, and Sexual Risk among Young Men who Have Sex with Men en donde la Supervisión de los padres y la comunicación entre padres y adolescentes sobre el sexo protegen contra las conductas sexuales de riesgo relacionados con el VIH entre los adolescentes heterosexuales, constituyendo predictores de conductas sexuales de los adolescentes (Sambasivarao, 2013). Datos iguales se evidencian en el estudio Familia, amigos y otras fuentes de información asociadas al inicio de las relaciones sexuales en adolescentes de El Salvador; donde se evidencia