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Proceso de cuidados de Enfermería en mujer con lactancia materna ineficaz fundamentado en el modelo de Virginia Henderson

Proceso de cuidados de Enfermería en mujer con lactancia materna ineficaz fundamentado en el modelo de Virginia Henderson

El estudio de caso se realizó a una mujer de 26 años de edad hospitalizada cursando con un puerperio mediato, pos operada de cesárea, multigesta y con problemas de lactancia materna ineficaz por pezones invertidos, así como congestión mamaria. Se utilizó la entrevista como fuente primaria de información, la revisión del expediente y de la literatura como fuentes secundarias.

Proceso de cuidados de Enfermería en mujer con lactancia materna ineficaz fundamentado en el modelo de Virginia Henderson

Autor: Gloria Zita Roa Tostado, Licenciada en Enfermería y obstetricia, Maestra en Enfermería.

Norma Nash Campos, Maestra en Docencia Universitaria, Coordinadora de la Maestría en Enfermería, Facultad de Enfermería, Universidad Veracruzana de Orizaba Veracruz, México.

RESUMEN

La valoración se realizó a partir de los fundamentos del Modelo de las necesidades Básicas Humanas de Virginia Henderson, con el al análisis de los datos obtenidos se elaboró un plan de cuidado de Enfermería aplicando las intervenciones pertinentes para el apoyo de las necesidades detectadas. La atención de Enfermería a la puérpera debe ser muy estrecha para conocer los factores que ponen en riesgo la recuperación de la mujer y el bienestar del binomio madre–hijo, en este caso se detectó la lactancia materna ineficaz por la presencia de pezones invertidos y congestión mamaria.

Es muy importante la aplicación de intervenciones de Enfermería para ayudar a la mujer al mejoramiento de sus glándulas mamarias para la práctica de la lactancia materna eficaz antes de su egreso hospitalario.

Palabras clave: Lactancia materna, Pezón, Dolor, Infección

INTRODUCCIÓN

Según la OMS, la leche materna constituye indiscutiblemente el mejor alimento que la madre puede ofrecer al recién nacido durante los primeros seis meses de vida. Posteriormente, hasta los dos años o más, los lactantes pueden seguir con la lactancia materna complementada con otros alimentos nutritivos (1).La leche materna aporta todos los nutrientes que el niño necesita en sus primeros meses de vida y sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales del niño durante el segundo semestre de vida y hasta un tercio durante el segundo año (2).

Sin embargo aunque la capacidad de lactar es innata e instintiva en los mamíferos, en la mujer esta capacidad debe ser desarrollada y apoyada mediante una educación adecuada para lograr una lactancia exitosa y placentera (1,2).Los pezones planos o invertidos no contraindican la lactancia, aunque sí la dificultan, sobre todo en los inicios. Lo importante no es el aspecto del pezón ya que no juegan un gran papel en la lactancia. El bebé no succiona del pezón sino de la areola que presiona con la lengua para extraer la leche.

Los pezones invertidos o planos en reposo pueden corregirse realizando maniobras con la mano o por la succión del bebé. Su capacidad de estiramiento, es decir, de que el pezón “salga” cuando el bebé comienza a succionar va a determinar la capacidad de amamantar y todo depende del agarre pecho-boca que se consiga. Para esto se necesita realizar intervenciones de capacitación a la mujer.

Los principales signos de amamantamiento ineficaz son:

  • Congestión mamaria que no mejora amamantando.
  • Lactante que no ha recuperado el peso del nacimiento a las dos semanas
  • Mamadas infrecuentes e inefectivas.
  • Mamadas restringidas en el tiempo.

Los dos últimos parámetros están asociados a un vaciado incompleto de la mama que incrementa el riesgo de congestión mamaria (2).

Tras el inicio de la lactancia materna en el ámbito hospitalario, la continuidad y él éxito de la misma depende muchas veces de las dificultades que surgen en los primeros días como dolor, depresión post-parto, congestión mamaria o dudas respecto a la técnica de lactancia (1).

La intervención y el seguimiento de los profesionales de la salud en los primeros días de inicio de la lactancia materna según los estudios consultados se ha considerado como un factor positivo en el éxito de la lactancia materna así como un indicador relevante en la disminución de las tasas de abandono precoz de la lactancia(3). Renfrew (2006) destacó la importancia de educar y preparar a los profesionales de la salud para promover y apoyar la lactancia materna, como herramienta de prevención de patologías mamarias (4).El manejo óptimo de la lactancia materna y el apoyo a esta se reconoce como un factor positivo en la reducción de la frecuencia de síntomas de congestión mamaria.

La buena posición, el agarre del bebé y la alimentación frecuente se ha relacionado con la incidencia de menor congestión mamaria (5, 6). En un estudio realizado donde se comparó a niños alimentados con limitaciones en el número o duración de las tomas con niños con alimentación a libre demanda, se observó que la lactancia con restricciones produce un aumento en el abandono de la lactancia a las 4-6 semanas posparto, un aumento de grietas en el pezón y de la turgencia mamaria y un aumento en la suplementación de la lactancia con fórmulas (7).

El tratamiento de la congestión mamaria consiste en el vaciamiento frecuente de la mama, idealmente por el niño pero si la congestión es severa, primero debe vaciarse manualmente o con un sacaleches para que el niño pueda acoplarse y mamar efectivamente. El calor local y la aplicación de compresas frías tienen un efecto moderado en la disminución de la congestión mamaria según los estudios consultados. Sin embargo, el masaje mamario antes del amamantamiento y la toma de antiinflamatorios se ha demostrado que son eficaces en la disminución de la congestión mamaria, pero sin duda, la prevención es el mejor tratamiento (5, 8).

En caso de mastitis recurrentes, es necesario verificar la adherencia al tratamiento y las causas predisponentes como la congestión mamaria (9, 10).Se ha considerado beneficioso la continuidad de la lactancia en mujeres afectadas de mastitis como prevención de abscesos mamarios (10). El estudio de caso que se presenta es el de una mujer de 26 años de edad hospitalizada cursando con un puerperio mediato, pos operada de cesárea, multigesta y con