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Cuidados de Enfermería, prevención y detección en VIH y SIDA

Cuidados de Enfermería, prevención y detección en VIH y SIDA

RESUMEN

El VIH ataca al sistema inmunológico debilitando los sistemas de vigilancia y defensa del organismo llegando a producir SIDA. Este término se aplica a los estadios más avanzados de la enfermedad. En 2010 se notificaron 2907 casos nuevos de VIH y 1162 casos de SIDA. El pronóstico de esta enfermedad es favorable respecto a décadas anteriores. Actualmente existen gran cantidad de medicamentos que pueden retrasar el progreso del virus, pero todavía no existe una cura para esta enfermedad.

Autor: Raquel Ramón Tesán, graduada en Enfermería. Máster Universitario Gerontología social. Lugar de trabajo: Hospital Clínico Universitario.

Palabras Clave: cuidados de Enfermería, VIH, SIDA, diagnóstico, prevención, tratamiento, síntomas.

  1. INTRODUCCIÓN

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) ataca el sistema inmunológico y provoca el SIDA. Es un virus del género Lentivirus, perteneciente a la familia de los retrovirus. 1

Este virus ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. A medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia. 1

El SIDA es una enfermedad viral caracterizada por la ausencia de respuesta inmunitaria. Este término se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH con presencia de síntomas que se producen cuando el sistema inmunológico se deteriora y deja de funcionar de forma eficaz, desarrollándose enfermedades oportunistas y/o marcadoras debido a que se ha perdido la capacidad de defensa del organismo de luchar contra los distintos agentes que causan enfermedades. 1

El virus de la inmunodeficiencia humana: en el año 2010 se notificaron 2.907 nuevos diagnósticos de VIH, lo que supone una tasa de 88,5/millón de habitantes. 2

El 82% eran hombres y la mediana de edad fue de 35 años. La transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres (HSH) fue la más frecuente, 46%, seguida de la heterosexual, 33%, y la que se produce entre usuarios de drogas inyectadas (UDI), 6%. El 38% de los nuevos diagnósticos de infección por el VIH se realizó en personas originarias de otros países. El 45% del global de los nuevos diagnósticos presentaron diagnóstico tardío. SIDA: en el año 2010 se notificaron 1162 casos. El 77% eran varones, y la mediana de edad fue de 42 años. Los casos en heterosexuales supusieron el 33% del total, los UDI el 28%, y los HSH el 26%.2

  1. MATERIAL Y MÉTODOS

OBJETIVOS

  • Comprender la diferencia entre el VIH y el SIDA
  • Aprender la sintomatología del sida y las enfermedades oportunistas que se pueden adquirir.
  • Comprender el proceso de la enfermedad y los métodos de contagio que existen.
  • Entender cuáles son las actividades de Enfermería realizadas a estos pacientes.
  • Conocer el tratamiento según el método por el que ha sido contagiado y según el estadio de la enfermedad.
  • Conocer la epidemiología y el pronóstico de esta enfermedad.

METODOLOGÍA

Realización de una búsqueda bibliográfica a través de bases de datos como PubMed, SciELO y dialnet utilizando diferentes términos MeSH como HIV; Adquired Inmunodeficiency Syndrome; health education; sintoms; diagnosis; therapeutics y prevention.

  1. RESULTADOS

FISIOPATOLOGÍA

La infección del virus empieza con los linfocitos T4, que son unas células del sistema inmunológico humano. A continuación el VIH se replica con mayor intensidad en los ganglios linfáticos. Una vez que la infección ha progresado el virus se puede encontrar en la mayoría de los líquidos del organismo, sobre todo en la sangre y en las secreciones genitales. 2,3

En nuestro organismo, el virus parasita las células de nuestro Sistema Inmunológico a las que conocemos comúnmente como células blancas, mejor conocidas como células CD4., destruyéndolas o haciendo que dejen de cumplir su función. 3

Para invadir una célula CD4, el VIH necesita adherirse o encajarse en ella. Este proceso se conoce como fusión. Para eso usa dos receptores: el receptor CD4 y su correceptor.

Estos receptores son como unos candados. Con sus llaves el VIH puede abrir los candados de la CD4 e invadir la célula. El VIH deposita en la célula su ARN, además de sus enzimas o ayudantes. Estas enzimas son la intregrasa, la transcriptasa reversa y la proteasa.

La meta del VIH es infiltrarse en la célula para que éste produzca más VIH. Para lograrlo, lo primero que hace después de infectar la célula es traducir su ARN a una forma que el ADN de la célula pueda entender. El ARN transformado se conoce como ADN-VIH y el proceso es conocido como transcripción reversa. El ADN esta protegido por el núcleo de la célula. Para entrar al núcleo e integrar su ADN-VIH al ADN, el VIH usa otra enzima conocida como integrasa. 2

El ADN usando una de sus enzimas celulares comienza a producir ARN-VIH y otras hélices sencillas de ARN. Este proceso es conocido como transcripción. Las enzimas de la célula CD4 de manera natural expulsan del núcleo celular. Ya afuera del núcleo, el VIH usa el mecanismo natural de la célula para crear proteínas, y al mARN para producir piezas del virus como las proteínas que formarán su cubierta e interior y las enzimas ayudantes que formarán nuevos virus. Este VIH inmaduro brota de la célula y se lleva parte de la membrana celular. Esto daña la célula CD4 y eventualmente causa que muera después de haber creado muchas copias del VIH. Las proteínas básicas del VIH producidas, todavía no forman un virus. Para eso el VIH tiene que dividir el mARN en pequeñas piezas o proteínas para hacerlo útil. Esto se logra con la ayuda de una enzima del VIH conocida como proteasa. 2,3

Este nuevo virus es totalmente funcional. El VIH busca una nueva célula CD4, la invade y el ciclo comienza de nuevo.

SINTOMATOLOGÍA DEL VIH

No existen síntomas específicos del VIH. Muchas personas infectadas no presentan síntomas, especialmente en los primeros años y en general durante largo tiempo. El virus va debilitando el sistema inmunológico lentamente y sería tras una media de 8-10 años sin tratamiento (la enfermedad habría evolucionado y el sistema inmunológico estaría muy deteriorado) cuando aparecerían los síntomas más graves. 4

  • Pérdida brusca de peso superior al 10%
  • Fiebre o sudoración nocturna durante más de un mes
  • Diarrea crónica durante más de un mes
  • Fatiga persistente y aguda
  • Dolor de cabeza y de garganta
  • Otros síntomas son: tos seca durante más de un mes, urticarias, úlceras bucales, hongos en boca y garganta, herpes e inflamación de los ganglios. 4

Enfermedades e infecciones oportunistas

Cuando el daño al sistema inmunológico es más severo, las personas experimentan infecciones oportunistas (llamadas así porque son causadas por organismos que no producen enfermedades en personas con un sistema inmunológico normal, pero aprovechan la «oportunidad» de manifestarse en las personas afectadas por el VIH). Algunas de estas enfermedades oportunistas son: neumonía por Pneumocystis carinii, tuberculosis, sífilis, papiloma virus, síndrome por desgaste, candida albicans, citomegalovirus, herpes, infecciones por MAC, sarcoma de Kaposi. 2,4

MÉTODOS PARA EL DIAGNÓSTICO

Elisa de 4ª generación o Prueba combinada: esta prueba consiste en la detección de los anticuerpos y del antígeno P24 del virus. Esta prueba, realizada a partir de la 3ª semana de la posible infección, permite en muchos casos la detección precoz del VIH. 5

En el caso de obtener un resultado positivo con esta prueba, se confirma el resultado aplicando una prueba más específica denominada Wester Blot, con la cual descartamos un falso positivo. 5

Las técnicas de aglutinación suelen emplear péptidos sintéticos o proteínas recombinantes del VIH como fuente de antígeno y se realizan con partículas de látex o hematíes entre otros. Por

lo general son técnicas menos complejas metodológicamente que los EIA, más rápidas y baratas.

Las técnicas de inmunoadherencia suelen ser de fácil y rápida realización técnica por lo que se han empleado algunas veces en procedimientos de urgencia ya que poseen una sensibilidad alta. 5

Las pruebas rápidas emplean generalmente una pequeña muestra de sangre que se obtiene de un dedo mediante un pinchazo con una lanceta. También pueden hacerse en saliva y orina.

En la actualidad, algunas de ellas son combinadas, detectan tanto los anticuerpos como el antígeno P24. La rapidez de la prueba se refiere al hecho de que los resultados se obtienen en unos 30 minutos. Cualquier resultado positivo se debe confirmar con otra analítica más específica, a Western Blot. Son muy útiles en situaciones que requieren un resultado inmediato. 2,5

PCR: es una prueba de detección directa del virus. A partir de los 15 días de la exposición de riesgo, tiene una alta fiabilidad. Se trata de la demostración de genoma vírico mediante técnicas de biología molecular (PCR). Este método se reserva para situaciones especiales: estudios de variabilidad genética, diagnóstico de recién nacidos, screening de donantes, seguimiento de pacientes VIH positivo… Sin embargo, como en los casos anteriores, no es concluyente y se debe hacer una prueba de detección de anticuerpos cuando hayan pasado las 12 semanas, para considerar el resultado negativo definitivo. 5

Cultivo viral: el cultivo viral queda restringido a laboratorios especializados y se considera como la técnica más específica para el diagnóstico de la infección VIH aunque en la actualidad su utilización puede quedar relegada. La principal muestra a partir de la que es posible el aislamiento del VIH-1 la constituye la sangre periférica, específicamente las células mononucleares que se extraen de ella, linfocitos y monocitos, por centrifugación en un gradiente de Ficol. Sin embargo el VIH-1 se ha cultivado a partir de otros muchos tipos de muestras diferentes (orina, semen, lágrimas, lecha materna, tejidos, etc.). 5

Western blot: es la principal prueba confirmatoria de la actualidad. Es una discriminación de los antígenos del VIH frente a los que se dirigen los anticuerpos presentes en la muestra. Básicamente se basa en la separación de las proteínas (antígenos) obtenidas del VIH-1 procedentes del lisado del cultivo del virus y purificadas por centrifugación. La proteína viral así obtenida se coloca en un gel de poliacrilamida en forma de láminas delgadas y luego se efectúa una electroforesis. Después se transfieren a una tira de nitrocelulosa y se cortan en tiras de unos 5 mm. de ancho. Estas son las tiras que se exponen al suero humano diluido, después de una incubación se lavan y se vuelven a incubar con una IgG antihumana marcada con una enzima que con la exposición a un revelador enzimático producirá una banda coloreada en las zonas correspondientes a los anticuerpos específicos que contenga la muestra. 5