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Revisión bibliográfica. Diagnóstico y prevención del cáncer de cérvix

infección por algún tipo de estos virus. La transmisión vertical ocurre de madre infectada a hijo, durante el parto. Por esta vía puede acontecer la papilomatosis laríngea recurrente en el niño: resulta infrecuente, pero tiene alta morbimortalidad y es difícil de tratar (1,2).

Infección y daño celular

En mujeres, la infección puede ser transitoria, resolviéndose espontáneamente entre 12 a 24 meses, o ser persistente. En esta última situación, la infección ocurre por un Virus del Papiloma Humano (VPH) de alto riesgo; del 3 al 15% de las mujeres con este tipo de virus desarrollan neoplasias: distintos cofactores incrementan la posibilidad de progresión de las lesiones preneoplásicas llegando incluso a un cáncer invasivo del tracto genital. Entre estos cofactores se encuentran el tabaquismo, el uso de anticonceptivos durante largo tiempo (duración mayor de 5 años), la infección por el VIH, la multiparidad, la coinfección por el virus del Herpes Simple tipo II, la coinfección por Chlamydia trachomatis, la inmunosupresión y diversos factores dietéticos y nutricionales.

Por el contrario, en varones es menos frecuente que en las mujeres: en torno a menos del 5%. En este sexo el virus rara vez asocia lesiones. Su lugar idóneo de infección es el surco balano prepucial. La edad más prevalente de infección es de los 18 a los 21 años. El serotipo de Virus del Papiloma Humano (VPH) que acontece en el sexo masculino es el 16 (4,5,6).

Papel en el desarrollo de neoplasias y enfermedades asociadas

La infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) en distintos tejidos del cuerpo se asocia a varias enfermedades:

 Verrugas no genitales: este tipo de verrugas se encuentran distribuidas por toda la población, mostrando un alto pico de prevalencia en los niños.

 Verrugas genitales: según algunos estudios afectan a la población sexualmente activa con una gran prevalencia. Los factores de riesgo que predisponen a presentar verrugas genitales son: infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) 6 y 11, nuevas parejas sexuales o muchas parejas sexuales.

 Cáncer anal: se trata de un tipo poco común de cáncer, que comparte con el carcinoma de cérvix a los virus Virus del Papiloma Humano (VPH) 16 y 18 como factores de riesgo.

 Cáncer de genitales externos: el Virus del Papiloma Humano (VPH) está vinculado al cáncer de pene, vulva y vagina; sin embargo a diferencia con el carcinoma de cérvix, no todos los carcinomas de genitales externos están asociados con el Virus del Papiloma Humano (VPH).

 Cáncer orofaríngeo: el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello se ha asociado a la infección por Virus del Papiloma Humano (VPH). Aunque igual que anteriormente, no todos se asocian con Virus del Papiloma Humano (VPH). Los asociados afectan sobre todo a la propia orofaringe, la base de la lengua, las amígdalas y la laringe. En las lesiones bucales malignas comúnmente se encuentran el Virus del Papiloma Humano (VPH) tipo 16, 18, 31, 32, 33 y 35.

 Papilomatosis respiratoria recurrente: esta enfermedad es el inicio más común de tumor de laringe en niños y se piensa que está causada por la infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) en el canal del parto, cuando la madre está infectada por el virus. Se asocia a los tipos 6 y 11 del Virus del Papiloma Humano (VPH). No es muy común, pero su mortalidad es muy alta por la obstrucción de la laringe debida a las verrugas, o por metástasis de otros cánceres.

 Cáncer de cérvix (5,8,10).

El Virus del Papiloma Humano (VPH) está íntimamente relacionado con el carcinoma de cérvix. Existen cuatro fases en la evolución del carcinoma:

 La combinación de infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) y de la existencia de epitelio metaplásico en la zona de transformación cervical: se trata de la zona de unión entre el epitelio escamoso del exocérvix y del epitelio glandular del endocérvix.

 Persistencia de la infección.

 Progresión de metaplasia a una lesión precancerosa.

 Evolución a carcinoma in situ e invasivo.

La infección del tracto genital por Virus del Papiloma Humano (VPH) es muy común en la población, pero solo una pequeña proporción de mujeres infectadas desarrollan carcinoma de cérvix. Los estudios estiman que entre el 75 y el 80% de las mujeres sexualmente activas se infectan por Virus del Papiloma Humano (VPH) antes de los 50 años. De los 40 tipos de Virus del Papiloma Humano (VPH) con tropismo por las mucosas, 15 de ellos son oncogénicos. Los subtipos 16 y 18 están implicados en el 70% del desarrollo del cáncer de cérvix (2,4,6).

El Virus del Papiloma Humano (VPH) resulta responsable sobre todo de los dos tipos más comunes de cáncer de cérvix: escamoso (69%) y el adenocarcinoma (25%). Los subtipos de Virus del Papiloma Humano (VPH) relacionados con el carcinoma de células escamosas son distintos de aquellos relacionados con el adenocarcinoma. La evolución desde infección de Virus del Papiloma Humano (VPH) hasta neoplasia invasiva suele llevarse a cabo en unos 15 años.

En algunos estudios se ha observado la infección por Virus Herpes Simple – II como cofactor en la patogénesis de carcinoma de cérvix, pero es necesaria una mayor investigación de este hecho (9,10).

Patogénesis molecular

En los estudios del papel de la infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) en la etiología del cáncer epitelial, se ha demostrado que la expresión de los oncogenes virales E6 y E7 es constante en los tejidos lesionados. Los productos de la transcripción de estos genes son capaces de interaccionar con los genes encargados de regular el crecimiento celular; de tal modo que la expresión continuada de E6 y E7 es la responsable del fenotipo maligno. En conclusión, esto afirma que las infecciones por Virus del Papiloma Humano (VPH) son el factor más importante en el desarrollo de carcinoma cervical.

El genoma del Virus del Papiloma Humano (VPH) codifica para seis secuencias de proteínas tempranas asociadas con la regulación de la transcripción viral y transformación celular, dos proteínas tardías encargadas de la envoltura del virus y una región reguladora de DNA.

En el estudio molecular de esta patología, se observa que la habilidad de E6 y E7 para la transformación de las células cervicales radica en su interacción con p53 y con la proteína de retinoblastoma, respectivamente.

 La proteína p53 funciona como un regulador negativo del ciclo celular y como gen supresor de