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Cuidados de Enfermería al paciente con Balón de Contrapulsación Intraaórtico (BCIA)

decúbito supino. Se debe comprobar y anotar la presencia de los pulsos femorales y distales bilateralmente. Asimismo, se debe anotar la temperatura, color y presencia de pulsos en extremidades superiores e inferiores (EESS y EEII). A continuación se procederá a monitorizar al paciente y preparar el material necesario.

Durante el procedimiento es importante controlar las constantes vitales del paciente y mantenerlo correctamente monitorizado.

Una vez que el catéter-balón ha sido colocado y se ha iniciado la contrapulsación, el personal de Enfermería debe vigilar estrechamente al paciente y garantizar una serie de cuidados entre los que cabe destacar:

1. Control Hemodinámico:

La enfermera responsable del paciente debe controlar las constantes vitales (tensión arterial (TA), frecuencia cardiaca (FC), frecuencia respiratoria (FR), saturación de oxígeno (SatO2), presión venosa central (PVC), presión de arteria pulmonar (PAP), presión capilar pulmonar (PCP), gasto cardiaco (GC)) así como las perfusiones intravenosas que este pueda tener (inotrópicos, antiarrítmicos, anticoagulantes…). Es muy importante comprobar la correcta colocación de los electrodos y la sincronización latido-consola.

2. Vigilancia del nivel de conciencia:

Se debe vigilar el aspecto general del paciente y su grado de conciencia.

3. Control de la consola:

La consola debe mantenerse en estado operativo, con su batería cargada y conectada a una fuente de energía, con el tanque de gas lleno y con el cable transductor de presiones disponible.

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Consola del balón de contrapulsación

4. Vigilancia de Extremidades:

Es importante comprobar periódicamente la presencia de pulsos distales, coloración, temperatura, ausencia de dolor, movilidad y sensibilidad de las cuatro extremidades aunque especialmente de la extremidad en la que se encuentra colocado el catéter.

Si el paciente está consciente se le debe advertir que es necesario que mantenga esa extremidad relativamente inmovilizada.

5. Vigilancia del punto de punción:

Las curas del punto de punción deben hacerse de manera aséptica para prevenir la infección y el cambio de apósito se llevará a cabo cuando sea necesario. Además, es importante vigilar el posible sangrado.

6. Vigilancia del Catéter:

Se debe comprobar la correcta fijación del catéter a la piel y que la sutura se mantiene estable. Es recomendable realizar una radiografía de tórax diaria para comprobar la localización o posible desplazamiento del balón. Por el contrario, no se recomienda utilizar la luz interna del catéter para irrigar o extraer sangre.

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Inserción femoral del balón de contrapulsación

7. Informar y facilitar el confort del paciente:

El paciente debe estar informado en todo momento y conocer los signos de alerta ante los que debe avisar al personal sanitario como dolor o molestia en el pecho, dolor en la pierna afectada o dolor en el punto de inserción del catéter. Durante todo el tiempo que el paciente permanezca con el dispositivo, estaremos atentos a su grado de colaboración, postura y posibles molestias.

Una vez que el paciente recobre la estabilidad hemodinámica y se hayan resuelto las causas por las que se colocó este dispositivo será el momento de retirar el balón de contrapulsación.

Para ello se debe disminuir progresivamente la asistencia, es decir, disminuir el número de inflados/latido (las consolas disponen de modos hasta 1:4 o 1:8) y una vez que se haya retirado la asistencia, el balón nunca deberá permanecer colocado e inmóvil más de 20 minutos ya que esto aumentaría el riesgo de trombos.

A continuación hay que desconectar el balón de la consola y retirar las suturas para poder sacar el catéter-balón. Una vez retirado se debe hacer una compresión directa ya sea manual o con femostop de 20-40 minutos y pasado este tiempo se colocará un apósito compresivo durante 24 horas. En algunos pacientes, sobre todo si el balón ha permanecido colocado durante mucho tiempo, puede ser necesario el cierre del punto de punción mediante sutura.

Es importante que el paciente permanezca las próximas 24 horas en decúbito supino sin flexionar el miembro.

Durante todo este proceso, el personal de Enfermería debe vigilar los pulsos, color y temperaturas distales así como la presencia de sangrado por el punto de punción.

Las complicaciones se pueden dar durante la colocación del catéter-balón, la contrapulsación o la retirada del mismo. Entre las posibles complicaciones cabe destacar la taquicardia que hace que la efectividad del balón disminuya, la isquemia de la extremidad inferior, el síndrome compartimental, la infección de la zona de punción, el tromboembolismo o la ruptura del balón. Las complicaciones más severas como disección aórtica o ruptura de la arteria femoral son afortunadamente poco comunes.

Conclusiones:

El balón de contrapulsación intraaórtico (BCIA) ha sido ampliamente establecido como un soporte mecánico de gran valor para la asistencia ventricular transitoria en el tratamiento de patologías cardiacas, la reducción significativa de la postcarga y la mejoría en el aporte del flujo coronario a través del aumento en la presión diastólica.

El personal de Enfermería que dentro del equipo de salud