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Cuidados de Enfermería en pacientes intervenidos de cirugía cardíaca sometidos a terapia con presión negativa

  • Una de ellos permanecerá estéril durante todo el procedimiento.
  • La piel circundante no debe estar lesionada para permitir el cierre hermético de la herida.
  • La herida debe tener una abertura suficiente para introducir la esponja. En caso contrario se decidirá otro tipo de procedimiento terapéutico.
  • La bomba de vacio debe estar conectada al menos 22 horas al día, evitando las posibles desconexiones.
  • Si el paciente presenta una mala tolerancia a la presión negativa continua, existe la opción de una presión negativa oscilante.
  • En nuestro servicio se aconseja la realización de dos curas semanales.

CONTRAINDICACIONES

  • Osteomielitis no tratada.
  • Fistulas a órganos y cavidades del cuerpo.
  • Úlceras de etiología maligna.
  • Existencia de gran cantidad de tejido necrótico.
  • Infección de la herida (contraindicación relativa).

COMPLICACIONES

  • Deterioro de la piel circundante a la herida por curas frecuentes. En este caso se protegerá la piel con apósito hidrocoloide extrafino sobre el cual colocamos el apósito trasparente. Si la piel está muy lesionada se valorará la continuación de la terapia.
  • Olor intenso por infección de la herida. Se suspende la terapia de presión negativa y se realiza un cultivo de la herida para identificar el microorganismo responsable de la infección. Instauración de antibioterapia intravenosa hasta que la infección esté controlada.
  • Puede aparecer dolor durante la cura por lo que se administrará un analgésico 30 minutos antes de la cura. También puede aparecer dolor durante la terapia de presión negativa. En este caso se disminuirá la presión de 25 en 25 mmHg, hasta que cese el dolor.
  • Hemorragias al retirar la esponja durante las curas que cederá con presión local durante la misma. Para evitarlo se podrá colocar un tul no adherente entre la esponja y el lecho de la herida, así como humedecer la esponja previa a su retirada. Vigilar la aparición de hemorragias en pacientes anticoagulados.

CONCLUSIONES

La terapia de presión negativa es un procedimiento indicado en las dehiscencias esternales complicadas con pérdida de sustancia ya que mejora y acelera la cicatrización de las heridas.

Hay menor manipulación de la herida y, por tanto, menor riesgo de infección.

Al unificar criterios y establecer un protocolo de actuación nos permite prestar unos cuidados de calidad al paciente sometido a este procedimiento.

Para el éxito de la terapia es fundamental el trabajo conjunto del equipo multidisciplinar.

La efectividad de esta terapia está ampliamente demostrada ya que se reduce la estancia hospitalaria, los costes de material (reducción de la frecuencia de las curas), costes personales (tiempo de asistencia del médico y de la enfermera), costes de uso de medicamentos.

La terapia de presión negativa mejora el confort del paciente y su autonomía al disminuir la frecuencia de las curas, y la posibilidad de convertir el tratamiento en ambulatorio con equipos portátiles.

BIBLIOGRAFÍA

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  • Diagnósticos de Enfermería 2012-2014.