menos frecuencia ocurrieron los episodios semanales y diarios.
Tabla 4: Distribución de los pacientes según frecuencia de los episodios agudos
Frecuencia de los episodios agudos – Pacientes: Nº – %
Diario – 3 – 4,5%
Semanal – 7 – 10,2%
Mensual – 18 – 26,4%
Aislados – 37 – 54,4%
Otras formas en particular – 3 – 4,5%
Total – 68 – 100,0%
Fuente: planilla encuesta
En relación con el tiempo de duración de las crisis (cuadro 5), se aprecia que en el 60,2% las crisis de migraña duraron menos de 24 horas.
Tabla 5: Distribución de los pacientes según tiempo de duración de la cefalea
Tiempo de duración de la cefalea – Pacientes: Nº – %
Menos de 24 horas – 41 – 60,2%
Entre 24 y 72 horas – 16 – 23,6%
Más de 72 horas – 11 – 16,2%
Total – 68 – 100,0%
Fuente: planilla encuesta
En el cuadro 6 aparece la regularidad del uso de los medicamentos; observándose que solo el 36,8% usaban la terapéutica indicada de forma regular; la terapéutica combinada se utilizó en el 39,7%, siendo los ergóticos y los analgésicos – antiinflamatorios los más empleados en dicha combinación.
Tabla 6: Distribución de pacientes según regularidad en el tratamiento y medicamentos más utilizados
Regularidad en el tratamiento – Pacientes: Nº – %
Uso regular – 25 – 36,8%
Uso irregular – 43 – 63,2%
Medicamentos más utilizados
Inespecíficos
Analgésicos – Antiinflamatorios – 10 – 14,7%
Antihistamínicos – 4 – 5,9%
Específicos
Ergóticos – 8 – 11,7%
Triptanos – 4 – 5,9%
Preventivos
Betabloqueadores – 11 – 16,1%
Anticálcicos – 3 – 4,5%
Antidepresivos – 1 – 1,5%
Combinados – 27 – 39,7%
Fuente: planilla encuesta
En el cuadro 7, la mayoría de los pacientes afectados por migraña no presentaron complicaciones 54 casos, lo que representó el 79,4%; sin embargo, en el 16,1% aparición el status migrañoso y en el 4,5% infarto migrañoso.
Tabla 7: Distribución de los pacientes según complicaciones
Complicaciones – Pacientes: Nº – %
Status migrañoso – 11 – 16,1%
Infarto migrañoso – 3 – 4,5%
Sin complicaciones – 54 – 79,6%
Total – 68 – 100,0%
Fuente: planilla encuesta
DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
Steiner y colaboradores (10); refieren que de 1 de cada 10 personas padecen migraña, y ésta es más frecuente en las personas que se encuentran en edad más productiva, entre los 25 y los 55 años de edad. Las mujeres superan a los varones, en proporción de 3 a 1 por posible causa hormonal aproximadamente; por lo tanto, la migraña no es en modo alguno un signo de debilidad emocional ni de incapacidad para afrontar los problemas (11,12). Otros afirman que la migraña también afecta a los hombres, pero es fundamentalmente una enfermedad de mujeres jóvenes que afecta más en los años de máxima productividad social y laboral. La prevalencia es del 6% en varones y del 15 al 17% en mujeres y aumenta hasta alcanzar un pico en torno a los 40 años de edad, disminuyendo después (13- 20).
Los niños de cualquier edad pueden tener migraña, aunque sus características clínicas pueden diferir de la de los adultos; además de que los ataques tienen una duración más corta y las auras visuales no son tan comunes como en los adultos. Antes de la pubertad no hay diferencias entre la cantidad de niños y niñas que padecen cefaleas, pero tras esta fase de la vida la migraña es mucho más común en las chicas adolescentes. En algunas ocasiones finalizan en la adolescencia, pero pueden volver cuando se alcanza la edad adulta (21).
Antiguamente se consideraba que era una enfermedad psicológica o emocional, es en realidad una enfermedad neurológica, que puede afectar prácticamente a todos los aspectos de la vida de una persona. Aunque se desconoce su causa exacta, es probable que se produzca en respuesta a factores desencadenantes (como ciertos alimentos, hormonas o factores ambientales) que determinan que los vasos sanguíneos del cerebro reaccionen de manera excesiva (22).
Una crisis se produce cuando un agente o un factor desencadenante provocan una reacción excesiva en los vasos sanguíneos del cerebro. Estos factores pueden actuar solos o combinados. No todos afectan a todas las personas que la padecen y puede se vean afectados por varios factores distintos en momentos diferentes (22, 23).
La fluctuación de las hormonas (ovulación-Menstruación), la retirada repentina de la cafeína de la dieta y algunos fármacos pueden desencadenar una migraña (11). Se considera que más del 50% de las mujeres que padecen migrañas señalan la menstruación como factor desencadenante de alguno de sus ataques migrañosos; siendo conocida como “migraña menstrual” y probablemente se asocia a las fluctuaciones hormonales características de la menstruación. En algunos pacientes, un descenso de la presión barométrica puede desencadenar una crisis, y lo mismo ocurre con las temperaturas elevadas, la humedad o la lluvia. Otros factores inductores son las luces brillantes, los ruidos altos, el humo, los gases, los olores fuertes o los cambios de altitud. En otros, la actividad física intensa o brusca puede favorecer la aparición de las migrañas, pero practicar un ejercicio físico moderado, de forma regular, como pasear, nadar, ir en bicicleta o hacer yoga, puede ayudar a prevenirlas y a reducir su frecuencia como parte de un programa de vida saludable. En el 50% de las personas con migraña el clima puede acelerar la aparición de una