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Cuidados de Enfermería en un paciente pediátrico circuncidado

Cuidados de Enfermería en un paciente pediátrico circuncidado

La circuncisión es una operación quirúrgica en la que se extirpa de forma total o parcial el prepucio, dejando de esta manera el glande al descubierto.

Cuidados de Enfermería en un paciente pediátrico circuncidado

Autores:

María del Pilar Tierra Burguillo

Noelia Murez Mójica

Arantza Mójica Blanco

Los motivos por los que se puede precisar de esta intervención son varios, pero en la edad pediátrica sobre todo ocurre por la estrechez del prepucio, fimosis, lo cual causa impedimento en la salida del glande. Casos en los que los problemas de higiene puede conllevar a infecciones. Es aproximadamente a la edad de 13 años en la que el prepucio debería de poderse retraer para dejar libre al glande incluso en un estado flácido del pene y de esta manera poder asearse adecuadamente.

Así como es cierto que existen otros tratamientos más conservadores, en algunos casos la circuncisión es el único tratamiento efectivo. En los tratamientos no quirúrgicos, se estira el prepucio de manera manual y esto se puede llevar a cabo con la ayuda de cremas esteroides.

A la hora de la realización de la circuncisión, dependiendo de la edad y estado del niño, así será la anestesia a utilizar. Esta intervención es de corta duración ya que viene rondando la media hora. Se retirará el prepucio y los bordes se cerrarán con puntos reabsorbibles y en algunos casos, pegamento quirúrgico. El pene se venda y coloca de manera elevada y esta cura se suele retirar al día siguiente o 48 horas de la intervención.

La recuperación de la operación va a depender sobre todo del tipo de anestesia usada en la misma y es muy conveniente explicar y tranquilizar psicológicamente al niño si así lo necesita. Normalmente el ingreso en hospital es del día de la intervención y si todo ocurre con normalidad se da de alta al paciente. Las primeras curas son realizadas en su centro de salud y se le ofrecen unas pautas de cuidados para la higiene.

Los cuidados van a ir encaminados a ofrecer una buena educación en salud para que la familia sea autónoma en todo lo posible en relación al hecho y evitar de igual manera problemas secundarios. La recuperación total suele ocurrir a las dos semanas, por lo que durante este tiempo se recomendará el uso de pantalones cómodos y holgados, para evitar así dolor e incomodidad. De igual manera hay que mantener una higiene adecuada para evitar problemas. Y tener presente los síntomas que no entran dentro de la normalidad, como pueden ser el que supure fluido amarillento o blanquecino, el sangrado, la infección, dificultad al orinar, lesiones en la piel e incluso úlceras.

Todos los síntomas que entren dentro de lo esperado puede ser tratado desde el domicilio pero en el caso de encontrarse con una situación anormal, lo más prudente es acudir a su centro de salud y desde ahí tratar el caso con su enfermera y/o médico.