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Déficit de conocimiento en la alimentación del paciente diabético

reduzca el número de pacientes con complicaciones por la diabetes mellitus.

OBJETIVO GENERAL.

Determinar el nivel de conocimiento de las personas con diabetes mellitus tipo 2 que residen en la colonia Orizaba de Mexicali B.C. sobre la alimentación que consumen para el autocuidado de su salud.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

  • Verificar si los pacientes diagnosticados con diabetes mellitus tipo 2 fueron informados sobre los alimentos que deben consumir.
  • Investigar si la dieta que llevan los pacientes con diabetes mellitus fue prescrita por un profesional de la salud.
  • Identificar si existen factores que intervienen en el déficit del conocimiento sobre la nutrición de las personas con diabetes mellitus tipo 2.
  • Corroborar si los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 conocen las consecuencias que pueden presentar por no llevar un apego a su régimen nutricional.

MARCO TEÓRICO

La diabetes mellitus (DM) constituye el trastorno metabólico más frecuente a nivel mundial. En la mayoría de los casos su origen podría estar explicado por factores ambientales como la falta de ejercicio, dietas abundantes con exceso de carbohidratos y grasas saturadas, por lo que puede ser prevenida modificando este tipo de hábitos. Desde hace mucho tiempo se conoce el beneficio de la dieta baja en carbohidratos y grasas saturadas como principal coadyuvante del tratamiento farmacológico (15).

La diabetes es una de las principales causas de morbimortalidad en México. De acuerdo a los datos reportados por la secretaria de salud ocupa el tercer lugar dentro de la mortalidad general. En las últimas décadas este problema de salud se ha incrementado. Actualmente cerca del 10.9% de la población mayor a 20 años la padece, y de este porcentaje el 23% lo desconoce (16).

De acuerdo con estudios epidemiológicos sobre la diabetes en México, se puede decir que existe una mayor incidencia de pacientes diabéticos en los grupos de edad entre los 35 y 40 años. Anualmente se registran 210 mil personas diabéticas, de las cuales fallecen 30 mil aproximadamente, considerando que su esperanza de vida se reduce a dos tercios de la esperada. Así mismo, por cada diabético que muere se detectan siete nuevos casos de esta enfermedad, presentándose con mayor frecuencia en los estados del norte y en el DF, en grupos sociales con estilo de vida urbano, siendo de género femenino quienes más lo presentan, o al menos son mujeres quienes buscan ayuda médica y utilizan los servicio de salud con más frecuencia que los hombres (17).

La diabetes mellitus tipo 2 y sus complicaciones ocupan el segundo lugar entre los principales motivos de demanda de consulta en medicina familiar y el primero en la consulta de especialidades. Es una de las causas más frecuentes de ingresos y egresos hospitalarios, además de generar un importante deterioro sobre la calidad de vida e ingreso económico individual y familiar, que se ve reflejado en el incremento de días de incapacidad temporal y pensión por invalidez generados por esta causa (18).

Educación en los pacientes diabéticos:

La educación es la medida terapéutica con mayor impacto en la reducción de la incidencia del coma diabético (70-80%), de amputaciones (50-75%) y de días/año de hospitalización (los días /año de hospitalización pasan de 5,6 en diabéticos no educados a 1-4 en pacientes instruidos, valor próximo al de la población no diabética). El objetivo de la educación del paciente diabético es proporcionarle la información y el adiestramiento necesarios que lo capaciten para auto responsabilizarse del tratamiento y control de su enfermedad y de esta forma, acceder a una vida autónoma y satisfactoria. Los programas y la enseñanza deben adaptarse a la edad, el nivel cultural y el tipo de diabetes, tener en cuenta evitar las barreras (lingüísticas, de terminología médica) y promover la participación activa del individuo (19).

La dieta, la actividad física y el manejo farmacológico, son pilares en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 (20), los dos primeros entrañan una mayor dificultad y complejidad para su abordaje, al involucrar aspectos culturales y afectivos individuales y sociales, los cuales determinan la adopción de estilos de vida nocivos para la salud. Esta situación ha originado que las instituciones de salud, reconozcan la importancia de estos factores sobre la salud y la enfermedad. Así se explica porque en las últimas décadas, la educación para la salud forme parte fundamental de las estrategias de control y prevención de la diabetes mellitus tipo 2 (21).

Hace tiempo que hay indicios de que el tratamiento y la prevención de la diabetes se podrían mejorar mediante intervenciones en la dieta. Los estudios de población mostraron que la prevalencia de diabetes varía dramáticamente según los patrones dietéticos. En comparaciones internacionales, las dietas de alto contenido en grasas y bajo contenido en carbohidratos están asociadas con una prevalencia mayor de la diabetes (22).

La importancia de una dieta sana, equilibrada, fraccionada y con un alto contenido en fruta fresca, verduras, legumbres, baja en azúcar y baja en grasas animales es fundamental para que las medidas tanto preventivas como paliativas logren demostrar efectos. . Por lo tanto, las dietas que mantienen la ingestión de grasas por debajo de un 10% de las calorías ingeridas diariamente pueden resultar especialmente beneficiosas (23).

Para favorecer el seguimiento y apego a la dieta necesaria en el paciente diabético, se requiere, además del control médico, el conocimiento de sus costumbres y tradiciones, creencias y practicas alimentarias, con el fin de que el personal de salud le pueda dar recomendaciones a él y a sus familiares o cuidadores, en cuanto aspectos nutricionales que responda a sus condiciones de vida cotidiana (24). La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que un proceso de educación para la salud es efectivo (25).

La implicación de los familiares del diabético es importante ya que puede favorecer que éste cuente con una red de apoyo para el seguimiento de la dieta recomendada. El adiestramiento sobre las formas de preparar sus alimentos, como elegirlos, darles variedad y conocer las porciones y equivalencias, permite que el diabético y sus familiares consideren las recomendaciones alimenticias como una forma de prevención de la enfermedad y controlen o retarde el desarrollo de complicaciones propias de la diabetes (27).

En cuanto a las categorías referentes a la alimentación de estos pacientes expresaron comer “de todo” como una falta a la indicación médica, no toman en cuenta el balance del aporte nutricional ni calórico, abocándose solamente a evitar o no consumir en exceso hidratos de carbono simples. No consideran un plan de apego alimentario y la familia no considera que las recomendaciones dietéticas para el paciente diabético sean recomendables para la población en general. Tienen la idea que al saberse con diabetes mellitus tipo 2, están destinados a que su alimentación se encuentre basada en verduras (28).

Se han realizado estudios que demuestran que la restricción calórica estricta puede