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Caracterización y factores de riesgo de los cuidadores para el desarrollo del síndrome del cuidador en personas con discapacidad muy grave y severa

emocional de los cuidadores. Pero lo mas importante es que se determino que esta intervención ha demostrado ser eficaz en un entorno diferente que no sea la Atención Primaria de salud, y fue desarrollado por los profesionales de la Salud Mental. Y como pudimos determinar que si era beneficiosa estas estrategias se podrían trabajar aun estrategias mucho mas acopladas a un entorno distinto de los cuidadores con los departamentos de APS y así poder obtener un instrumento importante para ofrecer a los cuidadores de los pacientes de atención dependientes.

A su vez Ferré-Grau, et.al (2012). Indica que la técnica de resolución de problemas (TRP) es efectiva para la disminución de los síntomas de ansiedad, depresión y malestar emocional de los cuidadores familiares.

Sin aplicar el manejo preventivo a estas personas se observa que aumentan estos problemas, pudiendo alcanzar niveles que lleguen a dificultar el cuidado y generar claudicación familiar, elementos que pueden favorecer la institucionalización de la persona cuidada.

Ya que este grupo es un colectivo de difícil acceso y continuidad por lo cual se debe inicialmente capacitar al personal médico de atención primaria sobre como diagnosticar a una persona con esta sintomatología y de esta manera iniciar su manejo, el mismo que debe realizarse en la visita domiciliaria y de esta manera poder aplicar con el conocimiento respectivo las técnicas cognitivas y en especial la TRP la misma que puede constituir una herramienta útil para dar respuesta a situaciones de cuidados complejas que se presentan de manera habitual en este ámbito de atención.

Es así que acoplando cerca de 40 estudios sobre síndrome del cuidador a nivel mundial se determino como conclusiones generales que esta patología actúa como proceso del estado de estrés, y se plantea que está puede tener importantes consecuencias sobre la salud física y mental es decir sobre su bienestar integral. Sin embargo, no se debe concebir el impacto del cuidado sólo como una respuesta fisiológica y emocional del proveedor de cuidados al estrés sino que, también, es necesario considerar las importantes repercusiones negativas que pueden tener un cuidador sobrecargado sobre la calidad y la continuidad de la asistencia suministrada a la persona que es cuidada. Los efectos negativos del cuidado sobre la salud y el bienestar de los cuidadores informales han sido documentados ampliamente que han llevado a etiquetar este conjunto de repercusiones con el término de síndrome del cuidado. Aparecen de forma más frecuente e intensa que las enfermedades físicas, por lo que los trastornos depresivos, la ansiedad, la ira y la hostilidad, han permitido conocer los efectos mentales y emocionales del cuidador así como la efectividad de las estrategias de afrontamiento para adaptarse a las dificultades de cuidado.

Con respecto a investigaciones realizadas a nivel Nacional se encuentra el aporte de una Tesis Elaborada por Tamara Toledo de la Universidad Politécnica Salesiana con el tema: “El Síndrome del Cuidador Primario en Madres cuidadoras de niños de 0 a 2 años con Parálisis Cerebral de la Fundación Jonathan”, donde la información obtenida indica que en el Ecuador hay pocos estudios dedicados a la investigación de la salud mental del cuidador, afirmando que la mayoría son mujeres las que adquieren este rol, por consecuencia no existen herramientas de salud que permitan atender a las consecuencias que puede atravesar el cuidador familiar o informal ,Toledo, Tamara (2012), la existencia de factores que fomentan la aparición de la carga afirmando la teoría expuesta por Lazarus y Folkman. En cuanto a carga objetiva, ninguna de las madres posee apoyo social, y con respecto a la subjetiva que se refiere a la percepción del estrés, éste no disminuye al contrario se mantiene y se vive de manera intensa ya que las madres están sometidas al cumplimiento de actividades que son percibidas como obligatorias con la familia. Toledo, Tamara (2012), con respecto al afrontamiento, informa que se observa en todas ellas éste se dirige a la emoción, ya que se observa negación que distorsiona la realidad idealizando un futuro irreal para sus niños/as.

La manifestación de las repercusiones de cuidado, ha sido conceptualizada con el término de “Carga” o “Sobrecarga”, entendido según Alonso Garrido (2004) “como el estado psicológico que resulta de la combinación del trabajo físico, de la presión emocional, de las restricciones sociales, así como, de las demandas económicas que surgen del cuidado del enfermo”.

Un pilar fundamental que no se toma en cuenta es la falta de apoyo social a este grupo vulnerable Cassel y Cobb (2000) definen al apoyo social como: El modelo del efecto amortiguador”, postulando que el apoyo social interviene como variable mediadora en la relación entre estrés y enfermedad. El ser humano dispone de recursos materiales y emocionales para evitar definir determinada situación como estresante. Esta no definición evita que se genere la respuesta psico-fisiológica que repercute en la salud (Wheaton, 1985). Por tanto, en los cuidadores de personas, el apoyo social es percibido como recurso social protector de su bienestar frente a la acción de cuidar.

Asimismo, algunas investigaciones enfatizan la satisfacción del cuidador informal con el apoyo percibido, desde la red social adquirida, como factor amortiguador del impacto de la enfermedad discapacitante de su familiar.

Consideraciones Finales

El cuidador requiere de apoyo social, el cual debe ser proporcionado por la familia o las instituciones de salud, principalmente. De igual manera, requiere planificar su asistencia y cuidados al enfermo dejando un tiempo para sí mismo, estableciendo límites en el desempeño de su tarea, delegando funciones en otros miembros de la familia o en amigos, dejando de lado su papel de persona indispensable o de que nadie más podrá hacer las cosas mejor que ella, y sobre todo, recordando que eso no quiere decir que ame menos al enfermo. El cuidador primario debe dejarse ayudar y procurar distribuir el trabajo en forma más equitativa y aceptar relevos para su descanso y pedir a los familiares, amigos o vecinos que le hayan manifestado alguna vez su deseo de apoyarle que le sustituyan para poder descansar o cambiar de actividad

y tener tiempo para sí mismo, a fin de evitar el agotamiento emocional. Dar un paseo, distraerse, leer un libro, ir a comer con un amigo, hacerse un regalo, etcétera, son formas muy eficaces para combatir el estrés del cuidador. Tiene, sobre todo, que procurar seguir haciendo su vida normal. Es saludable que mantenga su círculo de amigos y que pueda contar con una persona de confianza para hablar abiertamente sobre sus sentimientos y encontrar una salida a sus preocupaciones. También es una buena opción ponerse en contacto con otras personas que se encuentren en la misma situación para intercambiar impresiones.