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Planificación educativa. El currículo

4) Recursos y materiales didácticos que se emplearán: Aunque a veces se deja de lado este elemento al considerar la cuestión metodológica en la enseñanza, lo cierto es que la selección y elaboración de materiales y recursos para la enseñanza es un aspecto esencial del cómo enseñar, ya que no hay materiales neutros. Esto es, los materiales didácticos no siempre sirven o no lo hacen, al menos, del mismo modo para cualquier método, sino que lo facilitan, lo dificultan o, en casos extremos, lo hacen imposible. Por eso es fundamental incluir su selección como un aspecto esencial en el proceso de planificación de la enseñanza. Junto a estos cuatro componentes de la metodología, podríamos incluir también aquí las decisiones relativas a la organización didáctica de los espacios, tiempos recursos y agrupamientos de alumnos, aunque éste es un componente relacionado con el currículo, pero diferente.

Evaluación: Como último elemento básico del currículum, aunque no por ello menos importante, tenemos la evaluación, que hace referencia a los procesos de control y reformulación del proceso de enseñanza y aprendizaje, un proceso de enseñanza y aprendizaje porque, a diferencia de lo que ocurría en los modelos curriculares tradicionales, hoy se considera que:

a) Una evaluación auténtica no puede reducirse a examinar y calificar los resultados obtenidos, el “rendimiento” del alumnado, aunque éste sea un aspecto de gran importancia, sino que debe incorporar un análisis y valoración del proceso que ha llevado a esos resultados.

b) Del mismo modo, al examinar el proceso la evaluación no puede limitarse a lo que el alumno ha hecho o dejado de hacer, sino que debe incluir también, y en el mismo nivel de importancia, la propia enseñanza, tanto en lo que se refiere a su planificación como en lo relativo a su desarrollo práctico a lo largo del curso de formación seguido. Se deben evaluar, pues, tanto los resultados como los procesos y tanto el aprendizaje como la enseñanza, y unos y otros deben evaluarse con una doble perspectiva: formativa y sumativa.

Cuando se habla de evaluación sumativa nos estamos refiriendo a lo que todos conocemos, es decir, a la evaluación que se hace con carácter final y para comprobar si se han alcanzado los objetivos previstos (lo que supone una evaluación, sobre todo, de los resultados del alumnado o evaluación del rendimiento final del mismo), mientras que cuando hablamos de evaluación formativa nos referimos a una evaluación en su sentido más “educativo”, esto es, como medio para detectar aciertos y fallos y, en consecuencia, para poder poner remedio a lo que va mal y optimizar lo que va bien (lo que equivale a hablar de una evaluación que incluye de forma central los procesos, además de los resultados, y la enseñanza, además del aprendizaje).

Aunque tiende a hacerse un paralelismo entre evaluación formativa y evaluación continua o de seguimiento, por un lado, y evaluación sumativa y evaluación final, por otro, lo cierto es que son dos cosas diferentes: un proceso de enseñanza bien llevado a cabo requiere hacer evaluaciones al principio (evaluación inicial), durante el proceso (evaluación continua o de seguimiento) y al final del mismo (evaluación final), pero las tres tienen al mismo tiempo una dimensión formativa y una dimensión sumativa, como podremos ver más adelante.

La planificación del Currículum es una exposición que identifica los elementos del Currículum. El proyecto debe estar basado en una teoría, que debe explicitar, la cual establece las fuentes que se van a considerar y los principios que se van a aplicar.

Figura 1. Elementos del Currículo

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Curriculum. Currículo. Elementos

Fuente: Flórez, Rafael (1995): Hacia una pedagogía del conocimiento, Bogotá, McGraw-Hill.

Así entendido, el currículo implica, en su especificidad, necesariamente, una connotación sociocultural, puesto que es imposible la proposición de una concepción de desarrollo curricular, desconociendo las comunidades educativas; tampoco es posible, sin considerar las demandas y exigencias del contexto histórico concreto; menos aún, podría concebirse como un instrumento que relega la preocupación por la persona en sí misma.

De igual manera Díaz Barriga, plantea que el diseño curricular es una respuesta no solo a los problemas educativos sino también aborda los problemas económicos, sociales y políticos. Por ello tomamos en consideración los elementos del currículum que propone César Coll para cumplir con éxito su función social:

  1. ¿Qué enseñar?: ello incluye los contenidos (este término designa lo que se ha llamado la experiencia social culturalmente organizada y se toma por lo tanto en su más amplia acepción: conceptos, sistemas explicativos, destrezas, normas, valores, etc.) y los objetivos (los procesos de crecimiento personal que se desean provocar, favorecer o facilitar mediante la enseñanza)
  2. ¿Cuándo enseñar?: manera de ordenar y secuenciar los contenidos y objetivos.
  3. ¿Cómo enseñar?: manera de estructurar actividades de enseñanza/aprendizaje en las que participarán los estudiantes con el fin de alcanzar los objetivos propuestos en relación con los contenidos seleccionados.
  4. ¿Qué, cómo y cuándo evaluar?: la evaluación es un elemento importante para asegurarse que la acción pedagógica responde adecuadamente al proyecto (social, institucional, etc.) e introducir las correcciones oportunas.

El primer elemento deja explícito las intenciones que se propone la concepción curricular, mientras que los otros tres están referidos más bien a las acciones a seguir en correspondencia con las intenciones propuestas. Consideramos que el diseño curricular es uno de los componentes determinantes que orientan hacia la práctica educacional y social a partir de la redefinición de problemas reales, el diseño y la aplicación de procedimientos eficaces: entradas en términos de recursos, los procedimientos como estrategia operacional y la salida de productos transformados que se vinculen como un proyecto social.

Figura 2. Diseño Curricular

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Curriculum. Currículo. Estructura

Fuente: Flórez, Rafael (1995): Hacia una pedagogía del conocimiento, Bogotá, McGraw-Hill.

Fases del Currículo

Como un proceso dinámico, continuo, participativo y técnico, en el currículum se pueden distinguir las siguientes fases:

  1. Análisis Previo: Antes de realizar la aplicación de un proyecto educativo se debe efectuarse la comprensión de la realidad comprender, las relaciones existentes en su entorno para articular con los recursos existentes en el medio.
  2. Diseño Curricular: Especifica los fines y objetivos educacionales, traducidas en una propuesta educativa. Permite el análisis de las tendencias demográficas, socioeconómicas y culturales de la zona para plantear las estrategias y procedimientos que faciliten su aplicación y generar el cambio social.
  3. Aplicación Curricular: Concretización del