Inicio > Angiología y Cirugía Vascular > El consentimiento informado en la cirugía vascular

El consentimiento informado en la cirugía vascular

El consentimiento informado en la cirugía vascular

A modo de resumen, se trata de una revisión relacionada con la ética en general, en particular la Bioética y dentro de ésta el consentimiento informado como tema tan debatido y lleno de contradicciones que en todas las sociedades del mundo continúa siendo una polémica más. Doy a conocer las bases filosóficas sobre las cuales descansa este principio bioético, en particular y lo concreto que se ha tomado de cada escuela filosófica.

El consentimiento informado en la cirugía vascular

Orestes Díaz Hernández (1), Osvaldo Eliseo Mussenden (2), María Luisa Garcia Lizame (3), Yanela Peguero Bringuez (4).

  1. Médico especialista en Angiología y Cirugía Vascular del hospital clínico-quirúrgico Hermanos Ameijeiras, La Habana, Cuba, profesor auxiliar y consultante de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana.
  2. Médico especialista, profesor y jefe del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del hospital clínico-quirúrgico Hermanos Ameijeiras, La Habana, Cuba.
  3. Médico especialista y profesora del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del hospital clínico-quirúrgico Hermanos Ameijeiras, La Habana, Cuba.
  4. Médico especialista y profesora del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del hospital clínico-quirúrgico Hermanos Ameijeiras, La Habana, Cuba.

Se analiza el término paternalismo médico, sus causas y sus consecuencias. La autonomía y los distintos tipos que la conforman son valorados en este contexto. El consentimiento informado en las distintas sociedades que conforman el mundo actual es visto con una óptica crítica y progresista. Se dan a conocer las distintas formas de consentimiento y el papel que ejerce sobre este aspecto la jurisprudencia y el enfoque legal internacional. Y por último, como nuestro país acepta este término y cuáles son las perspectivas futuras bajo los principios marxistas-leninistas

INTRODUCCIÓN

Dentro de la ética en general hay una particular que es la ética médica. Esta especialidad de la ética trata de los principios y normas de conducta moral por la que se rigen los trabajadores de la salud. Esta disciplina se relaciona con el error humano, el secreto profesional y la experimentación en los seres humanos. Además de la relación entre los trabajadores de la salud y de éstos con los familiares de los enfermos de lo cual se encarga la Deontología Médica. La moral y la ética constituyen la base material sobre la cual se constituye el carácter socialista de nuestra medicina. Nuestros principios éticos son totalmente opuestos a la ética médica burguesa (1).

La profesión médica, la relación médico-paciente y el sistema de salud tienen un carácter histórico-concreto. Y de acuerdo con la base económica de la sociedad se desarrollan según la formación socioeconómica. En las sociedades divididas en clases antagónicas. La relación médico-paciente se encuentra diferenciada, según se dirija a los propietarios de los medios de producción o a los desposeídos. La posición del médico en la sociedad no es determinada por el médico mismo sino por la sociedad a que sirve. La clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad, según manifestó Marx, es al mismo tiempo su poder espiritual. El médico consciente o no, es portador de la ideología dominante y sirve a sus intereses en sus relaciones con el paciente y la sociedad.

El socialismo posibilita la existencia de relaciones armónicas entre los individuos, entre el individuo y la sociedad y entre la sociedad y la naturaleza. La relación entre el médico y el enfermo llega a ser puramente humana una vez desaparecido el problema del dinero. No obstante, debemos cuidarnos de incurrir en una visión idílica de las relaciones médico-paciente en la construcción del socialismo (2).

Nuestra época adquiere una dimensión muy superior a la de cualquier otra época, sobre todo, en lo concerniente a la ética médica. Puedo afirmar que la relación médico-paciente ha cambiado en éstos últimos 25 años. Recordemos que Esculapio en la antigua Grecia enseñaba el buen trato a los pacientes, y los papiros egipcios y Vedas de la cultura Hindú, establecían claramente los aspectos morales del comportamiento del hombre en su formación social (3).

La historia de la medicina occidental, desde sus inicios en la época hipocrática hasta la actualidad se encuentra repleta de documentos deontológicos que plantean problemas éticos. Estos exigen del médico, cada vez más una elevada calidad moral, la cual requiere de una adecuada formación ética en los profesionales de la salud. Ello explica que la literatura sobre ética médica y clínica crezca a pasos agigantados en los últimos años.

Existen tres factores poderosos para reconocer estos cambios. El primer factor que desencadena múltiples problemas y conflictos éticos es el progreso de la biotecnología, un segundo factor está basado en el principio de que la enfermedad no sólo altera el equilibrio somático o corporal del hombre, sino también el psíquico y moral y uno tercero, propio de los países capitalistas, que tiene que ver con el acceso igualitario de todos a los servicios médicos y la distribución equitativa de unos recursos económicos limitados y escasos. Estos tres factores pueden converger y agravar el conflicto ético (4).

Aristóteles afirmaba que el dolor transforma de tal modo la capacidad de juicio del ser humano que le impide “tomar decisiones” prudentes. Basado en esto y atravesando el umbral del tiempo se dice que la virtud primaria y casi única del enfermo ha de ser la “obediencia”.

¿ Como era, entonces, la relación médico-paciente? Era por naturaleza asimétrica, vertical, ya que la función del médico consistía