vive en familia, bien cuidado y apoyado.
Anciano que vive solo o con un cónyuge mayor.
Anciano que vive en residencia.
Anciano en el hospital durante un proceso agudo.
Otras situaciones.
En la prescripción se deberá tener en cuenta: si el control y seguimiento del tratamiento no está asegurado hay que pautar la medicación de la forma más sencilla posible:
– Evitar polifarmacia: prioridad en la enfermedad más grave o aguda.
– Valorar cambios fisiológicos del anciano y la función de los órganos de absorción, distribución, metabolismo y eliminación del fármaco.
– Reducir el mínimo la cantidad de fármacos.
– Valorar interacciones medicamentosas.
– Reducir la complejidad del plan terapéutico:
Elegir la vía de administración más fisiológica, siempre que sea la más sencilla y eficaz.
Evitar dosis complicadas.
Evitar pautas horarias múltiples y complicadas.
– Emplear dosis mínimas eficaces que, en general, deberán ser menores que en el adulto joven.
– Utilizar el plan terapéutico el mínimo tiempo necesario: evitar tratamientos largos.(26,27)
Para conseguir que la terapia farmacológica resulte efectiva para el paciente, deberá tomar la medicación según el plan prescrito, para lo cual podemos sugerir:
– Etiquetas, sobres, cajas pequeñas, etc., con las horas del día o los días de la semana en que debe tomar la medicación.
– Advertencia: algunos fármacos se deterioran con la exposición a la luz.
– Educación al anciano.
Plan terapéutico
– Confeccionar un plan de medicación (claro y escrito).
– Examinar y evaluar tratamiento.
– Evaluar y sugerir con el equipo médico combinaciones de fármacos o fórmulas de acción prolongada.
– Evaluar respuesta de medicación:
Médico.
Enfermera de AP / residencia / hospital, etc.
– Documentarle la medicación al paciente.
Información de los fármacos
– Acción.
– Efectos secundarios.
– Posibles reacciones adversas e interacciones con otros medicamentos.
– Cómo, cuándo y dónde tomarla: dosis, hora, vía, etc.
– Hacerle saber o enseñarle a hacer un calendario de medicación. El calendario debe poseer el espacio suficiente para poder escribir el nombre del fármaco.
– Enseñarle a marcar junto al nombre del fármaco, el día, y la hora cada vez que toma la dosis correspondiente:
Nombre del fármaco.
Para qué sirve.
Cómo es: características (color, forma, etc.).
Instrucciones para tomar el fármaco.
Precauciones y efectos secundarios.
Hora del día en que se debe tomar el fármaco.
– Que conserve esta lista junto con el calendario de medicación, en un lugar visible.
– Que conecte el despertador u otra alarma, o que pida a un familiar que le avise con la hora de la medicación.
– Que utilice las ayudas que existen en el mercado, o que se puede construir el mismo, dependiendo de sus necesidades específicas.
– Desechar medicamentos caducados y/o sobrantes.
– No compartir medicamentos.
– Enseñar al paciente a utilizar tratamientos alternativos y/o complementarios:
Leche y baño caliente.
Ejercicio físico.
Masajes.
Valorar resultados:
– ¿Consigue la medicación aliviar síntomas?
– ¿Comprende y controla el paciente el efecto deseado?
– ¿Se atiene a su régimen farmacológico?
– ¿Utiliza alternativas a la medicación?
– ¿Consulta posibles problemas?
– ¿Maneja, guarda y conserva medicación correctamente?
– ¿Identifica reacciones adversas?(28)
En el anciano existen modificaciones en el peso corporal, mayor contenido de grasa, menor contenido de agua, menos albúmina, menos masa magra. También