Inicio > Formación en Ciencias de la Salud > El acto de defensa de una tesis. Contradicciones y reflexiones > Página 2

El acto de defensa de una tesis. Contradicciones y reflexiones

argumenta y lo que ha sido sistematizado por ellos en su vida profesional, que también son conocedores del tema que se defiende y de la metodología de investigación científica seguida. Esta apreciación desencadena otra contradicción que se manifiesta entre el carácter objetivo y el subjetivo del proceso (6).

Lo objetivo caracteriza la naturaleza del contenido y de la metodología que se expone en la defensa, que tiene como base la ciencia o el arte de que se trate y que se argumenta desde ellas.

Lo subjetivo cualifica los criterios individuales de los que evalúan el proceso. Lo que debe manifestarse es que estos criterios personales se conjuguen con los criterios científicos y que se complementen, haciendo que la solución de la contradicción entre percepción y apreciación tenga como síntesis el discernimiento de una verdad soportada científicamente y aceptada por todos (7).

Cuando en una defensa de una tesis, cualquiera que sea su naturaleza, pesa más el criterio personal del que evalúa que lo que es ciencia constituida, entonces la citada contradicción es antagónica y se introducen elementos entrópicos que actúan como barreras en el desarrollo del proceso, más aún cuando en el tribunal examinador existen diferentes criterios sobre un mismo tema.

Debe decirse, en este sentido, que el acto de evaluar una tesis es caracterizado por la crítica científica y esto también es cualidad esencial del o los oponentes (8).

FORMA <-> CONTENIDO

Cuando se habla de crítica científica se hace referencia a un proceso que sintetiza la contradicción que se manifiesta entre Forma y Contenido.

La forma cualifica a la estructura científica de la tesis, que debe cumplir con lo establecido y regulado desde la lógica, la metodología y la epistemología (9). El contenido se refiere al volumen de información que se comparte y defiende, que recrea partes de la realidad objetiva propias del contexto en que se investiga, de la ciencia implícita en la tesis y del ejercicio de la hermenéutica en las conclusiones a las que se arriba (10).

ÉTICA <-> ESTÉTICA

La exposición de los resultados científicos y de la crítica científica de parte del oponente u oponentes y el tribunal examinador de una tesis debe estar inmersa en aspectos éticos y estéticos (11), emergiendo ambos como polos opuestos de una contradicción dialéctica cuya solución autentifica la calidad del ejercicio científico.

La ética caracteriza el proceso de defensa en el que el que expone y los que evalúan no son entes antagónicos, existiendo el respeto mutuo, la empatía y la asertividad, en un ambiente proclive al cambio y favorecedor del desarrollo.

La estética cualifica la belleza, tanto del informe escrito como de la oratoria, entendiéndose que esta belleza se corresponde con el apego a la verdad, con la existencia de un orden y un equilibrio interno en las argumentaciones y con una lógica que desbroza el camino de la defensa (12). En este sentido cabe diferenciar el acto de defensa del de pre-defensa de una tesis.

Si en el acto de defensa se va a concluir un proceso que ha transitado por varias etapas, en las cuales se han manifestado situaciones que han sido sometidas a un análisis posterior de parte del aspirante y del tutor-asesor a modo de recomendaciones, en la pre-defensa se trata de una confrontación de prueba en que el producto de la investigación (la tesis) se somete a una crítica científica exhaustiva.

En la pre-defensa aún existen contradicciones que limitan la calidad de los resultados. Este es un ejercicio en el que se analiza a profundidad cada argumento con miras al perfeccionamiento. Es común que en una pre-defensa se provoquen situaciones de cambio bruscas que reorientan la estrategia investigativa y el contenido de la tesis, situaciones que deben ser negociadas con el aspirante, de forma tal que este comprenda e interiorice la necesidad de los cambios propuestos (13).

En la defensa, por el contrario, el aspirante ofrece un resultado que ya ha sido pasado por el tamiz de una crítica previa, de la que se hicieron sugerencias de cambio. Si el aspirante y el tutor-asesor han considerado de manera crítica y científica estas sugerencias, entonces el acto de defensa se convierte en un acto formal de constatación de que las referidas sugerencias han sido tenidas o no en cuenta y que la tesis ha sido perfeccionada.

Al decir de si se ha tenido o no en cuenta se quiere significar que, de la crítica a una obra científica, pueden emitirse criterios que estén muy cerca o muy lejos de la realidad. En este sentido debe maximizarse el criterio del investigador y de los que dirigen el proyecto de la tesis, como autores que conocen del tema y que lo han sistematizado.

El aspirante debe ser capaz de defender sus criterios, aceptando verdades completas, no a medias ni desde posiciones de fuerza. La fuerza de la argumentación científica se patentiza en la capacidad del aspirante de demostrar la verdad desde la ciencia, para lo cual debe entrenarse (14).

Asimismo, la fuerza de la crítica científica debe descansar en la capacidad del crítico (oponente o tribunal) de demostrar desde la ciencia sus críticas suficientemente argumentadas.

Tanto la función del oponente (15) como la del tribunal están normadas; pero aún así en no pocas ocasiones se observa como el o los oponentes demandan cambios en la tesis, cuando lo que debe hacer es eso, ejercer el derecho de oponencia como ejercicio científico, que no significa que se oponga a que el aspirante culmine con éxito su ejercicio de aspirantura. Al final se trata de una oponencia, no de una abierta oposición.

Lo mismo sucede con los miembros del tribunal, los que a veces ejercen el papel de juez