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Planificación educativa. El currículo

anteriormente, la noción de currículo son aún muy recientes. Según el diccionario, currículo (Microsoft Corporation, 2009), proviene del latín (curriculum) que significa “Plan de estudios”. Otro significado dado es el “Conjunto de estudios y prácticas destinadas a que el alumno desarrolle plenamente sus posibilidades”. En atención a esta última definición, el currículo “es el medio por el cual el maestro puede aprender su arte“. Estos significados son los que con frecuencia se han fundido en el discurso de los que integramos la comunidad educativa, relegando a un plano institucional y desatendiendo los campos que configuran un significado global.

Pero es entonces cuando la escuela se convierte en el primer punto de estudio sobre la verdadera etimología del concepto. Algunos sostienen que un currículo es el conjunto de estrategias y enseñanza que los profesores planean utilizar (Posner, 2001). Esto nos invita a analizar currículos concretos y estudiarlos según su aplicación y referencia en un contexto determinado, en especial por la manera como estos se configuran y como se expresan en las prácticas educativas. En ese sentido, Bruner, nos aporta sobre la función del currículo y la complejidad de su definición, o porque no decirlo una contradicción frente a la concepción tradicionalista de este:

“La estrategia para ayudar y apoyar a un aprendiz se llama a veces “curriculum” y lo que hemos aprendido es que no existe esa cosa que llaman curriculum. Porque, en la práctica, un curriculum es como una animada conversación sobre un tema que nunca se puede definir del todo, aunque se le pueden poner límites” (Bruner, 1999). La reflexión de Bruner abre la puerta a una reflexión ecléctica frente a la educación y frente al currículo, es decir desestimar la existencia de una respuesta desde el currículo que resuelva a satisfacción el fin de la educación. “Las personas que están buscando “la respuesta” a nuestros problemas educativos están buscando en vano,” (Posner, 2001).

“El curriculum dice Lundgren, citado por Gimeno Sacristán, (1996), es lo que tiene detrás toda educación, transformando las metas básicas de la misma en estrategias de enseñanza. Tratarlo como algo dado o una realidad objetiva y no como un proceso en el que podemos realizar cortes transversales y ver cómo está configurado en un momento dado, no sería sino legitimar de antemano la opción establecida en los currículo vigentes, fijándola como indiscutible.” El currículo no es un concepto o definición, sino una “construcción cultural”, el cual puede analizarse desde cinco ámbitos formalmente diferenciados:

  1. El punto de vista sobre su función social, en tanto que es enlace entre la sociedad y la escuela.
  2. Proyecto o plan educativo, pretendido o real, compuesto de diferentes aspectos, experiencias, contenidos, etc.
  3. Se habla de curriculum como la expresión formal y material de ese proyecto que debe presentar bajo un formato sus contenidos, orientaciones, secuencias para abordarlo, etc.
  4. Se refiere al curriculum quienes lo entienden como un campo práctico. El entenderlo así supone la posibilidad de:

a- Analizar los procesos instructivos y la realidad de la práctica desde una perspectiva que les dota de contenido.

b- Estudiarlo como territorio de intersección de prácticas diversas que solo se refieren a los procesos de tipo pedagógico, interacciones y comunicaciones.

c- vertebrar el discurso sobre la interacción entre la teoría y la práctica en educación.

  1. También se refieren a él quienes ejercen un tipo de actividad discursiva académica e investigadora sobre todos estos temas. (Gimeno Sacristán, 1996). El currículo escolar debería ocuparse de promover, sobre todo, la iniciación racional en una serie de formas de conocimiento y comprensión “lógicamente diferenciadas” (Carr, 2005).

El concepto de curriculum no podemos deslindarlo de la realidad histórica. Por tanto, desde la antigüedad hasta nuestros días, el curriculum siempre se ha manifestado en las prácticas educativas y pedagógicas. Cada civilización hizo su aporte: la civilización China contribuyó con la introducción del examen; la civilización Indica con su ceremonial religioso; la civilización Griega con su humanismo; la civilización Romana con su formación encíclica; la civilización Judía con su instrucción talmúdica; la educación medieval introdujo el Trivium y Quadrivium; en fin, cada una tiene su contribución a la historia del curriculum. Hay la tendencia, por lo demás errónea, a pensar que la historia del curriculum se inició con Bobbit (1918).

Con Bobbit se funda la profesionalización del curriculum, pero eso no quiere decir que con él se inicia la historia del curriculum. Esta idea presente en casi los textos sobre la teoría curricular ha generalizado un ahistoricismo del curriculum, puede deberse a tres razones: por la ignorancia de lo que se ha hecho; o por la preocupación por estudiar el momento actual, lo cual es importante porque enfocarlo sobre el presente ayuda a iluminarlo, pero también puede oscurecer ciertos aspectos del curriculum por su falta de perspectiva histórica; o porque el curriculum es un campo de actividad práctica formativa que se desarrolla en una atmósfera de crisis y de urgencia, y en estas condiciones el presente se nos impone sobre el pasado, que llega a ser poco más que un fundamento para exhortar a cambios urgentes en el presente.

A continuación se plasman diferentes conceptos de currículo por varios autores: para Caswell y Campbell, (1935): Currículo como un conjunto de experiencias que los alumnos llevan a cabo bajo la orientación de la escuela. Bestor, (1958): currículo como un programa de conoci­mientos verdaderos, válidos y esenciales, que se transmite sistemática­mente en la escuela, para desarrollar la mente y entrenar la inteligencia. Inlow (1966): afirma que el currículo es «el esfuerzo conjunto y planificado de toda la escuela, destinado a conducir el aprendizaje de los alumnos hacia resultados de aprendizaje predeterminados».

Por su parte, Johnson (1967): precisa: «en vista de las deficiencias de la definición popular actual, diremos aquí que currículo es una serie estructurada de objetivos del aprendiza­je que se aspira a lograr. El currículo prescribe (o por lo menos anticipa) los resultados de la instrucción». Wheeler (1967); indica: «Por currículo entende­mos las experiencias planificadas que se ofrecen al alumno bajo la tutela de la escuela». Foshay (1969), define el currículo como todas las experiencias que tiene un aprendiz bajo la guía de la escuela. Taba, Mc Donald (1974), concreta que el currículo es en esencia un plan de aprendizaje.

La opinión de Stenhouse (1981): «Un currículo es una tentati­va para comunicar los principios y rasgos esenciales de un propósito educativo, de forma tal que permanez­ca abierto a discusión crítica y pueda ser trasladado efectivamente a la práctica». Beauchamp (1981): «es un documento escrito que diseña el ámbito educativo y la estructuración del progra­ma educativo proyectado para la escuela». Dieuzeide (1983); Entiende por currículo una organiza­ción sistemática de actividades escolares destinadas a lograr la adquisición de un cierto número de conocimientos».

La concepción