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Uso del desfibrilador externo semiautomático

Uso del desfibrilador externo semiautomático

Resumen:

La mayoría de paradas cardiorrespiratorias se producen fuera del ámbito hospitalario. La mayoría de las veces el ritmo inicial que presentan puede ser revertido con la aplicación de una desfibrilación, disminuyendo la probabilidad de si la misma no es aplicada de manera precoz en los primeros minutos. Por ello, es necesario el conocimiento de la población de las medidas de reanimación cardiopulmonar básica y de utilización de los desfibriladores semiautomáticos, cuya presencia es cada vez más habitual en los lugares de gran afluencia de población.

Uso del desfibrilador externo semiautomático

Autores.

Sara Sasal Pérez. DUE. Digestivo. Hospital Clínico Universitario. Zaragoza

Diana Modrego Iranzo. DUE. Cirugía Hepatobiliar. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

Eva Cristina Martínez Donoso. DUE. Atención Continuada Ariza. Zaragoza

Raúl López Blasco. IIS Aragón. Coordinador Unidad EECC, Nefrología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

Palabras clave: desfibrilación, PCR, DESA, RCP

Introducción:

La parada cardiorrespiratoria (PCR) se define como “interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la circulación y respiración espontáneas; siendo su consecuencia el cese del transporte de oxígeno a los órganos vitales y especialmente al cerebro. Consiste en un cese inesperado de la actividad mecánica cardiaca y pulmonar, confirmado por pérdida brusca de conciencia, apnea o presencia de boqueadas agónicas, con ausencia de pulso detectable y de signos de vida. De no ser revertido, conduce en muy pocos minutos a la muerte”.

Se excluye de esta definición la detención de las funciones vitales dentro del curso normal dentro del proceso de muerte natural o de evolución de una enfermedad terminal.

La PCR extrahospitalaria es, por su elevada incidencia y alta mortalidad, un grave problema en los países desarrollados, considerándose un importante problema de salud pública. A pesar no de no existir datos oficiales, se estima que la PCR extrahospitalaria se sitúa en 24.500 casos anuales, de los cuales un 65% son por Fibrilación Ventricular (FV). La PCR causada por enfermedad coronaria es la causa de mortalidad en población adulta más importante de los países industrializados

El pronóstico de los pacientes que sufren una parada cardiaca es tiempo-dependiente, es decir, su mejor o peor evolución dependerá del tiempo transcurrido desde la ocurrencia del episodio hasta la aplicación de las medidas terapéuticas necesarias. La ausencia de circulación sanguínea durante varios minutos causa daños cerebrales irreversibles; por cada minuto sin iniciar maniobras de Soporte Vital Básico (SVB), las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10-12%, por ello, si no se actúa con celeridad, las posibilidades de sobrevivir son muy bajas.

El pronóstico de supervivencia de los pacientes que sufren una PCR extrahospitalaria es pobre, situándose entre el 4% y el 33%, dependiendo de la organización y aplicación de la cadena de supervivencia.

Los organismos internacionales confirman que las medidas necesarias para lograr un aumento de la supervivencia, las medidas necesarias deben estar orientadas a la activación rápida del servicio de emergencias médicas, la realización de maniobras de Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP-B) por los primeros intervinientes, la aplicación de la desfibrilación temprana y la continuación de cuidados por parte de una unidad de Soporte Vital Avanzado (SVA).

Está ampliamente demostrado que la desfibrilación es el único tratamiento efectivo de una PCR causada por FV o Taquicardia Ventricular sin Pulso (TVSP). Es, por ello, actualmente considerada como la intervención que más influye en el pronóstico de la PCR por estas causas. Las posibilidades de conseguir el éxito con la desfibrilación se reducen un 10% por cada minuto que se retrase la misma. La aplicación de RCP-B, aunque no es un tratamiento definitivo, puede ayudar a mantener a la víctima en mejores condiciones hasta la llegada del desfibrilador.

Dado que el ritmo inicial más frecuente en la PCR extrahospitalaria con testigos es la FV, que la probabilidad de desfibrilación exitosa disminuye rápidamente con el tiempo y que la FV tiende a deteriorarse a asistolia con el tiempo, se están tomando medidas implantando programas de acceso público a la desfibrilación, a través de Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA).

Aunque inicialmente se implantaron desfibriladores externos automáticos, los semiautomáticos han tomado más relevancia por su mayor seguridad. En este artículo se utilizará el término DESA para nombrar a los desfibriladores externos automáticos y semiautomáticos indistintamente.

Evolución de la desfibrilación en las paradas cardiacas:

La primera desfibrilación externa en humanos se realizó en 1956 por Zoll et al en 1956. La primera desfibrilación efectuada por técnicos de emergencias médicas sin la presencia de médicos fue realizada en 1969 y publicada en 1972. A principios de los años 1990 se publica es éxito obtenido en la formación y uso del desfibrilador externo automático por policías y otros primeros intervinientes. En 1994 se desarrolla en Washington la conferencia de Consenso sobre Acceso Público a la Desfibrilación, en la que se acordó extender el programa de acceso público a la desfibrilación, formar a los profesionales y al público y llevar a cabo las reformas legislativas necesarias para que estos cambios fueran posibles.

En las sociedades occidentales, estos programas han tenido gran repercusión, iniciando así el cumplimiento de los principios e la desfibrilación por personal lego. En 1999, la Cruz Roja americana incluye el DESA en los cursos de RCP.

En las recomendaciones del ILCOR (International Liaison Committee on Resuscitation) del año 2000, se incluyó el uso del DESA dentro de las maniobras de SVB.

En 2002 mismo año se crea el primer foro de expertos en desfibrilación semiautomática en Madrid, presentando las “recomendaciones para el Programa de Acceso Público a la Desfibrilación (APD)”. En 2003, el estado de Nueva York introduce los DESA en las escuelas.

En 2004, la Federal Aviation Administration ordena que las grandes compañías aéreas lleven y formen a su personal en el uso de los DESA.

Los estudios hechos sobre programas previos de APD resaltan la utilidad del uso del DESA en localidades y situaciones que cumplan alguno de los siguientes criterios: : a) alto porcentaje de población mayor de 50 años (zonas turísticas); b) aglomeraciones de personas en número superior a 10.000 (grandes playas, estadios de fútbol, grandes superficies comerciales, aeropuertos, fiestas populares, etc.); c) altos porcentajes de prevalencia de patología; y d) lugares con mayor incidencia (en orden de frecuencia): aeropuertos internacionales, centros penitenciarios, grandes superficies comerciales, áreas deportivas públicas, zonas industriales, áreas de chabolismo, estaciones de transbordadores y autobuses, gimnasios y zonas de aeróbic, y centros de ancianos

Situación actual:

En España, se produce de media una parada cardiaca extrahospitalaria cada veinte minutos.

Las posibilidades de sobrevivir a una PCR aumentan cuando esta es presenciada, el tiempo que se tarda en iniciar las maniobras de RCP básicas es inferior a 3 minutos, el ritmo inicial monitorizado es una FV o una TVSP y cuando se realiza desfibrilación precoz. De todo esto, sólo podemos influir en la rapidez con la que se inician las maniobras de RCP y el tiempo que se tarda en realizar una desfibrilación.

La FV es la responsable inicial de hasta un 56% de estos eventos, y se ha demostrado que le efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardiaco eficaz es del 90% cuando se realiza una desfibrilación en el primer minuto de evolución. Si se realiza la desfibrilación en los 3 primeros minutos, la supervivencia es de un 73%, y si se hace en menos de 5 minutos, ronda el 50%.

El 80% de las PCR ocurren fuera del ámbito hospitalario. Por ello, para que la oportunidad de supervivencia de los pacientes que sufren una PCR sea óptima, tanto el Consejo Europeo de Reanimación como la Asociación Americana del Corazón recomiendan la extensión de la enseñanza de las maniobras de RCP básicas junto a la formación en la utilización de los DESA. Es fundamental disponer de una buena red de espacios cardioprotegidos con desfibriladores que puedan ser utilizados por personal no sanitario. Hemos de tener en cuenta que actualmente sólo sobrevive 1 de cada 20 PCR extrahospitalarias que ocurren en España.

La instalación de DESA en pequeños núcleos de población debería de ser muy tenida en cuenta en un país como el nuestro, con zonas con muy baja densidad de población donde el acceso de los servicios de emergencias médicas tarda más de diez minutos. Esto se desprende de la obligación de buscar o mejorar estrategias que disminuyan los tiempos hasta la desfibrilación precoz, incentivando la enseñanza de las maniobras básicas de RCP a ciudadanos y primeros intervinientes no sanitarios. La instalación de DESA en los domicilios no ha demostrado tener resultados ventajosos.

Los elementos recomendados como pilares básicos de cualquier programa de formación comunitario del DESA para reanimadores legos incluye: entrenamiento en RCP y uso del DESA, una respuesta planificada y practicada que por lo general requiere la supervisión del personal del equipo de salud, contacto con el servicio de emergencias médicas, y un proceso de mejora continua de la calidad.

Uso del DESA:

Un DESA es un aparato electrónico portátil que, a través de unos electrodos colocados sobre el pecho del paciente, es capaz diagnosticar y tratar la PCR en adultos, y en niños desde 1 año de edad, cuando es debida a la FV o a la TVSP, restableciendo un ritmo cardiaco efectivo eléctrica y mecánicamente. La sencillez de su uso permite que cualquier persona con un mínimo entrenamiento en su funcionamiento pueda utilizarlo. La mayoría de estos dispositivos prestan también al usuario asistencia para realizar maniobras de RCP correctamente, proporcionando las instrucciones necesarias mediante indicaciones acústicas y luminosas. Sus niveles de seguridad y eficacia son altos, lo que ha facilitado su difusión e implantación.

La utilización del DESA deberá ser complementada con maniobras de RCP básicas, colocándose el DESA en cuánto se disponga de él. La llamada a los servicios de emergencias deberá de ser la primera medida aplicada. Durante el análisis del ritmo por parte del aparato, no deberá tocarse al paciente. En caso de que el ritmo que presente el paciente sea desfibrilable, el DESA nos lo indicará, cargando la energía necesaria para aplicar la descarga eléctrica, y solicitando que pulsemos el botón de “descarga” cuándo nadie esté tocando al paciente; la descarga de la desfibrilación deberá ser aplicada idealmente con una detención de las compresiones torácicas no superior a cinco minutos. Posteriormente se continuará aplicando RCP. En caso de que el ritmo que presente el paciente sea un ritmo no desfibrilable, nos indicará que continuemos aplicando RCP. El DESA realiza un nuevo análisis de ritmo cardiaco cada dos minutos.

Colocación de los parches del DESA:

El DESA sólo deberá ser colocado a pacientes inconscientes con ausencia de respiración espontánea eficaz.

El tórax de la víctima debe estar totalmente expuesto y, si es posible, se deberá de eliminar el vello del tórax para permitir una correcta adherencia de los mismos.

Uno de los parches deberá ser colocado a la derecha del esternón por debajo de la clavícula, y el otro en la línea axilar media izquierda es posición vertical. La mayoría de los parches tienen dibujado el lugar de colocación correcta, aunque su funcionamiento no se altera si se colocan a la inversa. Otra posibilidad es colocar un electrodo sobre el ápex izquierdo y el otro en situación infraescapular izquierda (posición antero-posterior)

Para la utilización en niños menores de 8 años de edad, se deberá utilizar parches pediátricos y un modo pediátrico del DESA si se dispone de él. En caso de no poder aplicarse esta opción, se utilizará la forma del adulto. Su uso en niños menores de 1 año de edad no está recomendado.

Deberán retirarse los parches de administración de medicación transdérmica antes de la colocación de los parches del DESA, que, además, si el paciente portase un marcapasos implantado, no deberían colocarse sobre el mismo. Si la víctima está muy sudorosa o cubierta de agua, es razonable secar el tórax antes de aplicar los parches. Se puede aplicar el DESA si la víctima está sobre hielo o nieve.

El DESA deberá de ser retirado en caso de la presencia de signos de recuperación de la circulación espontánea, o cuando lo soliciten los servicios de emergencias médicas que se hayan personado en el lugar del evento.