Inicio > Odontología y Estomatología > El diagnóstico diferencial en las lesiones endoperiodontales: presentación de casos > Página 2

El diagnóstico diferencial en las lesiones endoperiodontales: presentación de casos

raíces mostró inflamación de la pulpa adyacente a las áreas de pérdida de la adherencia, en especial en donde se había resorbido la superficie radicular. Un estudio más reciente sugirió que es posible que la presencia de microorganismos patógenos en los túbulos dentinales pueda contribuir al fracaso de tratamiento periodontal (3, 4)

Estudios estadísticos realizados sobre la etiología de los tratamientos de endodoncia, confirman la escasa frecuencia de casos relacionados perio-endodóntico exclusivamente. La posibilidad de agresión a través de los túbulos dentinarios, conductos laterales y/o forámenes apicales ha sido demostrada con anterioridad. (4, 5)

Es necesario hacer todo lo posible para precisar el diagnóstico a fin de establecer un plan terapéutico correcto y lograr éxito en el tratamiento. Las lesiones endoperiodontales se clasifican según su fuente primaria de origen.

La lesión endodóntica primaria no es otra cosa que la exacerbación aguda de una lesión apical crónica en un diente con pulpa necrótica, que puede drenar coronalmente a través del ligamento periodontal hacia el área del surco gingival, pudiendo simular un absceso periodontal. Sin embargo, sólo es periodontal porque pasa a través del área del ligamento periodontal. En realidad se trata de una fístula sinusal causada por la enfermedad pulpar. Estas lesiones generalmente curan después de tratar el conducto radicular.

La lesión endodóntica primaria con afección periodontal secundaria ocurre cuando después de un tiempo no se ha tratado una lesión endodóntica primaria que supura, puede afectarse de manera secundaria el periodonto, requiriendo terapéutica endodóntica y periodontal, si es adecuado el tratamiento endodóntico, el pronóstico depende de la gravedad del daño periodontal y de la eficacia de la terapéutica periodontal. También pueden ser el resultado de una perforación de la raíz, durante el tratamiento del conducto radicular o de la colocación errónea de pernos, pines y postes durante la restauración de la corona. A veces puede ocurrir una respuesta más crónica sin dolor, con aparición de una bolsa con hemorragia en el sondeo o exudado purulento.

En la lesión periodontal primaria estas lesiones son causadas por una afección periodontal; el proceso de periodontitis crónica progresa apicalmente a lo largo de la superficie de la raíz hasta la región apical. En dientes con afección periodontal, las pruebas pulpares revelan una respuesta pulpar normal desde el punto de vista clínico.

La lesión periodontal primaria con afección endodóntica secundaria es la progresión apical de una bolsa periodontal puede llegar hasta la pulpa; la pulpa vital suele necrosarse como resultado de la infección que penetra a través de un conducto lateral o del agujero apical. En dientes con raíz única no suele haber esperanza alguna, a diferencia de lo que ocurre con la lesión endodóntica primaria. En los molares, es posible que no todas las raíces sufran la misma perdida de tejidos de sostén en la punta, en cuyo caso debe considerarse la posibilidad de resecar la raíz enferma.

Existen opiniones divergentes en cuanto a si la periodontitis tiene algún efecto sobre la vitalidad de la pulpa. Se han publicado alteraciones pulpares consecutivas a una enfermedad periodontal.

Las lesiones combinadas ocurren cuando una lesión endodóntica progresa en sentido coronal y se continúa con bolsas periodontal infectada por una placa que progresa apicalmente.

Esto es particularmente cierto para dientes unirradiculares, pero la situación puede salvarse en molares realizando la hemisección radicular si el resto está en buen estado. Después de un tratamiento endodóntico satisfactorio cabe anticipar la curación periapical. (4)

La combinación de estas características es considerada como una verdadera lesión endoperiodontal y el tratamiento incluye tanto la terapia pulpar como periapical. En este tipo de lesión el pronóstico es reservado.

Caso 1

Paciente masculino de 23 años de edad que acude a consulta refiriendo dolor moderado, intermitente, por momentos pulsátil, en la región de canino maxilar derecho, de aproximadamente 3 meses de evolución para lo cual asistió en reiterados ocasiones a cuerpo de guardia sin resultado satisfactorio. Le fueron indicados analgésicos, antiinflamatorios y termoterapia, por espacio de 15 días. Los antecedentes patológicos no arrojan nada relevante y en la HEA no median antecedentes de caries, traumatismo o tratamiento periodontal previo. El examen extrabucal no arrojó datos significativos. Al sondaje periodontal se detecta presencia de bolsa de 7 mm en palatino del canino maxilar derecho.

Las pruebas de vitalidad eléctrica y térmica resultaron positivas. Por lo cual se llegó al diagnóstico de lesión perio – endodontal primaria sin afección pulpar. El paciente fue tratado mediante raspado y alisado radicular.

El proceso de recuperación fue evaluado mediante exámenes radiográficos periódicos durante un período de 6 meses, al cabo del cual se apreció clara recuperación del espacio periodontal, del ligamento. Clínicamente se aprecia surco gingival de 2 mm, sin sangramiento u otro signo patológico. Se observan claros signos de regeneración ósea.

Caso 2

Paciente de sexo femenino de 34 años de edad con historia de salud anterior, que acude a consulta presentando dolor intenso, espontáneo y a la masticación. Además de encontrarse bajo stress emocional y bajo los efectos de analgésicos.

Se realizó la prueba de la cavidad, las de vitalidad eléctrica y térmica en la región que abarcó desde el incisivo lateral al primer premolar mandibular derecho. El examen periodontal reveló la presencia de colección purulenta relacionada con una bolsa de 10 mm en mesial del canino (se insertó cono de gutapercha para radiografía)

Con caries en el canino mandibular derecho al cual se le realizó el test de cavidad, las pruebas de vitalidad eléctrica y térmica se realizaron desde el incisivo lateral derecho hasta el segundo premolar. Un exhaustivo examen periodontal reveló colección y drenaje purulento en mesial del canino, lo que a todas luces