Conocer la psoriasis

RESUMEN:

La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel y de las articulaciones, no contagiosa y de origen autoinmune.

La visibilidad de las lesiones y las molestias físicas que producen pueden llegar a afectar la calidad de vida de la persona que la sufre.

AUTORES:

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master Oficial en Cuidados Críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

Amparo Camacho Reyes. DUE. Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz de Madrid.

María del Rocío Ruiz Calzado. DUE. Hospital Reina Sofía. Facultad de Enfermería de Córdoba.

PALABRAS CLAVE: Enfermería, Psoriasis, tratamiento, cuidados.

DESARROLLO:

La psoriasis afecta a las personas de distinta manera, de forma que un mismo paciente puede manifestar distintos tipos de psoriasis a lo largo de la vida.

Podemos distinguir los siguientes tipos de psoriasis:

Psoriasis en placa: la más común. Se caracteriza por áreas rojas y engrosadas con escamas blanquecinas encima.
Psoriasis en gotas: frecuente en niños y adolescentes. Las lesiones son pequeñas y se distribuyen como en salpicadura por tronco y extremidades.
Psoriasis invertida: son de color rojo intenso brillante, sin escamas.
Psoriasis pustulosa: aparecen pequeños granos de pus sobre las placas.
Psoriasis eritrodérmica: las lesiones ocupan casi toda la piel.
Artritis psoriásica: existe inflamación de las articulaciones, principalmente manos y pies.

Los síntomas que se producen son picor y dolor. El picor se produce cuando las lesiones brotan, están más inflamadas y muy blanquecinas. El dolor se produce por exceso de sequedad en la piel, por lo que las lesiones se agrietan.

La psoriasis afecta a la salud física y mental de los afectados. El mal control de la psoriasis produce inflamación crónica y la aparición de otras enfermedades tales como la obesidad, diabetes, hipertensión y ateroesclerosis. Todas ellas forman el síndrome metabólico, el cual favorece las enfermedades cardiovasculares.

La psoriasis es difícil de esconder a los demás por lo que su impacto psicológico puede llegar a ser muy importante, frenando interacciones familiares, laborales y sociales. Además puede producir ansiedad y depresión.

TRATAMIENTO:

Actualmente no existe cura definitiva pero si muchos tratamientos novedosos que puede mejorarla mucho o incluso hacerlas desaparecer temporalmente. Existen 3 grupos de tratamiento:

Tópicos: se aplican sobre la piel, en la zona afectada. Son apropiados para las formas leves de la enfermedad.
Fototerapia: es luz ultravioleta usada bajo control médico y puesta en marcha por el personal de Enfermería.
Sistémicos clásicos y biológicos: se administra por vía oral o mediante inyecciones intramusculares o subcutáneas. Los clásicos son la ciclosporina, metotrexato y acitretino. Los biológicos son terapias de última generación que actúan de forma selectiva bloqueando algunos receptores celulares.

Consejos saludables para controlar la psoriasis:

Vestuario: utilizar ropa de tejidos naturales como el algodón, no ceñida. Evitar ropa interior con costuras y eliminar etiquetas que puedan rozar.
Higiene: los hábitos higiénicos suelen ser los normales en cuanto a frecuencia. El baño es mejor que la ducha porque hidrata más la piel. Utilizar jabones no irritativos.
Aplicar lociones y cremas hidratantes con frecuencia, incluso varias veces. Existen cremas especiales para psoriasis de venta en farmacias formuladas expresamente para esta enfermedad.
Hábitos alimenticios: si se identifica algún hábito o alimento que empeore la psoriasis es preferible no tomarlo. Se desaconseja la ingesta de alcohol.
Estado emocional: es conveniente evitar situaciones psicológica y emocionalmente negativas, ya que el estrés, ansiedad y depresión inciden de forma negativa. La actividad física moderada resulta beneficiosa por poseer un efecto positivo en el estado anímico y reducir el estrés.
Evitar el frío y el viento ya que resecan la piel.
Tomar baños de sol.

Cuidados de Enfermería:

Informar sobre la enfermedad y sus características reducirá el estrés de los pacientes mejorando el pronóstico.
Dar pautas para evitar heridas, traumatismos e infecciones.
Instruir sobre cómo vigilar y tratar la piel.
Enseñar en la toma de los medicamentos, tanto orales como inyectables.
Crear un ambiente de confianza con el paciente.
Potenciar el uso de técnicas para reducir el estrés.
Ayudar a los pacientes a que busquen sistemas de apoyo psicológicos disponibles.
Enseñar los signos de infección y las pautas para el manejo de la misma.

CONCLUSIONES:

La psoriasis es una enfermedad crónica de afectación no sólo física sino también psicológica y es en esta parcela donde el personal de Enfermería puede desarrollar más su papel hacia el paciente, ayudando a evitar situaciones de estrés que empeoren su enfermedad mediante técnicas de relajación y escucha activa.

Además, potenciar la educación para la salud, fomentar los autocuidados y enseñar a aplicarse el tratamiento prescrito es otra de las áreas donde el profesional de Enfermería puede desarrollar su conocimiento sobre la psoriasis.

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.accionpsoriasis.org/
http://aedv.es
https://www.psoriasis.org/