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Cultura de seguridad clínica del paciente ¿También en estudiantes de Enfermería?

Cultura de seguridad clínica del paciente ¿También en estudiantes de Enfermería?

La asistencia sanitaria se ha convertido en una piedra angular en la mejora de la esperanza y la calidad de vida de la población. Sin embargo, su evolución ha aumentado su complejidad y, paradójicamente, ha incrementado los riesgos asociados a esta. Múltiples estudios a nivel mundial revelan que diariamente se producen errores y eventos adversos para el paciente, derivados de la asistencia sanitaria y que muchos de ellos son evitables. Por este motivo, la seguridad del paciente se ha convertido en un aspecto esencial de la práctica clínica.

Cultura de seguridad clínica del paciente ¿También en estudiantes de Enfermería?

AUTORES

Rubén Yagüe Pasamón. Máster Universitario en Investigación en Ciencias de la Salud por la Universidad San Jorge. Graduado en Enfermería por la Universidad San Jorge. Profesor asociado del grado en Enfermería de la Universidad San Jorge (Zaragoza). Unidad de hospitalización de “Medicina Interna” en Hospital Royo Villanova.

Dr. Daniel Sagarra Mur. Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Neurología. Miembro de la Comisión Hospitalaria de Seguridad del Paciente. Hospital Santa Bárbara, Complejo Asistencial de Soria.

PALABRAS CLAVE: Seguridad del paciente; control de riesgos; cultura de seguridad; cultura de seguridad del paciente, estudiante de Enfermería.

RESUMEN

Muy relacionada con la seguridad del paciente se encuentra la Cultura de Seguridad Clínica (CSC), cuyo interés ha surgido en los últimos tiempos para fomentar climas organizacionales y laborales con actitudes positivas frente a la seguridad, reduciendo así el riesgo de errores y accidentes en sectores de alto riesgo.

Numerosas organizaciones a nivel nacional e internacional han evaluado la cultura de seguridad clínica en diferentes perfiles profesionales, sin embargo, ninguno de ellos ha estudiado la cultura de seguridad en estudiantes de Enfermería, a pesar de que la seguridad del paciente también depende de este colectivo.

Nuestro objetivo principal es poner de manifiesto la importancia de la evaluación de la cultura de seguridad en este colectivo. La evaluación de la CSC en este colectivo ayudará a detectar deficiencias en la misma y así poder mejorarla. De esta forma se podrá crear una sólida base de CSC en los futuros profesionales de Enfermería, mejorando así la seguridad del paciente.

  1. INTRODUCCIÓN

Resulta notorio que la asistencia sanitaria se ha convertido en un elemento fundamental para la mejora de la calidad y esperanza de vida de los individuos. Los avances científicos y tecnológicos han conseguido aumentar la efectividad de la misma, mejorándola en términos de calidad y seguridad. Sin embargo, este proceso de evolución supone de una manera casi inevitable el aumento de la complejidad de la práctica asistencial favoreciendo la aparición de acontecimientos adversos derivados de la misma.

A este respecto, Otero (2004) concluye, en su investigación para la mejora de la seguridad del proceso farmacoterapéutico, que algunas de las causas que están detrás de la aparición de errores relacionados con la administración de medicamentos en los hospitales son, entre otras: la complejidad de las terapias que se llevan a cabo y el uso inadecuado de las tecnologías de la comunicación por parte de los profesionales.

Estos factores, junto con otros como las discontinuidades asistenciales, la sobrecarga de trabajo, el estrés y el cansancio del profesional, la falta de motivación y la insatisfacción con las condiciones laborales, el uso inadecuado de tecnología médica y la falta de sueño, aumentan el riesgo de la aparición de eventos adversos derivados de la práctica asistencial (Cook et al., 2000; Franco, 2005; Villareal, 2007).

  1. MATERIAL Y MÉTODOS

Objetivos

El objetivo principal de este estudio es poner de manifiesto la importancia de la evaluación de la cultura de seguridad clínica del paciente en estudiantes de Enfermería.

Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica en la base de datos científica PubMed empleando los términos tesauro MeSH: Patient Safety culture; nursing; students, nursing y surveys and questionnaires, combinados en diferentes búsquedas con distintos operadores booleanos. La búsqueda también fue complementada con otras fuentes como libros especializados y otras bases de datos como Scielo.

  1. RESULTADOS

Magnitud e importancia del problema

A nivel mundial, numerosos estudios reflejan la existencia de una gran cantidad de efectos adversos y errores en la práctica asistencial que pueden tener mayor o menor repercusión sobre la salud del paciente. En Taiwán, solo en 2007 se detectaron 14.945 eventos adversos y que muchos de ellos se podrían haber evitado (Chi et al., 2010). Forster et al. (2004) en su estudio acerca de los efectos adversos en hospitales de Ottawa, determinaron que hasta el 38% de los efectos adversos eran prevenibles.

La seguridad de las personas y más específicamente la seguridad clínica del paciente, son un aspecto indispensable en la práctica de las ciencias de la salud. Una de las definiciones de seguridad del paciente más utilizadas es la de la Organización Mundial de la Salud. Esta entidad entiende este concepto como: “ausencia de daño real o potencial, relacionado con los servicios de salud” (Silva et al., 2013). Gómez et al. (2011) complementan la definición anterior, explicando que la seguridad del paciente incluye las acciones, procesos, instrumentos, elementos estructurales y metodologías basados en la evidencia científica que se llevan a cabo para reducir el riesgo de aparición de eventos adversos en la prestación de un servicio de salud y minimizar los posibles daños, permitiendo que la práctica asistencial cumpla con los estándares de seguridad establecidos al efecto.

Sin embargo, la seguridad del paciente no es aspecto emergente en el ámbito de la salud. Ya en 1943, Abraham Maslow definió en su teoría sobre la Jerarquía de las Necesidades Humanas, la seguridad como la segunda prioridad, superada solo por las necesidades fisiológicas del individuo (Villareal, 2007). En el caso particular de la disciplina enfermera, la preocupación por la seguridad se hace más patente si cabe, gracias a figuras esenciales en la evolución teórica de la Enfermería como Florence Nightingale.

Nightingale consideraba que la falta de control sobre factores ambientales como la limpieza, el ruido, no disponer de luz solar o aire puro predisponían al padecimiento de enfermedades, siendo las ‘leyes de la enfermedad’ elementos modificables (Barroso et al., 2001; Gómez et al., 2011). También destaca Virginia Henderson, enfermera creadora de la teoría de las 14 necesidades humanas básicas (de la tendencia de suplencia y ayuda) entre las cuales figura la seguridad (prevenir riesgos y evitar que dañen a otros) (García, 2004). Este último modelo conceptual enfermero es uno de los más importantes a nivel de práctica asistencial en la actualidad y fundamenta gran parte de los cuidados de Enfermería que se llevan a cabo en beneficio del paciente.

La cultura de seguridad

A tenor de la definición de según Nieva y Sorra (2003), la cultura de seguridad es: el producto de valores, actitudes, competencias y patrones de comportamiento individuales y colectivos que determinan el compromiso, el estilo y la capacidad de una organización de salud o de un sistema de seguridad. La cultura de seguridad, y más específicamente, el clima de seguridad (que corresponde a los aspectos medibles de la misma), constituyen una realidad en ciertos sectores de alto riesgo como la energía nuclear, la aviación o la industria marítima.