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Factores asociados a conductas violentas en adolescentes

estadístico c2. Asimismo, para medir el grado o fuerza de asociación entre las variables, se utilizó la razón de prevalencia (RP) y para medir la precisión los intervalos de confianza. En todos los casos se consideró el estándar del nivel de significación de 0,05.

RESULTADOS.

A continuación se presentan los resultados del estudio, en cuadro 1 se observa el 41,2% de estudiantes con conductas violentas. Al relacionar el sexo y la presencia o no de conductas violentas, se evidenció mayor porcentaje (42,3%) de conductas violentas en adolescentes del sexo masculino en comparación con el sexo femenino (40%). Por otra parte, se observó (cuadro 2) un alto porcentaje (55,9%) de conductas violentas en los mayores de 15 años en comparación con los menores de 15 años quienes presentan el 33,7% de estas conductas, (PR= 1,66 ; p = 0,0001).

Como se puede apreciar en el cuadro 3, el 52,2% de adolescentes con antecedente de traumatismo craneoencefálico presentaron conductas violentas, mientras que el 61% sin el antecedente no presentaron esta conducta.

Tal como se observa en el cuadro 4, los adolescentes que han participado en peleas, el 80% manifestó conductas violentas, mientras que el 37,3% de adolescentes con estas conductas no han participado en peleas; las diferencias encontradas son estadísticamente significativas (p=0,0001), con un PR de 2,14. Del mismo modo, existen diferencias estadísticamente significativas (p=0,001) con un PR de 2,28 al comparar los adolescentes que incentivan las peleas y presentan o no de conductas violentas, se encontró el 80,6% de jóvenes que incentivan las peleas y tienen conductas violentas, a diferencia del 64,6% que no presentan ninguna de las características.

Asimismo, se observa que de los adolescentes que han referido curiosidad por consumir drogas, el 88.9% poseen conductas violentas; no obstante el 37,8% de jóvenes con el factor no la presentaron. Además se encontró que el 62,2% no referían el factor ni presentan conductas violentas, (PR= 2,35; p =0,0001). Al conocer la distribución de los adolescentes según el consumo de drogas y la existencia o no de conductas violentas, se encontró un porcentaje notablemente mayor (71,4%) de jóvenes que consumen drogas y que a su vez son violentos, a diferencia del 28,6% que las consumen pero no posee estas conductas. Por otro lado, el 59,6% de adolescentes no consumen drogas, ni manifestaron estas conductas. No obstante, las diferencias no son estadísticamente significativas (p =0,099).

De igual manera el cuadro 4 muestra que el 73,2% de adolescentes que consumen bebidas alcohólicas presentan conductas violentas; por el contrario el 69.9% niegan la ingesta de bebidas alcohólicas y no presentan estas conductas (PR=2,43; p =0,0001).

Al relacionar los adolescentes que han manipulado armas y la existencia o no de conductas violentas, se encontró una diferencia estadísticamente significativa (p=0,009) y un PR= 1,65.

En lo que se refiere a la participación de los adolescentes en bandas delictivas, se comprobó que de los adolescentes que forman parte de ellas, un alto porcentaje (72,2%) tienen conductas violentas y el 27,8% no presentan dichas conductas, siendo esta diferencias estadísticamente significativas (p =0,006) con un PR=1,85.

Como se puede observar en el cuadro 5, en relación con la variable presencia o no de peleas en el hogar y conductas violentas, se encontró que el 52,3% de adolescentes que presencian peleas en su hogar posee conductas violentas; a diferencia del 72,6% que no presentan el factor y no son violentos (p =0,0001; PR= 1,91).

Igualmente al asociar la presencia de gritos en el hogar y la existencia o no de conductas violentas se demostró diferencias estadísticamente significativas (p =0,0001) con PR=3,22. En este mismo sentido, al comparar los adolescentes que poseen familiares que consumen drogas y la existencia o no con conductas violentas, se observó claramente diferencias estadísticamente significativas (p=0,003); es decir que el 59,3% de adolescentes tienen familiares que consumen drogas y poseen conductas violentas, no obstante, el 40,7% que refieren tener familiares con estos hábitos no presentan estas conductas.

Asimismo, se observó que el 49,7% de jóvenes poseen familiares que consumen alcohol y a su vez presentan conductas violentas, por otra lado el 70,3% no muestran conductas violentas, ni refieren tener familiares con esta característica, estas diferencias son estadísticamente significativas (p =0,001); al analizar la RP se deduce 1,68 más casos de adolescentes con conductas violentas en el grupo que tienen familiares involucrados en el consumo de bebidas alcohólicas.     

Por otra parte en el cuadro 5 también se observa que el 68,0% de los adolescentes maltratados exhiben conductas violentas, por otra parte el 64,8% no refirieron maltrato ni presentan estas conductas (p =0,0001; PR=1,93)).

De la misma forma, se encontró diferencias estadísticamente significativas (p =0,001) al relacionar familiares involucrados en robos y presencia o no de conductas violentas, comprobándose que el 61,5% de adolescentes con conductas violentas tienen familiares con esta característica.

 En el análisis de los datos de adolescentes que poseen familiares detenidos en la cárcel y la presencia de conductas violentas, se estableció que el 46,4% asumen tener familiares con estos antecedentes y a su vez exhiben conductas violentas, en contraste con el 62,4% que no presentan este factor ni manifiestan estas conductas. No obstante estas diferencias no son estadísticamente significativas (p =0,142).

Desde la perspectiva de los factores psicosociales asociados a las conductas violentas (cuadro 6), se observó que el 44,1% de adolescentes que han presenciado peleas en su liceo tienen conductas violentas; mientras que el 64.8% niegan haber observado peleas en el liceo y no tienen estas conductas (p =0,01; RP =1,25)

De igual forma, se mostraron diferencias estadísticamente significativas (p =0,002) al analizar la presencia de robos en el liceo y la coexistencia de conductas violentas. De acuerdo con el análisis de la RP se espera 1.56 más casos de conductas violentas en adolescentes que han presenciado robos en el liceo a diferencia del grupo que no presenta el factor.

Por otra parte al asociar la presencia de amigos implicados en consumo de drogas y la existencia o no de conductas violentas, el 55,2% de los adolescentes que poseen amigos consumidores de drogas muestran dichas conductas (p =0,001; RP= 1,59).

Asimismo, se evidencia