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Crecimiento y Medicina de Familia

para interpretar si la talla de un niño es adecuada o no para su edad, es importante tener en cuenta que el valor que un sujeto alcanza está supeditado a la estatura de sus progenitores por lo que siempre es importante relacionar la talla del niño con la de sus padres; es de esperar que si éstos son de baja estatura el niño también lo será y viceversa.

Para ello se ha propuesto un método sencillo y práctico que es útil fundamentalmente después de los dos años y hasta el inicio de la adolescencia; este método consiste en ubicar la estatura de los padres en el extremo final de la curva de talla del sexo del niño, es decir, a los 19 años (después de esta edad el crecimiento es nulo en la mujer y muy pequeño en el hombre). A continuación, se corrige la estatura de uno de los progenitores en dependencia del sexo del hijo: si éste fuera varón, se sumará 12 a la estatura de la madre, y si fuera hembra, se restará 12 a la estatura del padre; esta cifra es el valor de la diferencia entre las estaturas adultas de hombres y mujeres en nuestra población.

De esta forma, se constituirá una especie de canal limitado por los percentiles en que se ubiquen las estaturas de ambos padres; en estos límites deberá estar situada la estatura del niño con relación a su edad cronológica. En ocasiones y probablemente debido a que se han desarrollado en mejores condiciones socioeconómicas que sus padres, se encontrarán niños ubicados en una posición superior a la esperada sin que esto tenga ninguna significación patológica; por otra parte, aquellos en una posición inferior deberán ser motivo de estudio para descartar alteraciones de la salud del niño aún cuando se encuentren dentro de los límites de la normalidad.

A pesar del avance en el conocimiento de los factores involucrados en el crecimiento y del desarrollo (9) de técnicas de análisis hormonal fiables, las medidas corporales y el estudio de la maduración ósea, son fundamentales tanto para la detección precoz, de las alteraciones del crecimiento, como para su diagnóstico. Hay que tener en cuenta la antropometría axológica, de la que hemos hablado, la velocidad de crecimiento, la talla, el peso, la braza y segmentos, las gráficas de crecimiento, de talla y de velocidad de crecimiento. Hay que tener en cuenta, que la velocidad de crecimiento es el parámetro más sensible, para detectar de forma precoz, patología del desarrollo. Hay que tener en cuenta la maduración ósea que refleja la edad biológica del niño.

BIBLIOGRAFÍA:

1) A. Martín Zurro, J. f. Cano Pérez, pgs: 1705-1719, Crecimiento y desarrollo, editorial Elsevier, 2008, Atención Primaria, v. 2, Sexta edición.

2) A. Martín Zurro A. Martín Zurro, J. f. Cano Pérez, pgs: 1705-1719, Crecimiento y desarrollo, editorial Elsevier, 2008, Atención Primaria, v. 2,sexta edición.

3) A. Martín Zurro, J. f. Cano Pérez, pgs: 1705-1719, Crecimiento y desarrollo, editorial Elsevier, 2008, Atención Primaria, v. 2, sexta edición.

4) Dinámica DI, Crecimiento, A) Factores genéticos, B) Factores Neuroendocrinos, pgs:1-2.

5) A. Martín Zurro, J. f. Cano Pérez, pg: 1707, Crecimiento y desarrollo, editorial Elsevier, 2008, Atención Primaria, v. 2, sexta edición.

6) Crecimiento, Universidad Navarra, Dra Cristina Azcona de S. JUAN, PGS:1-2.

7) J. f. Cano Pérez, pg: 1707-1710, Crecimiento y desarrollo, editorial Elsevier, 2008, Atención Primaria, v. 2, sexta edición.

8) Crecimiento y desarrollo, Julio Iñigo López.

9) A. Martín Zurro, J. f. Cano Pérez, pg: 1709, Crecimiento y desarrollo, editorial Elsevier, 2008, Atención Primaria, v. 2, sexta edición