Inicio > Pediatría y Neonatología > Desnutrición en niños y repercusión familiar > Página 3

Desnutrición en niños y repercusión familiar

 Los cinco pilares para la recuperación del niño son:

  1. Estimulación afectiva y psicomotora reforzando el vínculo madre-hijo.
  2. Educación sanitaria y nutricional a la madre o dadora de cuidados.
  3. Instauración de una dieta balanceada que asegure cantidad y calidad de nutrientes apropiados para cada edad.
  4. Realización de controles periódicos, clínicos y antropométricos.
  5. Tratamiento de las infecciones intercurrentes. (A.Martín Zurro, 2014)

INFLUENCIA DE LA FAMILIA

Definiendo el concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en donde se considera como familia a los miembros del hogar emparentados entre sí, hasta un grado determinado de sangre, adopción y matrimonio. En Medicina Familiar se refiere al grupo social primario formado por individuos con lazos sanguíneos, de afinidad o matrimonio, que interactúan y conviven en forma más o menos permanente y que comparten factores biológicos, psicológicos y sociales que pueden afectar la salud individual y familiar de sus miembros. (A.Martín Zurro, 2014)

La familia es el contexto natural para crecer y recibir auxilio y necesita una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, entonces apoya la

Individualización al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia. La familia como sistema abierto establece nexos constantes con el entorno social y el ambiente biológico.

La experiencia clínica apoya la hipótesis que sostiene que las familias influyen en la salud de sus miembros y a su vez se ven influenciadas por ella, y que la atención primaria de orientación familiar puede aportar una mejora en la calidad de la atención sanitaria y un incremento en la salud tanto el individuo como la familia en su conjunto.

Por consiguiente, las causas e implicaciones del proceso salud enfermedad deben buscarse en el ámbito de lo social y familiar.

Matrimonio y familia han permanecido como instituciones a través del tiempo; sin embargo, los avances científicos, tecnológicos y las grandes transformaciones de los sistemas políticos y económicos, han producido cambios profundos tanto en el matrimonio como en el seno de la familia. En este nuevo contexto el rol de la familia ha cambiado sus expectativas, con mayor interés en el desarrollo personal, en mejorar el nivel educacional y la calidad de vida de cada uno sus integrantes.

La dinámica familiar consiste en un conjunto de fuerzas positivas y negativas que afectan el comportamiento de cada miembro, haciendo que esta funcione bien o mal como unidad .Una compleja naturaleza del sistema familiar, hace casi imposible la definición de “normal” o “anormal” al funcionamiento de una familia. Se establece que la dinámica de una familia puede ser “funcional” o “disfuncional”. Una familia funcional sería aquella en donde los hijos no presentan trastornos graves de conducta y cuyos padres no están en la lucha continua. Esto no excluye que existan dentro de ellos sentimientos negativos (rencor, celos, etc.), actitudes ambivalentes o de insatisfacción, o bien, sentimientos positivos como amor, altruismo, respecto, etc.

Por lo tanto, el funcionamiento de la familia es un factor determinante en la conservación de la salud o en la aparición de la enfermedad entre sus miembros.

La familia como grupo social debe cumplir 3 funciones básicas que son: la función económica, la biológica y la educativa, cultural y espiritual y es precisamente éste uno de los indicadores que se utilizan para valorar el funcionamiento familiar, o sea, que la familia sea capaz de satisfacer las necesidades básicas materiales y espirituales de sus miembros, actuando como sistema de apoyo. (Yánez, 2011)

Sin embargo, para hacer un análisis del funcionamiento familiar, se cree necesario verlo con una perspectiva sistémica, pues la familia es un grupo o sistema compuesto por subsistemas que serían sus miembros y a la vez integrada a un sistema mayor que es la sociedad. Para lo cual se puede medir la funcionalidad familiar a través del test denominado APGAR familiar, creado por el Dr. Gabriel Smilkstein de la Universidad de Washington, en 1978. El acrónimo APGAR hace referencia a cinco componentes de la función familiar: adaptabilidad (adaptability), participación (partnertship), desarrollo (growth), afectividad (affection) y capacidad resolutiva (resolve). Este test ha sido ampliamente utilizado en atención primaria, puesto que es una escala con buena consistencia interna, ya que los ítems que la componen se agrupan alrededor de un solo factor. (Arias, 2005)

La literatura de los últimos años ha sido pródiga en la publicación de investigaciones que documentan la funcionalidad familiar no sólo como un asunto relacionado con la salud mental, sino como factor predisponente, coadyuvante o causal en la producción y curso de diversas enfermedades y síntomas, tanto de la esfera psíquica, como también de la orgánica: diabetes, infarto del miocardio, tuberculosis; y de la social: drogadicción, aborto inducido, embarazo en adolescentes. Constituye además un factor que interfiere con el cumplimiento de medidas terapéuticas y preventivas, al tiempo que se asocia con la sobre utilización de los servicios de salud. Es probable que cuando hay alteración de la dinámica familiar, el niño que pertenece a una familia con tal alteración tenga mayor riesgo de enfermarse. (Bellot, 2010).

También es posible que cuando hay un niño grave o crónicamente enfermo en el seno de una familia, afecte su dinámica. En tal situación cuando existen ambos factores se establece un círculo vicioso cuya repercusión psicológica en el niño es difícil de precisar.

ANÁLISIS INTEGRAL:

Dentro de la familia se conjugan una serie de acontecimientos que permiten el desarrollo de sus integrantes. Es de suponer que si los niños crecen en un entorno favorable socioeconómico y afectivo, podrían llegar a tener un buen estado nutricional. Si se relacionan la funcionalidad familiar con el estado nutricional, ello da cuenta de factores alternativos que pueden intervenirse para prevenir la desnutrición en los niños.

Cabe recalcar que la desnutrición humana es una enfermedad de causas sociales en primera instancia como la marginación, pobreza e ignorancia que aseguran una alimentación insuficiente y desproporcionada de los requerimientos nutricionales necesarios para el crecimiento y desarrollo óptimo de los infantes.

Bibliografía

A.Martín Zurro, J. P. (2014). ATENCION PRIMARIA. Barcelona: ELSEVIER.

Arias, C. M. (2005). Medicina Familiar. APGAR FAMILIAR. Ministerio de Salud. Colombia: Maldonado.

Baldwin M. Modelo Mc Master de evaluación familiar. Editorial Gedesa, Buenos Aires.

Bellot, F. (2010). Estado Nutricional y su relación con la estructura familiar en menores de 5 años. Científica Ciencia Médica, 22-24.

González, José. Vásquez, Edgar & Talamantes, Eva. (2010) Dinámica Familiar y Otros factores asociados al retardo en el crecimiento en niños de doce a veinte meses que acuden a una unidad de atención primaria. Revista Medigraphic Artemisa.Guadalajara Jalisco – México. Vol. 64. Pág. 143 -152

Kliegman RM, B. R. (2013). Tratado de Pediatría de Nelson. ESPAÑA: ELSEVIER.

Revilla L. (1994) Conceptos e instrumentos de la atención familiar; Ediciones DOYMA . España.

Satriano, Cecilia. Moscoloni, Nora (2010). Abordaje de la desnutrición infantil. Aportes desde una perspectiva psicológica. Extensión digital N°1. Argentina

Taborda, P. P. (2011). Funcionalidad Familiar, seguridad alimentaria y estado nutricional de niños del Programa departamental de complementación alimentaria de Antioquia. Artículos de Investigación Científica o Tecnología, 6-19.

Yánez, L. A. (2011). Funcionalidad Familiar, desnutrición y lecto-escritura en escolares. Desarrollo Científico, 48- 53.