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Consecuencias de la esclerosis múltiple en el individuo

Consecuencias de la esclerosis múltiple en el individuo

Resumen: La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad degenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso central (SNC), que se caracteriza por desmielinización diseminada de las fibras nerviosas del encéfalo y la médula espinal. La edad de aparición oscila entre los 20 y los 40 años, siendo algo más frecuente entre las mujeres.

Consecuencias de la esclerosis múltiple en el individuo

Mari Carmen García García, Diplomada en Enfermería, Experto en Gestión de Servicios de Enfermería, Experto en Cuidados Oncológicos y Paliativos.

Se calcula que hay 30.000 afectados en España y más de un millón en el resto del mundo. Seguidamente analizamos las consecuencias de la esclerosis múltiple, definiendo la enfermedad, etiopatogenia, manifestaciones clínicas, técnicas y medios diagnósticos y medidas terapéuticas. Así como, la influencia de dicha enfermedad a nivel personal, familiar y social. Se ha realizado una revisión sistemática en las bases de datos: Scielo, Cochrane, Elsevier y Google Académico con las palabras clave: esclerosis múltiple, impactos en la salud,

INTRODUCCIÓN

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad degenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso central (SNC), que se caracteriza por desmielinización diseminada de las fibras nerviosas del encéfalo y la médula espinal. La edad de aparición oscila entre los 20 y los 40 años, siendo algo más frecuente entre las mujeres. Se calcula que hay 30.000 afectados en España y más de un millón en el resto del mundo. La mortalidad en estos pacientes está asociada a posibles complicaciones más que al curso de la enfermedad. La causa de muerte más frecuente se debe a infecciones respiratorias, sepsis y tromboembolismo pulmonar (50-60%). Es raro que la esclerosis múltiple (EM) en sí misma acorte la vida del paciente.

Etiopatogenia y manifestaciones clínicas

Su etiología es desconocida aunque parece estar relacionada con alguna infección vírica en la infancia y un trastorno autoinmune del individuo. Existen estudios que demuestran una predisposición genética a padecer EM. Se calcula que de un 10 a 20% de los afectados tienen algún pariente con esta patología. Las placas de mielina se ven afectadas de forma progresiva e irregular a lo largo de la enfermedad. En un primer periodo se produce una respuesta inflamatoria en la zona afectada caracterizada por la proliferación de células fagocitarias y edema. Más tarde desaparece el edema y queda la placa de mielina dañada de forma crónica. En algunos casos se produce remielinización, aunque se desconoce su mecanismo. Los signos y síntomas de la enfermedad dependerán de la localización y grado de desmielinización axonal. La conducción nerviosa está enlentecida o bloqueada a nivel de las lesiones, dando lugar a las alteraciones más frecuentes:

  • Motoras: pérdida de fuerza, fatiga, pesadez, espasticidad, disfagia.
  • Sensitivas: adormecimientos, parestesias, disminución de la sensibilidad, signo de Lhermitte (sensación de descarga eléctrica).
  • Coordinación: inseguridad al caminar, torpeza con las manos, trastornos en el lenguaje (disartria).
  • Visuales: neuritis óptica, visión borrosa, diplopía. .Esfínteres: vejiga espástica hiperrefléxica (incontinencia), retención urinaria, estreñimiento, urgencia o incontinencia rectal.
  • Sexuales: falta de deseo, impotencia, disminución de la sensibilidad.
  • Psicológicas: euforia, alteraciones cognoscitivas.

Estos síntomas aparecen en forma de brotes que pueden durar días, semanas o meses. En algunas ocasiones se presentan de forma aislada y fugaz, durando sólo unos segundos o minutos. Existen factores endógenos y exógenos que pueden desencadenar un brote como son: elevaciones de la temperatura corporal (tras tomar un baño caliente), estrés emocional, fatiga y en algunos casos una infección vírica. Muchos de estos enfermos presentarán depresión, ansiedad y falta de autoestima, y la tasa de suicidios es de dos a siete veces mayor que en la población general de la misma edad.

Técnicas y medios diagnósticos

No existen pruebas diagnósticas específicas para la esclerosis múltiple (EM). El diagnóstico médico se basa en los signos y síntomas con el apoyo de pruebas complementarias:

  • Análisis del Líquido Cefalorraquídeo (LCR): aparecen anticuerpos (lgG) inespecíficos, no se conoce el virus contra el que van dirigidos. Apoya el diagnóstico pero no lo confirma.
  • Potenciales evocados: esta prueba demuestra la existencia de zonas con conducción nerviosa anómala, antes de que aparezcan los síntomas propios de la enfermedad.
  • Tomografía Axial Computerizada (TAC): para hacer un diagnóstico diferencial, descartando la existencia de tumores.
  • Resonancia Magnética (RM): muestra las lesiones desmielinizantes de la sustancia blanca. Es la más usada en la actualidad, aunque no da tampoco un diagnóstico de certeza.

Medidas terapéuticas

No existe tratamiento curativo para la EM. En la actualidad se tratan los síntomas y los periodos de exacerbación, se intentan paliar las secuelas y prevenir las complicaciones. En los ataques agudos se administra Hormona Adrenocorticotropa (ACTH) o corticoides, con lo que se consigue bajar el edema e inflamación, mejorando la conducción en la zona. Debido al posible origen inmunológico de la enfermedad, se están estudiando distintas alternativas de tratamiento con inmunomoduladores, entre ellos la ciclofosfamida, la azatioprina y los interferones β (IFN-β16) que parecen reducir el número de exacerbaciones. Los fármacos más utilizados en el control sintomático de la EM son:

– Diazepan: disminuye la espasticidad y la ansiedad. No se debe administrar junto con alcohol. Puede crear dependencia. Produce somnolencia y fatiga.

– Fluoxetina: ansiolítico y antidepresivo que tarda varias semanas en producir mejoría. Produce astenia y somnolencia.

– Baclofeno: acción relajante sobre la musculatura, alivia la espasticidad y facilita la fisioterapia. Puede producir hipotensión y debe administrarse junto con alimentos.

– Pemolina: mejora la fatiga y la apatía. Puede producir insomnio por lo que se recomienda tomar por la mañana.

– Oxibutinina o propantelina: para la incontinencia y la nicturia. Se debe advertir de los efectos secundarios por su acción anticolinérgica como visión borrosa, sequedad de boca,